Compre las hortalizas que vaya a consumir hoy mismo. Si quiere ahorrar, no llene aún su nevera. Eso es lo que recomienda una de las dependientas de una cadena de fruterías de Sevilla. La razón, los precios bajan un euro o más por día. Y es que hacer una ensalada a principios de enero era el doble de caro que en diciembre. La razón: la reducción de la producción por las lluvias y el frío en España y Europa.

En Andalucía, según el responsable estatal del sector de frutas y hortalizas de Coag, Andrés Góngora, la producción cayó a la mitad a principios de año. «La puntilla la dio el temporal de enero, ya que el sector sufrió mucho las lluvias torrenciales de mediados de diciembre». No llueve a gusto de todos. Ahora, «los precios en origen han vuelto a la normalidad», por lo que en las tiendas se empieza a notar.

El pasado viernes, la berenjena se vendía a 3,99 euros el kilo en una cadena de fruterías sevillana. Un día antes, estaba a 6,99 euros. El guisante estaba a 3,5, después de llegar a los 4,99 euros. La alcachofa ha pasado de los 4,99 euros el kilo en enero a 3,99 a principios de la pasada semana y a 3,50 el pasado viernes. El calabacín, por el que normalmente se paga entre 1, 25 o 1,50 euros el kilo, todavía se vende a cerca de 4 euros.

Góngora recuerda que los primeros productos afectados fueron los de hojas, como las lechugas, la escarola o la coliflor, y que incluso el tomate y el pimiento, que se cultivan en invernadero, también han padecido este subidón de precios por las inclemencias meteorológicas, especialmente la lluvia y la nieve. «Aunque estén en invernaderos, las bajas temperaturas ralentizan la maduración», explica Góngora, que asegura que el descenso de la producción de la lechuga superó el 50 por ciento, mientras que la del pimiento y el tomate no llegó a esa cifra, pero casi. Calabacín, berenjena y judía verde también registraron una importante disminución de la producción, según los datos de Coag.

Para la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) han sido tantas las pérdidas de producción por el frío que «en ningún caso se resarcen» con la subida de los precios. Además, UPA avisa: «Alguien se está forrando» con las hortalizas, ya que su precio en los supermercados «sigue siendo carísimo» y, sin embargo, las cantidades que reciben los agricultores se han desplomado.

Según los datos estadísticos del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Magama), las lluvias y el frío incrementaron el precio de la lechuga hasta un 200 por ciento desde diciembre.

Pero no sólo este vegetal se volvió un producto de lujo. Hacer una ensalada ha sido en enero casi un 60 por ciento más caro que a principios de diciembre. La lechuga romana costó, por ejemplo, un 131 por ciento más, y el tomate un 72 por ciento, según los datos del Ministerio.

Y no sólo valen más las hortalizas, sino también el aliño. El aceite de oliva virgen extra ha aumentado un siete por ciento su precio en las últimas semanas, según los datos estatales. A 31 de enero cotizaba a 3,56 euros por litro, 22 céntimos más que el 1 de enero y el máximo desde octubre de 2015. El retraso de la campaña encendió las alarmas, pero el sector lanzó un mensaje de tranquilidad.