El sector de la agroalimentación ya no está en crisis, por eso prevé un 2016 de consolidación aunque, eso sí, no crecerá tan rápido como estaba previsto. Eso es lo que se defendió ayer en el IV Foro de la Empresa Agroalimentaria y de la Distribución inaugurado por los presidentes de la Asociación Empresarial Alimentos de Andalucía (Lándaluz), Álvaro Guillén, y de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), Luis Osuna.
Guillén sostuvo que el sector se mantuvo firme pese a la grave crisis económica y que las expectativas de recuperación se han cumplido, pese a la indefinición política que conllevó el estancamiento del consumo interno. En los mercados internacionales, el sector agroalimentario y de bebidas andaluz presenta un año más cifras récord. Los datos lo avalan.
Osuna indicó que están preocupados por la caída en los primeros cinco meses del año de la confianza del consumidor, dato que les hizo rebajar las previsiones de crecimiento del sector del 2 al 1,5 por ciento para 2016. «Lo afrontamos con optimismo porque lo peor ya pasó», dijo.
Según el II Estudio del Sector Agroalimentario de Andalucía elaborado por KPMG en colaboración con Lándaluz, que analiza la situación actual y los retos de este sector que genera el 25 por ciento del empleo industrial andaluz, la cuenta de pérdidas y ganancias de 2014 de las 29 compañías con mayor facturación de esta industria presenta un incremento de la cifra de negocio del 0,7 por ciento respecto al año anterior y del 4,8 por ciento respecto a 2011 (primer año de la serie analizada). Los datos agregados de estas firmas muestran una mejora en las ventas de casi 28 millones de euros.
A este aumento de ventas se sumó en 2014, «por primera vez, una mejora en el margen bruto cambiando la tendencia, puesto que en los ejercicios precedentes se observaba un deterioro paulatino». En concreto, el margen bruto (margen de beneficio antes de impuestos) presenta una mejoría de 1,07 puntos porcentuales al pasar del 36,76 al 37,83 por ciento.
«Se rompe así la tendencia observada a lo largo de la serie y hasta 2013 de caída mantenida del margen bruto», señala el informe que explicó ayer Carlos Peregrina, socio responsable del sector Consumo de KPMG en España. Casi el 73 por ciento de las sociedades que participan en este estudio experimentaron esta mejora. No obstante, los resultados de explotación decrecieron por el aumento de gastos como los de personal.
En materia de empleo, el informe señala que los datos de 2014 apuntalan la tendencia alcista iniciada en 2013, aunque con cifras por debajo de las registradas en 2011. Si el número medio de empleados en 2011 era de 10.069, en 2012 fue de 9.625, en 2013 de 10.140 y un año después de 10.215.
El salario medio, según Peregrina, también se recupera desde 2012 a 2014 «y ya está al nivel de 2011». Sólo hay un pero, «no fueron años inversores». «Hay que considerar si es coherente con el objetivo de incrementar la competitividad», apostilló antes de recordar que las empresas del sector optaron por el desapalancamiento.
Por otro lado, el II Estudio del Sector Agroalimentario de Andalucía elaborado por KPMG incluye los resultados de una encuesta a directivos. Para el 47 por ciento de ellos, el factor coste/precio es el más importante a la hora de competir en un mercado global. Le siguen el tamaño de la empresa (19 por ciento) y la búsqueda de un buen socio local (15 por ciento).
El 29 por ciento opina que la política de precios es el factor en el que se centra principalmente el plan de acción de su compañía en el mercado español, el mismo porcentaje que dice que la reducción de costes de fabricación es su prioridad para ganar competitividad.
Estados Unidos se presenta como el país que, en un principio, ofrecerá más oportunidades para el sector en los próximos dos años; así lo cree un 36 por ciento. La Unión Europea, con un 18 por ciento, y China, con un 16 por ciento, son los siguientes mercados más prometedores. Según la opinión de los directivos, se han producido notables progresos en la internacionalización a través del subidón de las exportaciones, pero aún no se han dado avances significativos en alianzas con socios locales que aporten estabilidad.