-
El río Guadalquivir, a su paso por Coria del Río. / David Estrada
Ni Ecologistas en Acción ni WWF ni la propia Junta de Andalucía votaron este viernes a favor del borrador del Plan Hidrológico del Guadalquivir en el Consejo del Agua –que le dio su visto bueno–, entre otros motivos por la inclusión del dragado de profundización del tramo navegable de este río, un proyecto del Puerto de Sevilla rechazado por las instituciones europeas y los tribunales de Justicia.
Una sentencia de la sección 4 de lo contencioso del Tribunal Supremo –ante un recurso presentado por WWF– anuló la inclusión del dragado en el Plan Hidrológico por no estar lo suficientemente justificado y por considerarse una medida compensatoria cuando, en vez de mejorar la calidad de las aguas, podría tener efectos negativos sobre ellas.
Ante este revés, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el propio Puerto, presidido ahora por el socialista Manuel Gracia, anunciaron que justificarían ampliamente el proyecto en el Plan Hidrológico y que se subsanaría su consideración como medida complementaria. ¿Cómo? Incluyéndolo en el capítulo de «objetivos ambientales y exenciones». Algo que no convence ni a las organizaciones ecologistas ni al Gobierno andaluz.
El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, manifestó que se opone al programa de medidas que recoge el plan y a que se mantenga el dragado en contra de las recomendaciones de la Unesco, que mantiene una queja abierta contra España.
Medio Ambiente cree un «despropósito» que el Estado incluya en el programa de medidas de dicho plan una serie de actuaciones, de importante cuantía económica, «que no corresponde realizar a la administración autonómica» y lamentó en una nota que no se hayan atendido sus sugerencias, por lo que mostró su «total desacuerdo». Además, la Junta considera que la justificación que hace el Estado sobre la inclusión del dragado, en función de la sentencia del Tribunal Supremo, «no es suficiente» –se basa en criterios económicos–, por lo que pidió su retirada para evitar que Doñana pueda llegar a estar inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro.
Juanjo Carmona, coordinador técnico de la Oficina de WWF en Doñana, coincidió con la Junta y apostilló que si el Consejo Nacional del Agua y, después, el Consejo de Ministros aprueban definitivamente el Plan Hidrológico lo recurrirán. «Emprenderemos las acciones oportunas», indicó a este periódico. Eso sí, está por ver qué opina Europa, que debe supervisar los planes hidrológicos.
De las tres regiones implicadas, sólo Castilla-La Mancha dio su visto bueno, puesto que Extremadura no votó por no haber tenido tiempo para estudiarlo. En el caso de que el dragado se incluya finalmente, dejaría al Puerto una puerta abierta para su futura ejecución, mientras que su exclusión sería otro revés más.