Luces, polvorones, guirnaldas, belenes, regalos, comidas, fiestas e incluso viajes... La Navidad es sinónimo de consumo y éste de negocio. Hosteleros, comerciantes, hoteleros o taxistas esperan unas Pascuas un poco mejores que las del pasado año. Una Natividad para festejar un buen cierre de ejercicio o, por lo menos, no tan malo como los registrados cuando la crisis brillaba tanto como la estrella del árbol de Navidad.

Para el comercio, cómo no, la Navidad es temporada alta. Sectores como el de los juguetes concentran el 80 por ciento de sus ventas en diciembre y principios de enero, mientras que el textil también aglutina el 40 por ciento del negocio en este periodo. Incluso los productos tecnológicos también hacen su agosto en las Pascuas. Así lo explica Enrique Arias, presidente de la asociación de comerciantes Alcentro. En cuanto a su previsión: esta Navidad será mejor que la anterior. ¿Cuánto? Estima que las ventas subirán entre un 6 y un 7 por ciento, pero «es sólo una esperanza, no un dato objetivo». Habrá que esperar.

De hecho, ese porcentaje baja a entre el 2 y el 3 por ciento si tenemos en cuenta la recuperación del consumo en lo que va de año. Por eso Tomás González, presidente de la Confederación Provincial de Comercio y Servicios de Sevilla (Aprocom), cree que ése –entre el 2 y el 3 por ciento será el dato de crecimiento de las ventas que se registrará estas Navidades en la ciudad de Sevilla.

«Con los índices de paro y la inseguridad política que se transmite el consumo no se puede recuperar. La confianza volvió a bajar y las previsiones macroeconómicas para 2017 y 2018 marcan otro descenso del consumo. Seguimos inmersos en la crisis», sentencia González.

Uno de los indicadores más fiables son las comidas de empresa. Desde septiembre se están registrando reservas en los restaurantes más demandados, pero desde el sector también se indica que la empresa sigue sin pagar. Los trabajadores organizan y se reparten la cuenta, así que lo que impera son las reuniones de amigos y compañeros. Por eso mismo el precio del menú se ha ajustado, ya que son pocas las compañías que siguen invitando a sus trabajadores.

Bajaron los precios y el número de comensales. Se pasó de comidas para cien personas a otras de veinticinco y de menús de 45 euros a algunos de 25 euros. Desde el pasado año, sin embargo, estos números suben y, en el caso de los precios, la media ronda los 35 euros, según hosteleros consultados.

Pablo Arenas, presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, asegura que la contratación de comidas de Navidad va a buen ritmo, que se están recuperando después de que las empresas dejasen de organizarlas. Además, la Natividad tiene una ventaja añadida para el hostelero. Si en Semana Santa y en Feria los que se benefician son los bares y restaurantes de ciertas zonas de la ciudad, en las Pascuas el negocio se reparte por todos los barrios.

«No cabe duda de que es una fiesta de consumo y de que es un empujón importante para que los hosteleros acaben bien el año», defiende Arenas.

Si aún no tiene reserva, va tarde. Aunque desde el inicio del puente de la Constitución se celebran almuerzos o cenas de amigos, compañeros de trabajo, antiguos alumnos o familiares, los días estrella serán del 15 al 17 de diciembre, «cuando ya no hay mesas libres» en los principales restaurantes de Sevilla.

Los hosteleros aseguran que aún no se puede decir que se hayan recuperado los niveles de antes de la crisis, pero añaden que están notando la recuperación «tanto en cantidad como en calidad». Ahora los clientes empiezan a demandar menús más elaborados, aunque sigue triunfando el marisco (gambas y langostinos se llevan la palma), el jamón, el queso, las chacinas y otros platos que varían entre carne y pescado.

Más alegría en los hoteles

El gerente de la Asociación de Hoteles de Sevilla, Santiago Padilla, destaca que, después de un noviembre que ha sido, en términos de ocupación hotelera, «estupendo», y de unos meses en los que continúa la tendencia a la recuperación de los precios, la mayor demanda se ha centrado en el segundo tramo del macropuente y «todo hace pensar que esta Navidad será mejor que la pasada». Eso sí, al igual que los comerciantes, se queja del retraso en la publicación de las actividades navideñas por parte del Ayuntamiento.

Pero, ¿quién viene a Sevilla por Navidad? Alrededor del 60 por ciento, «o algo más», de los turistas que se alojan en hoteles de Sevilla durante la Natividad son españoles, de ahí que Padilla reclame «campañas internacionales para tener más oportunidades».

Eso sí, la programación navideña de la capital hispalense sí ha dado un buen empujón al bautizado como turismo de proximidad, el de los vecinos de los municipios de la provincia o de provincias limítrofes que vienen a pasar el día a la capital. En ese caso, «raro es el que se queda a pasar la noche», para desgracia del hotelero, pero sí come y compra en la capital, para alegría de hosteleros y comerciantes.

Padilla recuerda que la Navidad siempre fue temporada baja para los hoteles sevillanos, por lo que había un importante margen para crecer «y se creció». La causa, la consolidación año a año de la campaña municipal lanzada en 2011 con el mapping en la Plaza de San Francisco.

En enero de 2016, el delegado de Turismo, Antonio Muñoz, hizo un balance en Fitur en el que resaltaba el aumento en diciembre de las pernoctaciones, con 359.161, un 21,7 por ciento más. Dato que achacó en gran medida a la oferta cultural diseñada para las Navidades.

A 31 de diciembre de 2015, el número de trabajadores en los 205 establecimientos hoteleros de la ciudad de Sevilla (10.741 habitaciones y 21.341 plazas en total) ascendía a 3.408, un 18,87 por ciento más. Sevilla cerró el año turístico de 2015 con más de 2,3 millones de visitantes alojados (un 11 por ciento más) y 4,6 millones de pernoctaciones hoteleras (+13,6 por ciento), lo que supone un récord en la capital andaluza.

Y como para la Navidad aún quedan algunos días, centrémonos en el puente. La lluvia del fin de semana hizo que el primer festivo comenzase con mal pie. Se cancelaron el 15 por ciento de las reservas hoteleras y la facturación de bares y restaurantes fue un 20 por ciento inferior a la del mismo fin de semana del año pasado. Pero hoteleros y hosteleros confían en la recta final. La ocupación hotelera para hoy jueves roza el 75 por ciento y los rayos de sol harán que las terrazas se llenen.