Happy Hospes, el ‘mejor amigo’ del huésped

Nace una plataforma en Sevilla especializada en la

22 mar 2017 / 08:12 h - Actualizado: 22 mar 2017 / 08:12 h.
"Turismo","Emprendedores"
  • Ignacio Ambel enseñando a una pareja de turistas uno de los apartamentos que gestiona. / El Correo
    Ignacio Ambel enseñando a una pareja de turistas uno de los apartamentos que gestiona. / El Correo

La capital hispalense es uno de los lugares predilectos por los usuarios de plataformas de alquiler de apartamentos turísticos como Airbnb. Tanto es así que el barrio de Triana se situó como el sexto destino más demandado del mundo en 2016 por los usuarios de esta web y el único español entre los 15 primeros destinos más solicitados.

La idea era que ciudadanos del mundo compartieran sus viviendas. Sin embargo, el boom de este modelo de alojamiento turístico es tal que para muchos se ha convertido en un segundo ingreso y, por tanto, en un trabajo, que muchas veces no puede acometer con la dedicación que requiere. Por eso, nació Happy Hospes, una plataforma sevillana especializada en la gestión de estos apartamentos, creada por Ignacio Ambel.

Después de dos décadas trabajando en el mundo hotelero, Ambel apostó por darle un vuelco a su profesión. «Si surgían alternativas como Airbnb, era porque algo no estaban haciendo bien los hoteles», reflexiona.

La clave está en la cercanía que este tipo de plataformas ofrece al visitante. «Las necesidades de los turistas que viajan a través de este modelo son diferentes, buscan que le hagan recomendaciones sobre la experiencia en la ciudad».

Happy Hospes analiza al huésped desde la reserva. En este momento empieza la relación, le preguntan sobre sus necesidades, «no sólo durante la estancia, también en la preparación», de esta forma les ayuda a establecer un perfil del viajero.

Además, el servicio permite al cliente (el propietario del piso) «librarse de las obligaciones». Y es que, como explica Ambel, alquilar un piso implica «atender al huésped, limpiar la casa, lavar...». Pero a través de Happy Hospes el propietario podría externalizar la publicación del anuncio, la comunicación con el visitante, la recepción de los inquilinos, así como la limpieza de la vivienda. En definitiva, le quita «las preocupaciones de la gestión y el apartamento obtiene una mayor rentabilidad».

La reserva funciona de la misma manera. El propietario sigue manteniendo su perfil en Airbnb y el visitante alquila el alojamiento a través de la plataforma, como lo hace habitualmente. Sin embargo, a la hora de entablar la conversación con el huésped, el propietario comunica a su inquilino que hay un equipo gestionando la reserva y a partir de ahí el dueño del piso «se olvida de todo», aunque en todo momento tiene el control de las conversaciones e incluso del pago, pues es él quien ingresa el dinero de la reserva y luego paga un 20 por ciento de comisión a la empresa de Ambel. A cambio, Happy Hospes se encarga de la entrega de llaves y se convierte «en el mejor amigo del huésped», asegura.

Sevilla cuenta con 3.500 alojamientos registrados en Airbnb, de las que en torno a 1.700 están legalizadas. Es decir, cumplen con el decreto 28/2016, de 2 de febrero, de las viviendas con fines turísticos, de la Junta de Andalucía. En opinión de Ambel, «queda una porción importante de apartamentos que tiene que legalizarse y si no lo hacen desaparecerán (la normativa será totalmente vigente a partir del 11 de mayo), aunque la capacidad inspectora de la Junta es limitada y Airbnb sólo comercializa, no ejerce de inspector». En este sentido, Happy Hospes también asesora a los propietarios para legalizar las viviendas, incluso llega a realizar el trámite.

El objetivo de esta empresa es «promover Sevilla como destino turístico de máxima calidad». De hecho, Ambel asegura que hay «muy buen producto». No obstante, en ocasiones se encuentran con viviendas con estándares mínimos, por lo que ofrecen al propietario convertirla en un «producto premium». «Hay apartamentos que con un lavado de cara (pintura y decoración) cambia mucho y se adapta a las necesidades del huésped, «que principalmente viene buscando el efecto 3D: descanso, ducha y desayuno (cocina)».

De momento sólo operan en Sevilla, aunque el plan de negocio es saltar a Málaga este año y «posiblemente» a Granada. El desembarco en Córdoba está previsto para más adelante.