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Un agente de la Bolsa de Nueva York reacciona durante la caída del índice Dow Jones de un 2,28%. / Justin Lane (Efe)
Europa se despertaba con la noticia del sí al Brexit. Una última hora a la que los mercados financieros reaccionaron desplomándose y la libra depreciándose por momentos. Un acontecimiento histórico que pone en duda la estabilidad de la Unión Europea y que plantea un escenario aún más incierto si cabe que el de ayer.
El divorcio entre Reino Unido y los otros 27 tendrá sus efectos en Andalucía. Como avanzaba a principio de semana el catedrático de Economía de la Universidad Loyola Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete, el turismo –como el sanitario–, las exportaciones –sobre todo las de aceite de oliva y frutas tropicales–, el mercado inmobiliario –principalmente el de la Costa del Sol–, la industria, la construcción e incluso el tránsito de españoles que acudían a diario a Gibraltar a trabajar sufrirán la decisión de los ingleses.
El dramatismo de las consecuencias es relativo, según las opiniones de los economistas. Mientras que para unos la salida del Reino Unido es catastrófica, otros optan por ser cautos y ver cómo actúan los dirigentes políticos. En lo que sí coinciden es en que es pronto para determinar las consecuencias. «¿Van a dejar de venir turistas? No. ¿Vamos a dejar de exportar? No. Habrá dificultades, pero no se trata de la permanencia geográfica, sino de la cantidad de relaciones que se han establecido por centenares de tratados que se han unido a la normativa británica», explica el profesor de Organización de Empresas de la Universidad de Sevilla, Rafael Salgueiro.
A pesar del sí rotundo a salir, ahora se abre un proceso de más de dos años de negociaciones «en los que los ingleses van a intentar obtener nuevos acuerdos comerciales que les permita disfrutar del mercado único europeo» al estilo noruego o suizo, asegura el profesor del Instituto Internacional San Telmo, Fernando Faces. Pero para que eso sea posible, será necesaria la unanimidad de los países de la unión y el respeto, por parte del Reino Unido, de las directivas de movimiento de inmigrantes, lo que podría alargar las negociaciones una década, apunta Faces.
No obstante, las consecuencias sobre crecimiento, empleo y comercio del Brexit dependerán, según Fernando Faces, «de las habilidades negociadoras y sobre todo de que no se propague el movimiento de desintegración a otros países». Un proceso que el economista ha bautizado como Euroexit.
Expertos y analistas económicos alertan de que el Brexit hará que el crecimiento del PIB español se debilite debido a que la economía británica podría entrar en recesión y la devaluación de la libra impactará en las inversiones británicas en España y en las exportaciones españolas al Reino Unido, según Efe.