La caza menor es para todos

Deporte. La provincia de Sevilla destina para esta práctica un total de 899.295 hectáreas repartidas en 1.051 cotos. En 2016 se otorgaron 41.000 licencias para cazar en Sevilla

10 ene 2017 / 22:12 h - Actualizado: 11 ene 2017 / 07:58 h.
"Economía","Medio ambiente","Agricultura","Caza","La caza apunta alto"
  • Un cazador apunta con su arma para matar un ave durante una cacería. / El Correo
    Un cazador apunta con su arma para matar un ave durante una cacería. / El Correo
  • Reclamo de perdices durante una cacería. / El Correo
    Reclamo de perdices durante una cacería. / El Correo
  • Los galgos se emplean para la caza de liebres. / Antonio Acedo
    Los galgos se emplean para la caza de liebres. / Antonio Acedo

La caza menor, aquella que se practica para abatir animales habitualmente menores que un zorro común, es una de las modalidades deportivas más practicadas tanto en Sevilla como en Andalucía. El contacto con la naturaleza, la pasión por pasar una jornada en el campo y también el respeto a los animales hacen que miles de sevillanos se hayan decantado por esta modalidad. Además, la caza menor tiene un coste bastante menor que aquella en la que se abaten animales de gran tamaño, fundamental por el pago de los puestos del coto en el que se realiza la cacería y también por el coste de los materiales, que habitualmente serán de más precisión, más potentes y por lo tanto, de precio más elevado.

Este tipo de caza atiende, por lo tanto, al tamaño de los animales que se capturan, o intentan, y no por la modalidad de la cacería. Todas las especies cinegéticas de la caza menor quedaron reguladas a tamaño por el Real Decreto 1095/1989, y las diferentes modalidades que quedan establecidas son las denominadas como en mano, en ojeo, al salto con perros, reclamo y al paso.

La primera categoría corresponde a aquella en la que varios cazadores baten el campo abierto en ala y a una distancia equidistante entre ellos y con el apoyo de perros. Es una de las más practicadas dado que engloba la caza en equipo y el trabajo con los animales. El ojeo, por su parte, predomina para la caza de la perdiz roja –muy popular– y en ella los cazadores están colocados en puestos al tiempo que un grupo de ojeadores avanza hacia los puestos para dirigir hacia ellos las perdices. Por su parte, la denominada al asalto con perro, está considerada como una de las más duras, aunque también es de las más practicadas. En esta categoría, el cazador va sólo por el campo levantando las piezas a batir. La dificultad estriba en la dureza física y en el desconocimiento del terreno y de la reacción que puedan tener los animales.

Para la caza con reclamo se emplea habitualmente un macho de perdiz enjaulado a modo de reclamo para que atraiga a sus congéneres salvajes en la época de celo hasta unos quince metros más o menos de donde se encuentre el cazador. Además de la caza en sí, los amantes de esta práctica también valoran sobre manera la forma de comportarse del reclamo, que se suele colocar en una zona más elevada que el cazador.

Por último, la modalidad denominada al paso se emplea fundamentalmente para la caza de palomas, tórtolas, zorzales y aves acuáticas. Aquí, los cazadores aguardarán ocultos y camuflados en puestos por los que las aves pasarán de forma natural hacia sus zonas de alimentación, bebida o dormidero.

Superficies

Respecto a las superficies destinadas a la caza menor, en la provincia de Sevilla hay actualmente destinadas un total de 899.295 hectáreas, según los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Respecto al número de cazadores habilitados, en Sevilla hay un total de 92.644; 316 rehalas; 239 cetreros; 73.012 pescadores; 759 embarcaciones y 2.129 cotos de caza. Respecto a las licencias de caza emitidas a largo de todo el pasado año, las de cazadores ascendieron a 41.033. Por último, el número de cotos de caza menor en Sevilla y provincia es de 1.051 y de 213 para caza mayor de los que 1.164 son privados; 99 deportivos y uno intensivo.