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Los ministros Montoro y De Guindos. / Juan Carlos Hidalgo (Efe)
El Gobierno ha prorrogado un año más, con algunas modificaciones, el Programa de Activación para el Empleo (PAE), que se puso en marcha en 2015 y que incluye ayudas de 426 euros durante seis meses para parados de larga duración con cargas familiares.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno Íñigo Méndez de Vigo, explicó que entre las novedades, la prórroga permite el acceso a aquellos que hayan agotado una prestación contributiva o subsidio por desempleo, y no sólo el Renta Activa de Inserción (RAI), el Prepara o el Prodi.
Asimismo, se permitirá la incorporación al programa a las personas que, aunque no estuvieran inscritas como demandantes de empleo al entrar en vigor esta prórroga, sí lo estuvieran entre el 1 de diciembre de 2014 y el 1 de abril de 2016 y cumplan el resto de los requisitos.
Otra novedad es la reducción del plazo de espera para solicitarlo tras haber agotado otras prestaciones, de seis meses a un mes, así como el plazo de inscripción como demandante de empleo, de 360 a 270 días, dentro de los 18 meses anteriores a la solicitud de incorporación.
Además, se facilitará la acreditación de búsqueda activa de empleo a través de las agencias de colocación.
El Gobierno prevé un coste de 537 millones para este plan –220 millones para 2017 y 317 millones para 2018– con el objetivo de que puedan acceder a él 210.000 personas.
Esta prórroga ha sido objeto de diálogo y acuerdo con interlocutores sociales en el marco de la mesa de diálogo social del Plan de Choque por el Empleo, si bien los sindicatos habían pedido más cambios en las condiciones para poder ampliar más los beneficiarios de este plan.
Aunque el objetivo inicial era que se acogieran al programa 400.000 personas, según los datos de Empleo, entre diciembre de 2014 y abril de 2017 han sido atendidos 233.195 solicitantes, de los cuales 150.934 han accedido a la ayuda económica.
Uno de cada tres beneficiarios del mismo ha obtenido una colocación en los doce meses siguientes y el 88 por ciento de los que han percibido la prestación y la han compatibilizado con el empleo, han mantenido el trabajo tras finalizar el programa, dice Empleo.
Precisamente, el Consejo de Ministros también aprobó ayer la remisión a la Comisión Europea del Programa de Estabilidad Presupuestaria de España para el periodo 2017-2020, que incluye una previsión de un crecimiento medio del 2,5 por ciento anual hasta 2020 y una senda de reducción de la tasa de paro hasta alcanzar el 11,2 por ciento en 2020. El Gobierno adelanta al año 2019 la consecución del objetivo de los 20 millones de ocupados.
El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, destacó que se trata de previsiones «prudentes» y «realistas» que mantendrán a España «a la cabeza del crecimiento entre los países desarrollados» y permitirán situar el déficit público por debajo del 3 por ciento en 2018 con superávit primario.
La actualización del cuadro macroeconómico para el periodo 2017-2020 recoge una revisión de dos décimas al alza del crecimiento de la economía española para este año, pasando del 2,5 al 2,7 por ciento y un crecimiento del 2,5 por ciento en 2018, que se moderará al 2,4 por ciento en 2019 y 2020.
De Guindos resaltó que tras la «ligerísima desaceleración» registrada en la segunda parte de 2016, el 0,8 por ciento de alza del PIB del primer trimestre de este año muestra que la economía «se vuelve a acelerar» y auguró que esa «inercia» se «va a mantener en los próximos trimestres».