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El buque Sider Maracaibo, el primer en acogerse a la nueva escala de calados. / El Correo
El dragado de profundización del Guadalquivir está suspendido (tras la sentencia del Tribunal Supremo y el rechazo de la Unesco y del Consejo de Participación de Doñana) y mientras se reactiva, el Puerto quiere sacarle el máximo partido a la canal de navegación actual. Por eso ha aprobado que el calado máximo de entrada aumente 20 centímetros, hasta los 7,20 metros. No podrán entrar buques más grandes, pero sí más cargados. Ganarán 300 toneladas, lo que abarata el coste del transporte.
¿Y cómo ha sido posible sin el dragado de profundización? Esta medida forma parte de la primera fase del Programa de optimización de la navegación que el Puerto anunció en marzo y que pretende mejorar el acceso marítimo «bajo criterios de sostenibilidad». En primer lugar, este aumento del calado de entrada al Puerto se debe a que la amplitud de la onda de marea a lo largo de la ría del Guadalquivir es superior a la que históricamente se estimaba. Así lo apuntaban los distintos estudios científicos sobre el estuario, corroborado en la segunda fase de investigación, según el Puerto.
Además, el Puerto adecuó los muelles de la dársena artificial, recuperando su calado «histórico» que se había aterrado con el paso de los años. Ambas circunstancias han hecho posible que este lunes entrase en el Puerto el primer barco en acogerse a esta nueva escala, el Sider Maracaibo, que entró con 7,11 metros de calado llevando unas 7.300 toneladas de fertilizante. En su caso, ha reducido los costes en un cuatro por ciento.
Para ello, la dársena se sometió a un dragado para ganarle, en algunos puntos, hasta medio metro de profundidad. Y así pueden entrar los mismos barcos –de hasta 25.000 toneladas– pero en vez de tener de tope entre 10.000 y 15.000 toneladas de peso por el calado, podrán cargar 300 toneladas más, lo que supone una reducción de los costes logísticos para los operadores que mueven mercancía en el Puerto. Dicho dragado en la dársena se licitó por 2,52 millones de euros.
Pero, ¿tanto se ahorran los operadores? Según fuentes consultadas, hasta cinco euros por tonelada, si bien el verdadero ahorro se daría si pudieran entrar barcos más grandes que no tengan que cargar o descargar en puertos como el de Huelva o Cádiz. Pero sólo un dragado de profundización podría lograrlo.
Según el presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Manuel Gracia, el aumento del calado en 20 centímetros «permitirá crear unas mejores condiciones logísticas y ser una plataforma intermodal más competitiva para el desarrollo económico del territorio». Para Gracia, con esta medida Sevilla y su área metropolitana se convierten en un escenario «más atractivo» para la inversión privada y para la instalación de empresas.
El Programa de actuaciones para optimizar la vía navegable se basa en mejoras operativas –como el empleo de la doble marea y la programación con mayor precisión de las salidas y entradas de los buques– y en desarrollos tecnológicos, como medidas de simulación, instrumentación del estuario e implementación de un sistema de ayuda a la explotación basado en las TIC.
Sólo con la pleamar
Desde el océano Atlántico y después de un recorrido de 90 kilómetros, aproximadamente cinco horas de navegación, los buques llegan al Puerto de Sevilla a través de la canal de navegación, que está marcada por el régimen de mareas, de forma que los buques navegan aprovechando la pleamar. Esto es así porque la onda de marea, que llega hasta la esclusa Puerta del Mar permite aprovechar al máximo la canal de navegación e incrementar el calado operativo de los mercantes, según explican desde el Puerto. Es decir, a la profundidad del fondo del cauce de la ría, se le suma la altura de agua que aporta la onda de marea. Y para conocer el régimen de las mareas, anualmente el Instituto Hidrográfico de la Marina publica las tablas de marea con los datos de Chipiona, Bonanza y Sevilla.
En torno al Puerto hay cerca de 200 empresas, tanto portuarias como dependientes del mismo, las cuales generan más de 20.000 puestos de trabajo. El impacto sobre la economía de dicha industria supera los 1.100 millones de euros: el tres por ciento del PIB de la provincia de Sevilla y casi el uno por ciento del de Andalucía.
Llopis invierte 700.000 euros, Tecade crece y Rocket Logística aterriza
{El Puerto sigue exprimiendo sus terrenos, uno de sus activos con más potencial. Ayer su consejo de administración aprobó una concesión administrativa a Rocket Logística S.L. para ocupar durante 25 años una superficie de 11.300 metros cuadrados junto a la carretera de la Esclusa, en la margen derecha del canal de Alfonso XIII. Allí la empresa realizará actividades de almacenamiento y grupaje, en especial vinculadas a la logística del frío, y contará con instalaciones frigoríficas destinadas al tráfico de frutas y verduras, principalmente entre los puertos de las Islas Canarias y el de Sevilla.
Además, la Autoridad Portuaria aprobó la modificación de la concesión administrativa otorgada a Servicios Ambientales Llopis SL en noviembre de 2015 para la ampliación de sus terrenos con 3.697,45 metros cuadrados más, por lo que ya ocupará 8.497 metros cuadrados. Esta compañía sevillana, encargada de la recogida de residuos del Puerto, construirá en los terrenos una planta para la gestión de residuos y almacenamiento de depósitos, cubas y materiales, así como su nueva sede corporativa. Para ello, construirá una nave de 2.033 metros cuadrados, un edificio de uso administrativo de dos plantas y una nave taller de 401 metros cuadrados. Invertirá, según fuentes del Puerto, 700.000 euros.
Y otra que crece. El Consejo dio luz verde a la ampliación de la superficie que Tecade ocupa en la grada 3, en el polígono de Astilleros. La empresa con sede en Los Molares suma 2.994 metros cuadrados más a su concesión y continuará desarrollando actividades de fabricación y montaje de grandes estructuras metálicas para proyectos como el puente sobre el río San Lorenzo en Canadá.