«El TTIP no hará milagros; las pymes deben prepararse para exportar»

Las empresas andaluzas Aertec, AGQ Labs y La Regañá de don Pelayo exponen en la CEA sus experiencias de entrada en el mercado de EEUU

11 oct 2016 / 15:53 h - Actualizado: 11 oct 2016 / 15:57 h.
"Empresas","Comercio","Exportaciones","Internacionalización","Inversión","TTIP"
  • Vicente Padilla (Aertec), David de Castro (La Regañá de Don Pelayo), Jochen Müller, Antonio Carrillo (CEA) y Pedro Torres (AGQ Labs). / El Correo
    Vicente Padilla (Aertec), David de Castro (La Regañá de Don Pelayo), Jochen Müller, Antonio Carrillo (CEA) y Pedro Torres (AGQ Labs). / El Correo

En los dos últimos años, la campaña en contra del tratado comercial que negocian la UE y EEUU, conocido por sus siglas en inglés TTIP, está ganando la batalla. En parte, sustentada por los errores de comunicación y transparencia que Europa ha cometido y que reconoce, por lo que ha decidido enmendarse y acercar a la sociedad civil una negociación que se antoja complicada y que ya no podrá cerrarse bajo el mandato de Obama. En ese contexto se enmarca la visita que el analista político de la Representación de la CE, Jochen Müller, ha hecho a Sevilla, en la que reservó una cita con los empresarios locales, ante los que destacó las ventajas que el acuerdo conllevará, en caso de que se materialice, para las pymes contra la creencia, dijo, de que serán las multinacionales las grandes beneficiadas del TTIP. Müller detalló que se trabaja para crear «un portal único» en internet en el que se facilite a todas las empresas cuáles son las singularidades de su sector y qué trámites necesitan para poder exportar sus productos y servicios a EEUU, reduciendo así las trabas burocráticas. Un mercado que actualmente es el sexto en importancia para la comunidad andaluza, que ofrece el aceite de oliva, la aceituna y conservas de frutas como productos estrella.

Para explicar las particularidades del mercado americano, tres empresas andaluzas, la ingeniería y consultoría aeronáutica Aertec, la firma de servicios de control de laboratorio y consultoría AGQ Labs y La Regañá don Pelayo, narraron cómo fue su experiencia de saltar al otro lado del Charco, con la intención de allanar el camino a quien se lo esté pensando. Ojo, señaló el director de Marketing Internacional de AGQ Labs, Pedro Torres, que el TTIP no se convertirá en un milagro para las pymes, sino que ayudará a crecer a aquellas que se preparen a conciencia para exportar con una estrategia definida, pero no a las que escogen la exportación como tabla salvadora ante el bloqueo o parálisis del mercado nacional. Y ahí hay campo de mejora, pues apenas 90.000 del 1,5 millones de pymes que hay en España venden fuera.

En lo que coincidieron los tres es que EEUU no es un país, sino 50 estados distintos con diferentes realidades.

Aertec cruzó el Atlántico el pasado verano y ya ha cerrado tres contratos. Salvando las barreras para entrar –cuesta al menos seis meses lograr un visado para ir a trabajar y analizar el mercado in situ– y el proteccionismo –«un problema generalizado también el Europa»–, una vez que llegas, el cliente americano «si eres bueno en algo, te acepta sin importarle de donde seas», explica Vicente Padilla, director general de la ingeniería, pero a cambio hay que ser cumplidor y no fallar. Además advirtió de la enorme brecha cultural, que no se debe menospreciar. Y otro consejo, «no nos empeñemos en gastar energía en algo que no tiene futuro. A lo mejor triunfa más uno que vende churros que jamones ibéricos», ilustró.

El gerente de La Regañá de don Pelayo, David de Castro, lamentó haber tenido más éxito en EEUU que en su propia tierra y valoró de los americanos que sean tan exigentes y meticulosos porque priman la calidad al precio.

El director de Marketing Internacional de AGQ Labs señaló la seriedad en el pago –se cobra en siete días frente a los 80 que se tarda en España, dijo– y reseñó que su estrategia de internacionalización estuvo motivada para acompañar a sus clientes en el mercado americano. «Como hay doble inspección de los productos que llegan, pensamos que podríamos ayudarles ahí». Eso sí, el periodo de aterrizaje fue largo, de dos años. En el ámbito de su actividad, mostró preocupación por la disparidad de criterio en los controles y el uso de fitosanitarios o las 150 variedades de transgénicos en EEUU, pero Müller aclaró que la legislación europea no cambiará después del acuerdo y que los americanos tendrán que respetar el principio de precaución que rige en la UE y las prohibiciones a la carne con hormonas o al comercio de transgénicos, entre otras cuestiones,