El gasto educativo aguantó durante la crisis en Andalucía pero no en sanidad

Un informe de BBVA e IVIE revela el impacto de la crisis en los servicios públicos fundamentales

04 may 2015 / 23:07 h - Actualizado: 04 may 2015 / 23:12 h.
"Seguridad Social","Crisis","Sector público","Macroeconomía"
  • Alumnos de Primaria en una de las aulas del colegio público Parque Clavero de Málaga. / Danielo Pérez (Efe)
    Alumnos de Primaria en una de las aulas del colegio público Parque Clavero de Málaga. / Danielo Pérez (Efe)

«Las preguntas sobre la dimensión y las características deseadas para el sector público en España no deberían responderse sin tener muy en cuenta las sustanciales diferencias territoriales existentes en el nivel de gasto por habitante en los servicios públicos fundamentales. Los datos [de este informe] señalan que el sector público en España es territorialmente tan desigual que existen razones poderosas para dudar que los residentes en las distintas comunidades accedan a los servicios públicos en condiciones no ya iguales, ni siquiera similares. El análisis realizado bucea en las causas y consecuencias de estas diferencias que, en parte, están en la base de las intensas tensiones institucionales de los últimos años».

Servicios públicos, diferencias territoriales e igualdad de oportunidades. Es un amplio estudio, surtido de datos, tablas y simulaciones numéricas, elaborado por Fundación BBVA e Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), donde se analizan el gasto de las distintas comunidades autónomas en los servicios públicos fundamentales y su evolución para el periodo 2002-13. Sin embargo, la comparación más jugosa abarca el abanico entre 2008 y 2013, es decir, los años de la crisis económica, cuando la Junta de Andalucía presumía de no recortar en educación y sanidad frente a los tijeretazos del Ejecutivo de Mariano Rajoy y de buena parte del resto de las autonomías.

Una primera conclusión sería que, en los servicios públicos fundamentales, Andalucía apostó por educación y no tanto ni por sanidad ni por prestaciones sociales, aunque en este último caso hay que tener en cuenta que sus cifras están condicionadas por los subsidios por desempleo (Seguridad Social) y los niveles de renta (que determinan los recursos para el paro y las pensiones).

Primero, la educación. La distribución territorial del gasto precisa que la comunidad andaluza en el año 2008 destinó 8.225,82 millones de euros frente a 8.046,3 millones de 2013, con descenso del 2,18 por ciento. La rebaja fue muy inferior al promedio de las regiones: el 9,39 por ciento, tras pasar de 47.044 a 42.626 millones en el periodo. Al contabilizar el desembolso por habitante (per cápita), las caídas son superiores: el 13,17 por ciento en Andalucía (1.104,95 en 2008 y 959,35 euros en 2013) y un 18,5 por ciento como media regional (de 1.122,59 euros a los 914,85 euros).

Cojamos 2013. Si asignamos a España en gasto educativo per cápita el índice 100, Andalucía se colocaría en la posición siete (índice 106,3, es decir, 6,3 puntos más que la media), por detrás de País Vasco, Navarra, Asturias, Cantabria, Extremadura y Murcia. País Vasco encabezó con 44,9 puntos más respecto a la barrera regional, mientras que Madrid y Baleares, a pesar de su riqueza, se revelaron como los territorios donde menos se invirtió, con desviaciones negativas de un 13,3 y un 9,4 por respecto a la media.

Segundo, sanidad. «En casi todas las comunidades se han producido reducciones sustanciales del gasto sanitario durante la crisis». Sólo Asturias lo mantuvo, matiza el informe. En el caso de Andalucía, en el periodo analizado la minoración se elevó al 11,5 por ciento, hasta los 9.915,16 millones, un porcentaje superior a la media regional: el 6,04 por ciento (a 63.222 millones). Y si comparamos la inversión per cápita, el 21,13 por ciento de tijera andaluza (hasta 1.182,17 euros) y del 15,49 por ciento de media autonómica (a 1.356,89).

Si asignamos el índice 100 para España en 2013, Andalucía fue en gasto per cápita la última comunidad al arrojar 88,5, y con Madrid y Baleares también a la cola (93,4 y 94,5), mientras que Asturias lideró el ranking, con 131,4, seguida del País Vasco y Cantabria.

Y tercero, la territorialización del gasto en protección social, «que presenta notables diferencias debido al tamaño de la población, los niveles de renta, empleo y salarios de las regiones y otros factores que influyen en la especial cobertura a determinados colectivos de algunos territorios».

Teniendo presente tal apostilla, el volumen de recursos en Andalucía en una materia donde el aporte del Estado es esencial ascendió a 29.505 millones en 2013 (+11,77 por ciento respecto a 2008, siendo 6,98 la media). Sin embargo, en euros por habitante, descendió en la comunidad de 3.545,75 a 3.517,85 frente a la subida de 3.667,4 a 3.958,43 nacional.