«El futuro será un caucho que pese menos y sea reciclable»

Con más de medio siglo de historia, Cauchos Pedro Romero se ha consolidado en un sector en el que la tecnología y la especialización son claves. El buen momento de la aeronáutica incluso le permite crecer, eso sí, «con prudencia y solidez económica»

02 abr 2016 / 20:15 h - Actualizado: 03 abr 2016 / 12:58 h.
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  • José Antonio Romero, director gerente de Cauchos Pedro Romero, con una de las piezas aeronáuticas que salen del Polígono Store. / Pepo Herrera
    José Antonio Romero, director gerente de Cauchos Pedro Romero, con una de las piezas aeronáuticas que salen del Polígono Store. / Pepo Herrera

La empresa tiene el nombre de su padre.

—Sí. Él empezó en 1961 con esta actividad y yo me incorporé cuando acabé los estudios. En 1985 le dimos una nueva forma jurídica a Cauchos Pedro Romero. Yo le respeté el nombre por razones sentimentales. Entendí que mi padre hizo el esfuerzo de iniciar una idea que en esta zona era pionera. Tras trabajar en Hispano Aviación, la Fábrica de Artillería o SACA, de maquinaria agrícola, con más de 40 años, mi padre dio el salto y se independizó. Su primer cliente fue una empresa que sigue en activo, Aplei, del sector eléctrico, proveedor cualificado de Abengoa, que era el cliente final. Luego le trabajó a Renfe, Industrias Subsidiarias de Aviación (ISA) que ya no existe y a muchas más. En 1985 entramos en más sectores. En el aeroespacial, por ejemplo, entramos antes, en 1982. No es nuevo para nosotros.

¿Cuáles son sus principales clientes y cuánto copa cada sector?

—Airbus, Red Eléctrica... y muchas firmas del sector agroalimentario, sobre todo aceitero. Una pieza muy significativa que hacemos desde hace muchos años es para el deshuesado de la aceituna. Un 20 por ciento del negocio está en el sector aeronáutico, un 20 por ciento es Red Eléctrica, otro tanto en lo agroalimentario, un 10 por ciento ya en minería y el resto en la industria en general.

¿Cuánto representa la venta al exterior?

—Podemos estar aproximadamente en un 5 o 6 por ciento.

¿En qué países venden?

—Italia, Turquía, Francia, Marruecos, Argelia y Portugal. En Turquía y Francia vendemos piezas para la aeronáutica, en Marruecos y Argelia son repuestos para maquinaria sobre todo agrícola, como en Italia.

¿Qué números presenta su empresa?

—En 2015 facturamos aproximadamente 1,8 millones de euros y tenemos 17 trabajadores, todos fijos.

¿Tiene planes para crecer?

—La instalación que tenemos en el polígono Store se nos ha quedado pequeña, así que hemos comprado otro local, de 450 metros cuadrados, donde haremos sólo el producto aeronáutico. En ésta, en la actual, tenemos 1.800 metros cuadrados. Entre cuatro y cinco trabajadores de aquí irán a la nueva nave, por lo que contrataremos empleados nuevos tras ese reajuste.

¿Por qué quiere independizar la producción aeronáutica? ¿Tan bien le va?

—Va muy bien, sí, y es muy exigente. Así que preferimos darle un tratamiento específico.

Muchos empresarios aseguran que la aeronáutica es un negocio muy inestable, como una montaña rusa. ¿Está de acuerdo?

—Es verdad. Mi padre también lo decía. Se mueve mucho por impulsos políticos, es un sector muy sensible a cualquier suceso económico, terrorista... y va acompasado con las curvas económicas.

Por eso hay que diversificar.

—Sí, industria en la zona hay poca, por eso la agricultura es importante para el desarrollo de la región. Es muy fácil decir, vamos a fabricar, pero hay que saber qué se hace y ser competitivos.

¿El caucho tiene futuro?

—Es un material muy antiguo, sí, pero tiene futuro. Ahora tratamos los nanocarbonos y el futuro será un caucho que pese menos y sea reciclable. Actualmente se reutiliza empleándolo como asfalto o suelo de parques infantiles, no se puede usar otra vez como materia prima base, pero la química eso lo solucionará, sin duda. El caucho natural, el que proviene de un árbol originario de Brasil, se usa para neumáticos de aviones o camiones. Y, eso sí, el hombre no ha superado aún sus propiedades. Es único y particular porque se deforma y cuando cesa esa deformación vuelve a su estado original. La de pruebas que habrán hecho para hacer los neumáticos de otro material, y nada.

¿Dónde compra el caucho?

—El 80 por ciento es nacional, del País Vasco y Cataluña. En Andalucía desgraciadamente no hay. Y también traemos formulaciones de Italia, el Reino Unido y Francia.

¿Cuántas piezas salen de aquí al año?

—Alrededor de 3,5 millones de piezas al año o algo más.

¿Cómo se mantiene activa una empresa tantos años?

—Con mucha constancia, dedicación, esfuerzo, mucha prudencia y solidez económica.

¿Nota la recuperación?

—Sí, se nota. En 2009 y 2010 se notó el bache de forma notable. Caímos un 12 por ciento en 2009 y en 2010 otro 12 por ciento. Pero en 2011 ya facturamos lo mismo que en 2010, en 2012 subimos un 18 por ciento y en 2013, un 12 por ciento. 2015 fue el año en el que más facturamos, con un incremento de entre el 15 y el 20 por ciento respecto al año anterior.