Heineken dice adiós a la crisis en Sevilla

Innovación. Reducir el consumo de agua e incrementar el cultivo de cebada son algunos de los retos de la holandesa, que en 2016 produjo 4,2 millones de hectolitros de cerveza en Torreblanca, como antes de la recesión

13 mar 2017 / 21:03 h - Actualizado: 14 mar 2017 / 20:39 h.
"Economía","Empresas","Industria","Alimentación","Agroalimentación","Cerveza: la 'rubia' que refresca Sevilla"
  • Uno de los 217 trabajadores que forman parte de la plantilla de Heineken en Sevilla, que con eventuales en el verano llega a contratar hasta a 250 personas. / El Correo
    Uno de los 217 trabajadores que forman parte de la plantilla de Heineken en Sevilla, que con eventuales en el verano llega a contratar hasta a 250 personas. / El Correo
  • De la fábrica de Sevilla salen 4,2 millones de hectolitros de cerveza al año. / E. C.
    De la fábrica de Sevilla salen 4,2 millones de hectolitros de cerveza al año. / E. C.
  • Uno de los alumnos de la Escuela de la Fundación Cruzcampo, con sus oficinas en la antigua fábrica.
    Uno de los alumnos de la Escuela de la Fundación Cruzcampo, con sus oficinas en la antigua fábrica.
  • Heineken dice adiós a la crisis en Sevilla
  • Heineken dice adiós a la crisis en Sevilla

Si son 47 litros por persona en España, Sevilla está en 120, al nivel de los países más cerveceros del mundo. Cebada, agua, lúpulo y levadura son los ingredientes básicos de cualquier birra, pero en Sevilla arrasa Cruzcampo, la cerveza fabricada en la capital andaluza desde 1904.

Giuseppe Di Stasio, director de la fábrica de Heineken en Sevilla, explicó a este periódico que en 2016 la fábrica produjo 4,2 millones de hectolitros de cerveza en todos los formatos (barril, botellín, tercio y lata), alcanzando los niveles previos a la crisis económica. La línea de envasado de latas es «una de las más punteras», y llega a envasar 90.000 unidades a la hora.

La fábrica de Sevilla es un referente industrial, pero también tiene retos. Por ejemplo, ha trazado un ambicioso objetivo para reducir el consumo de agua en un 25 por ciento en 2020, al igual que el resto de fábricas de la compañía. Actualmente, la factoría hispalense consume 420 millones de litros de agua y el pasado año puso en marcha dos proyectos de compensación de agua en Doñana y Jaén. Pero no es ese su único desafío.

Cerca del 95 por ciento de los procesos están automatizados, «contribuyendo a la optimización en materia energética y medioambiental y a la seguridad en el trabajo». «A pesar de ello, la mano del hombre sigue teniendo una importancia capital, siguiendo la metodología TPM de mejora de trabajo continua», apunta Di Stasio.

La fábrica cuenta con 217 empleados fijos, que con eventuales de campaña de verano y sustitución de bajas y vacaciones se acercan a los 250. Hay que recordar que los casi 400 empleados de la antigua fábrica de Cruzcampo en Nervión se quedaron en 265 con prejubilaciones y bajas incentivadas cuando Heineken estrenó su planta en Torreblanca, en 2008.

El 40 por ciento de los más de 2.400 profesionales que hacen posible la actividad de la cervecera holandesa en España se encuentran en Andalucía, ya que cuentan con dos fábricas, en Sevilla y en Jaén, cinco delegaciones comerciales y oficinas centrales. A esta cifra habría que sumar los empleos indirectos que la compañía genera en distintos sectores, como la agroalimentación, distribución, retail y hostelería, canal en el que es líder con la marca Cruzcampo a nivel nacional.

La actual planta cervecera de la multinacional en Sevilla es la mayor de las cuatro fábricas que la compañía tiene en España (en Madrid, Valencia y Jaén). Su apertura supuso la mayor inversión privada realizada hasta la fecha en Andalucía (320 millones de euros) y consolidó a Sevilla «como uno de los grandes reinos mundiales de la cerveza», según el director de la factoría.

