«La clave es la especialización. El transporte es un sector agresivo»

¿Cuándo nació Octavio Transportes y cómo se especializó en la aeronáutica?

—La empresa la creó mi padre en 1971. La especialización en aeronáutica llegó hace más de 33 años, cuando empezamos a transportar puertas de pasajeros de la antigua CASA. Yo era el conductor y teníamos tres o cuatro camiones sólo. Vimos que Construcciones Aeronáuticas tenía que llevar muchas piezas a sus proveedores, detectamos ese nicho de mercado y empezamos a crear como una telaraña. Hoy somos los únicos autorizados con la EN9100 en el planeta.

—¿Su empresa es la única transportista con la certificación aeronáutica?

—Sí. Estamos certificados como empresa aeronáutica. Y en este mes empezamos con la EN9120, aún más exigente. Somos aeronáuticos, no transportistas normales.

—¿Adaptan sus vehículos a las piezas que transportan?

—Tenemos vehículos exclusivos en el mercado, algunos se abren con mando a distancia y otros son estándar. Depende del programa, pero sí, se diseñan los remolques acorde a las piezas a transportar.

—En cuanto a los números, ¿cuántos vehículos forman su flota, cuántos trabajadores tienen y qué facturación registraron el pasado año?

—Tenemos unos 70 camiones, sin contar los que deben llegar porque hemos hecho algunos pedidos. Y empleados tenemos entre 80 y 85. El año pasado facturamos más de seis millones de euros.

—¿Notó la crisis económica?

—La crisis no nos afectó. Es un sector fuerte y la aeronáutica va un poco por delante del resto de los negocios. Hemos ido de la mano del sector aeronáutico. Cuando han cerrado muchas empresas de transporte por carretera nosotros hemos ido creciendo, remodelando las instalaciones, adquiriendo vehículos nuevos, cerrando contratos nuevos...

—¿Qué porcentaje de su facturación es internacional?

—Un 70 o 80 por ciento es internacional.

—¿Cuánto creció su facturación en los últimos años?

—Entre un 10 y un 15 por ciento anual, mínimo.

—¿Qué objetivo se marca para 2017?

—Quiero subir como mínimo un 15 o 20 por ciento todos los años.

—¿Qué es lo más grande y pesado que transportan y lo más pequeño?

—Lo más grande que transportamos puede ser, por ejemplo, el HTP (estabilizador horizontal) del A400M, que lo transportamos tres veces por semana. Entonces tenemos que cortar la SE-30 entera porque ocupa tres carriles. Nos acompañan para eso Guardia civil, Policía Local, vehículos piloto... Esta pieza mide 25 metros de largo y 9 de ancho. También transportamos fuselajes completos de aviones. En cuanto a la pieza más liviana, deberíamos haber llamado al Guinness, porque fueron 250 gramos desde Sevilla hasta cerca de Estocolmo (Suecia), un perfil de doce metros de largo de titanio. Fue en un trailer en el que la pieza casi ni se ve porque va en el suelo.

—¿Cómo logran ese alto nivel de fiabilidad que exige la aeronáutica?

—Gracias al equipo que tenemos. Se dan cursos de tiempos de descanso y conducción, de seguridad vial de recordatorio, se adiestra en documentación, porque llevan más papeles que piezas (ríe). Jamás, hasta hoy, hemos llegado tarde.

—¿Cuántos viajes hacen?

—Diez mil entregas sin contar rutas fijas. Sólo trabajamos con aeronáutica. Antes éramos proveedor de Renault, pero lo dejamos.

—¿Cuánto cuesta uno de sus camiones?

—Algunas cabezas son específicas también y pueden costar 120.000 euros, más el remolque que oscila entre 35.000 y 100.000 euros cada uno.

—¿Cuál es la ruta más larga?

—Vamos a Italia, Alemania, Suecia, Polonia, Inglaterra, Francia, Holanda, Bélgica...

—¿Qué estrategia tiene para seguir creciendo?

—La especialización del personal, que es básico tanto en documentación como en operaciones, así como en diseño y fabricación de los remolques y el no molestar a ningún transportista. No le vamos a quitar el trabajo a nadie. El transporte es un sector muy agresivo. El secreto es ofrecer especialización, garantía, fiabilidad y economía. Puede que no hagamos el transporte más barato, pero una de nuestras especialidades es coger una pieza, estudiarla y analizar el aire no sólo del camión sino de la pieza por fuera. Con un transporte especial necesitas cinco días para llevar esa pieza a Francia, sin que haya nieve, huelgas o festivos... Nosotros fabricamos un camión sin que tenga que ser transporte especial y en dos días está en su destino. El precio baja en un 200 por ciento, si bien hay que pagar el camión. Pero así aseguramos las entregas a un precio competitivo.