Denuncian agresiones a empleados de las ITV por la sobrecarga de trabajo

Ya que Veiasa (empresa pública) tiene beneficios, UGT pide contrataciones para atender la demanda

07 may 2016 / 21:33 h - Actualizado: 08 may 2016 / 09:29 h.
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  • Instalaciones de Veiasa, la empresa que se encarga de las ITV, en el municipio sevillano de Gelves. / Pepo Herrera
    Instalaciones de Veiasa, la empresa que se encarga de las ITV, en el municipio sevillano de Gelves. / Pepo Herrera

Empresa y sindicatos están de acuerdo en que antes de las Navidades, de la Semana Santa y, sobre todo, antes del periodo estival, la demanda de citas para pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) «se incrementa mucho». Pero no están de acuerdo en las consecuencias de esta situación: mientras los trabajadores denuncian que padecen insultos, amenazas e incluso agresiones físicas por el «aluvión de personas que llegan a las estaciones sin cita», la empresa pública de la Junta que se encarga de este servicio, Veiasa, niega que haya problemas de seguridad y califica el aumento de la demanda de «normal».

En concreto, los trabajadores aseguran que las peticiones crecen un 25 por ciento antes del verano (desde final de mayo hasta agosto), que existen 700.000 coches sin la pegatina correspondiente de la inspección en Andalucía y que ya el plazo medio de espera para una cita está entre los 15 y los 25 días, según explicó a esta redacción José Ángel Míguez, coordinador regional de MCA-UGT en Veiasa, quien recordó que se trata de un servicio clave «para algo tan serio como la seguridad vial».

Para el sindicalista, la cantidad de personas que llegan a las estaciones de ITV sin cita se ha duplicado «y la tensión es cada vez mayor», de ahí que se hayan presentado «denuncias a título personal en Guadalhorce, Villamartín, Osuna, Carmona, Gelves y El Pino, en Sevilla capital».

«Hace unos días, en la estación de Gelves, un grupo de usuarios sin cita rodeó a un técnico y los inspectores tuvieron que intervenir para evitar que se pasara del insulto a algo peor», comentó.

Sin embargo, fuentes de Veiasa aseguraron a este periódico que no les consta que hayan existido agresiones físicas y que si hay incidentes son «casos esporádicos de personas que llegan a las estaciones en malas condiciones». «No hay riesgo para los trabajadores, y si fuera así pondríamos medidas», apostillaron desde la empresa.

Lo que sí reconoce Veiasa es que en años anteriores han tenido que contratar eventuales para reforzar el servicio de mayo a septiembre ante el aumento de la demanda de citas para pasar la ITV. «En estaciones de municipios pequeños hay menos demanda, pero en los grandes sí se nota un ascenso de las solicitudes por esta época, pero ocurre así todos los años», añaden estas fuentes que alegan que Veiasa no puede contratar a personal indefinido porque el Real Decreto-ley de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria se lo impide.

«Somos una empresa pública de la Administración andaluza y estamos sujetos a la normativa estatal y autonómica», aseguran. Sin embargo, los sindicatos discrepan y piden más contrataciones alegando que Veiasa, siendo una empresa pública, tiene beneficios y, por tanto, no debería estar sometida a los «recortes».

«Veiasa tiene una plantilla de unos 1.500 indefinidos y una bolsa de eventuales de entre 350 y 400 trabajadores, En los últimos años se han ampliado los horarios y se han abierto entre cuatro y cinco estaciones nuevas, pero no aumentó la plantilla. Estas plazas se cubrieron con indefinidos de otros centros y eventuales. Calculamos que debería haber más de cien plazas nuevas para indefinidos y que deben seguir los eventuales para que se ofrezca un buen servicio», argumenta Míguez tras recordar que en 2015 Veiasa obtuvo «entre 20 y 25 millones de beneficios netos y alrededor de 102 brutos».

A su juicio, no es de recibo que autobuses urbanos, de escolares, camiones, taxis o particulares circulen con la ITV caducada porque las citas tardan «alrededor de 20 días». «Estamos hablando –incide– de seguridad vial, no hay que olvidarlo»

Vigilancia privada como solución

UGT no ceja en su intento por mejorar las condiciones de trabajo en las estaciones de las ITV con reuniones con partidos políticos y concentraciones como la del próximo martes ante las puertas del Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz.

El sindicato ya envió en marzo pasado una circular en la que pedía vigilancia en estos centros para asegurar la «seguridad e integridad del personal de las estaciones». El sindicato solicitó que se doten a todas estas instalaciones de vigilantes de seguridad, fundamentalmente en las horas más cercanas al cierre de las estaciones, «especialmente en esta época en la que las afluencias de usuarios aumentan y mas aún si cabe si se está potenciando el acudir sin cita en las estaciones, situación que está generando mucha tensión entre el público y los trabajadores». «Se están sucediendo en todo el territorio insultos, amenazas e incluso agresiones físicas, cosa que evidentemente no podemos tolerar», añade la circular. Además, argumentan que el cierre lo suele hacer una sola persona que se enfrenta «desprotegida», en ubicaciones la mayoría aisladas en polígonos, a «atracos y robos».