El conflicto en Oriente Medio despierta el interés por el A400M

Airbus DS confía en cerrar a lo largo de 2016 algún pedido y busca ya hueco para su producción

10 dic 2015 / 22:47 h - Actualizado: 10 dic 2015 / 23:25 h.
"Airbus"
  • Un avión A400M se aproxima al aeropuerto sevillano de San Pablo con Fernando Alonso, responsable de Airbus España, a bordo en mayo pasado. / José Luis Montero
    Un avión A400M se aproxima al aeropuerto sevillano de San Pablo con Fernando Alonso, responsable de Airbus España, a bordo en mayo pasado. / José Luis Montero

El aumento de la conflictividad en Oriente Medio, con Siria como epicentro, ha despertado el interés de varios países por el avión de transporte militar que Airbus Defence and Space ensambla en Sevilla, el A400M, que la compañía ha constatado desde el final del verano.

Fernando Alonso, presidente del Grupo Airbus en España, dio ayer por hecho que este balón de oxígeno para el programa en forma de carga de trabajo se materializará a lo largo del año que viene, aunque no quiso ponerle nombre porque hay varias negociaciones abiertas, entre ellas, con Egipto. De confirmarse, se trataría del primer encargo de la campaña de exportaciones de este avión, que suma 174 encargos de las siete naciones que lo lanzaron.

Fruto de esta nueva demanda, la compañía se encuentra ahora con otra disyuntiva: negociar con algunos de sus actuales clientes –Francia, Alemania, el Reino Unido y España- para ver quién está dispuesto a ceder algún hueco de producción asignado para dar cabida a estos nuevos clientes que, como precisó Alonso, «quieren el avión para mañana». Las Fuerzas Aéreas francesas y turcas ya tienen en operación varios de sus A400M en zonas de conflicto como Siria o Mali, donde han mostrado algunas de sus capacidades en el transporte de carga y de reabastecimiento en vuelo.

Alonso, que se ha estrenado este año en el tradicional encuentro que mantiene en Madrid con la prensa el máximo responsable de la compañía en España, cargo que asumió en marzo pasado, precisó que Airbus DS está a punto de firmar –«en cuestión de días»– con el Gobierno español el acuerdo que fijará el calendario de entregas de los 27 aviones A400M encargados por España y cómo complementará su flota con aviones tanqueros MRTT y con otros aviones de transporte C295, que también se montan en San Pablo.

Esta reprogramación implica que el constructor postergará la entrega de la mitad de los A400M españoles, trece aparatos, a partir de 2024, tal y como había reclamado Defensa para desahogar las cuentas públicas. El primero llegará a manos del Ejército del Aire en 2016, aunque sin precisar en qué momento del año. La última estimación de la compañía apuntaba que sería entre mayo y agosto.

En lo que va de año se han entregado ocho aeronaves, mientras que hay otros cinco aparatos (uno para Alemania, otro para Francia, también para Malasia y dos para el Reino Unido) que están en fase de entrega, es decir ya terminados y a la espera de la recepción del cliente.

Alonso, que entiende la «frustración» generada entre las naciones que ya han recibido aviones que aún no incorporan todas las capacidades militares comprometidas, aseveró que el avión ha alcanzado una fase en la que ya no experimentará más modificaciones estructurales, con dos salvedades que aún están pendientes de resolverse. De un lado, el problema detectado en el reabastecimiento en vuelo a helicópteros, y de otro, el salto de paracaidistas desde los laterales del avión.

2015 ha sido un año complicado, marcado por el accidente del A400M el pasado 9 de mayo cerca del aeropuerto en el que fallecieron cuatro tripulantes de cabina y que supuso un parón de dos meses en las entregas de los aviones, además del shock para los trabajadores y la propia compañía. A pesar de ello, «nos vamos a quedar muy cerca del objetivo de entregas para este año», en el que han salido de la planta de producción de San Pablo 18 aviones, cifra que esperan incrementar en 2016 hasta las 21 unidades.

«La situación del programa se ha estabilizado», aclaró, en alusión a los problemas de producción detectados en la planta alemana de Bremen que afloraban luego en Sevilla, de manera que la parte industrial está mucho más controlada y los aviones salen de la FAL «con menos problemas de calidad», al tiempo que se ha acotado cuál es la problemática en las capacidades militares.

Alonso insistió en que España no está perdiendo poder en la gestión del programa en favor de Alemania y defendió que los cambios organizativos en el seno del grupo van orientados «a ser más ágiles y simplificar las organizaciones para ser más eficientes».


LA NUEVA ESTRATEGIA
Alargar la vida del C295 y del A330 MRTT con nuevas capacidades militares


La división de Aviones Militares, que también dirige Fernando Alonso, está en fase de diseño de una nueva estrategia de futuro. Consciente de que hay que buscar nuevas opciones para mantener la capacidad de San Pablo sin encomendarla únicamente a las exportaciones del A400M, Alonso dibujó por dónde pasa que el futuro para este negocio. Y no discurre por nuevos productos, sino por sacar el máximo rendimiento al C295 y al tanquero A330 MRTT. ¿Cómo? «Viendo qué nuevas capacidades, ya sean de reconocimiento, inteligencia, cañoneros, misiones especiales... podemos incorporar para hacerlos más atractivos y mejorar las ventas». Para ello, se analizarán cuáles serán las necesidades que el mercado demandará a un horizonte de diez o quince años. La intención es que ese diagnóstico esté concluido a mediados del próximo año para comenzar a ejecutarlo de forma inmediata. En esta misma línea se enmarca el giro en los aviones no tripulados. «Tenemos que saber cómo va a ser el mercado y qué tipo de productos va a demandar, no ver lo que necesita un país en concreto y hacerlo a su medida, sino trabajar con los países en un proyecto común y desarrollarlo».