Los diferentes procesos productivos de estas instalaciones son: cocimiento, filtración, bodega y envasado. «Acreedora de numerosos galardones a la excelencia en materia de seguridad, eficiencia energética y calidad», la planta sevillana produce y envasa la mayoría de referencias cerveceras de Heineken España, destacando Cruzcampo en su formato barril que se elabora con un exclusivo proceso de filtrado en frío, y las referencias más innovadoras, como Cuzcampo Cruzial, Cruzcampo Radler o Desperados, comenta Giuseppe Di Stasio.

El complejo de 72 hectáreas de extensión (35 construidas) incluye grandes edificios que se dividen en varias zonas: la maltería de Intermalta, la sala de cocimiento, la bodega de fermentación, la zona de envasado, el corredor de transferencia hacia el operador logístico (DHL), el almacén de producto, laboratorio y sala de servicios auxiliares.

Eso sí, ya que la automatización es casi total, «las posibles mejoras pasarían por la modernización de los sistemas informáticos de gestión de la producción para conseguir la mejora continua de los procesos», según el responsable de la planta. Un segundo reto tras el de la reducción del consumo de agua.

En 2015, el 90 por ciento de los proveedores de Heineken en Sevilla fueron locales, porcentaje que es aún más elevado en el caso de las materias primas utilizadas para la elaboración de la cerveza, alcanzando el 96 por ciento y favoreciendo al sector agrícola.

Materias primas

Según la multinacional, para garantizar un cultivo sostenible es clave el papel de Intermalta, su principal proveedor de malta. Junto a ellos, promueven el cultivo de la cebada en Andalucía y Extremadura, incrementando los contratos con agricultores locales. Desde 2011 aseguran que se han experimentado «notables avances»: «Los cultivos bajo contrato en Andalucía se han incrementado en más de 8.500 hectáreas, alcanzando un total de 21.000 en 2015». La cantidad total de cebada producida se ha duplicado hasta las 30.000 toneladas, según los datos proporcionados por la cervecera, que añade que hay más de 1.000 agricultores vinculados.

No obstante, admiten que aún son más ambiciosos y tienen el reto –el tercero– de alcanzar «entre 40.000 y 50.000 hectáreas de cultivo de cebada en los próximos años».

MÁS INNOVACIÓN

Otra de la señas de identidad de esta compañía es la innovación. En torno al 10 por ciento del volumen de ventas de la compañía son innovaciones de los tres últimos años, entre las que se encuentran Radler, Cruzcampo Cruzial o experiencias cerveceras como THE SUB. Y es que la innovación forma parte del ADN de Heineken España, «desde la búsqueda constante de nuevas formas de satisfacer las necesidades y motivaciones del consumidor hasta la mejora de procesos, una visión innovadora del marketing y el desarrollo de nuevos conceptos de negocio que aporten valor a consumidores y clientes». Su afán innovador se hace latente en la forma de enfriar las cervezas con los equipos más «ecosostenibles» del mercado, en los programas de sostenibilidad e impulso del talento y, por supuesto, en productos, tanto en el desarrollo de nuevos segmentos como el denominado sabores (Shandy Cruzcampo, Buckler Blanca y Negra, Radler), como nuevos lanzamientos (Shandy Cruzcampo Zero, Cruzcampo Cruzial) o nuevas formas de consumo (THE SUB ).

FUNDACIÓN CRUZCAMPO

Nada menos que 20 años lleva la Fundación Cruzcampo trabajando con programas como #talentage para mejorar la empleabilidad de jóvenes universitarios o RED INNprende, para fomentar el emprendimiento en los sectores agroalimentario, turismo y hostelería. El objetivo es impulsar y reconocer el «talento del Sur».

Además, en los tres centros de la Escuela de Hostelería ubicados en Sevilla, Valencia y Jaén se forman profesionales y se obtienen «unos elevados índices de inserción laboral». A lo largo de los últimos 15 años se han formado cerca de 12.000 alumnos e impartido más de 700 cursos.