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David Bueno, gerente de la empresa sevillana Intedifar. / Manuel Gómez
¿La recuperación del sector de la construcción es real? ¿Es el momento de lanzar proyectos? ¿Cómo se corrigen los errores del pasado y cómo enfrentarse al nuevo mercado? Tras quince años en el sector bajo el paraguas de una multinacional, David Bueno, aparejador, se ha planteado estas cuestiones para concluir que sí, que es el momento de emprender, de lanzar una empresa de construcción, Intedifar (www.intedifar.com), con dos pilares básicos: «La calidad y la seriedad». «Nada de chapuzas y de mala praxis».
Bueno, gerente de Intedifar, explica que su compañía ofrece al cliente «la mejor relación calidad-precio, las mejores calidades en materiales y soluciones técnicas, así como seriedad en los plazos de terminación, en la entrega del presupuesto y en la ejecución de éste». «Hay bajas temerarias hasta del 50 por ciento. Y después, el cliente o paga lo que le piden de más o busca otra constructora para seguir la obra que le costará el doble. La mala praxis funciona en Sevilla porque el cliente siempre mira lo más económico. Eso no puede seguir así. Hay que ser profesional y hacer presupuestos ajustados y reales», defiende Bueno, quien subraya que la clave está en trabajar «con seriedad».
Y todo ello aplicado tanto a la rehabilitación de viviendas como a la nueva construcción, de pisos, de locales comerciales o de clínicas. «Todo lo que sea construcción», remarca Bueno, quien quiere captar clientes tanto en Andalucía –por ahora Sevilla y Huelva– como en Madrid.
«Sevilla es una plaza de toros difícil de torear. Hay mucha competencia porque hay muchos empresas alegales u opacas, economía sumergida. Si la rehabilitación vale cinco, ellos la hacen por 2,5 porque no tienen costes de gastos generales. Se acepta mucho dinero B. Yo no trabajo en B. Me niego, por lo que he perdido muchas obras por este motivo», asevera este emprendedor enamorado de la construcción que ha apostado por su tierra «por la familia» y porque «el reto es muy atractivo».
Eso sí, admite que para montar una empresa se necesita «solvencia», si no es así es «muy complicado». «Se necesita mucha publicidad y tener un remanente en la cuenta bancaria para pagar a tus trabajadores si el cliente no te paga, por ejemplo», explica Bueno, para quien la recuperación del sector de la construcción se deja ver «en el número de presupuestos que recibo».
No obstante, asegura que lo que se está activando con más fuerza es la rehabilitación de vivienda, «porque la obra nueva prácticamente está parada». El negocio está, indica, en las reformas de la vivienda de segunda mano. Y a la pregunta de si el próximo año será el de la recuperación del ladrillo, Bueno lo tiene claro: «No, creo que tardará 4 o 5 años. Lo importante es mantenerse en el sector, que el cliente te conozca y que cuando se relance el mercado te llamen y tiren de ti. Hay que estar bien situados para cuando vengan tiempos de bonanza».
Para ello, Bueno considera que su empresa debe satisfacer al cliente, «que exige calidad y acabar en plazo». De ahí que ofrezcan «seriedad desde la elaboración del presupuesto, en su entrega, en la ejecución de la obra, en el plazo de la terminación...». Lo más importante para que un negocio marche bien es la «honradez, la calidad en las soluciones y la profesionalidad». «No quiero chapuzas, no me gusta engañar a nadie», remarca.