El Papa Francisco y el expresidente de Estados Unidos Barack Obama son las personas más influyentes del planeta. Así lo indica el índice klout, que mide la capacidad de influencia en las redes sociales. Es la misma herramienta que da nombre a Klouters, la startup sevillana que ha creado uno de los primeros market place para influencers españoles.

La idea surgió en la cabeza de Patricia Martín hace dos años durante un Startup Weekend. Como Ginger bad habits (así se llama su blog y su perfil en Instagram) se dio cuenta de la tendencia de promocionar marcas a través de los influencers. Así que decidió embarcarse en el proyecto de una plataforma que permitiese a estas personas dar salida a esos productos que las marcas les regalan por cortesía y publicidad.

Durante estos días, la web cumple un año de vida, pues fue en septiembre de 2016 cuando echó a andar. Y esperan seguir creciendo en el Programa Minerva, que impulsan conjuntamente Vodafone y la Junta de Andalucía, en el que a lo largo de este curso académico recibirán formación empresarial y perfilarán el futuro de la empresa.

Pero, por el momento, les va muy bien. En menos de un año han conseguido tener en nómina a medio centenar de influencers. Sólo en el último mes se han incorporado siete. Son perfiles de moda, decoración o enfocados al mundo nupcial que cuentan con entre 5.000 y 100.000 seguidores, aunque para Klouters lo más importante es el feedback, que mide el verdadero poder de influencia. Entre ellos se encuentran caras conocidas como Carlos Soler, Miguel Ángel Olivares, Laura Molina o Laia Alemany, entre muchos otros. Por ahora, no todos venden a través de la plataforma, sino que lo hacen en torno a 30, señala la responsable de marketing, Adriana Caraballo. Ropa, complementos o cualquier objeto que se precie de personas de moda, con estilo e influencia que están al alcance de todos, ya que cualquier usuario puede comprarlos.

Es más que un escaparate para los influencers. Recientemente, también les dan la opción de utilizar la plataforma para lanzar a la venta sus propias marcas (una sección que denominan handmade). Cada vez son más los que optan por emprender su propia línea de ropa o complementos como recompensa a esos seguidores que son fieles al estilo de su influencer, explica Caraballo. Un ejemplo mundialmente conocido es el del clan Kardashian, quienes convierten en oro todo lo que tocan y más si son productos que lleven su sello y seña. En España, todavía no hemos llegado a ese nivel, asegura Caraballo, pero ya hay influencers como Dulceida, que han lanzado su propio perfume o línea de ropa.

También han dado la oportunidad a marcas emergentes que crean tendencia, pero que no tiene la infraestructura de una gran firma, de vender sus productos a través de esta plataforma, explica la responsable de marketing, Adriana Caraballo. Por el momento trabajan con la gaditana Pantai, que fabrica gafas de madera, y con la valenciana Infinitti.

La rentabilidad de esta plataforma depende de las vendas. Klouters se queda con un 18 por ciento de cada venta, «es la comisión más baja de todas las páginas de venta de ropa de segunda mano», asegura Caraballo. Además permiten a los influencers publicitarse en los hot spot (tienda online) de otros que cuenten con más seguidores para darse a conocer.

Entre sus principales competidores se encuentran webs como Chicfy (la de «claro que sí, guapi») o Buy trending. Esta última es su competencia más directa, ya que también se ha centrado en los instagrammers, aunque siempre hay una diferencia: en Klouters, cada influencer tiene su propio escaparate, su propia tienda, por lo que le da más valor.