La gasolina sevillana, la más barata de Andalucía

El precio de los carburantes es uno de los indicadores más mirados por los bolsillos de los ciudadanos. En el último año, alimentar nuestros vehículos no ha supuesto un gran gasto debido al bajo precio del crudo; sin embargo, la decisión de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) de reducir su producción ha provocado que el precio del carburante haya experimentado un repunte del 9 por ciento desde mediados de noviembre, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea publicados hace unos días.

El precio medio de la gasolina sevillana se situaba en noviembre –últimos datos disponibles– sobre los 1,177 euros, según el informe de precios del Ministerio de Energía. Así, la gasolina 95 sevillana se sitúa como la más barata de Andalucía y en la media del resto de provincias españolas.

En cuando al diesel, el precio medio es de 1,056 euros, también en la media nacional. Se sitúa entre el gasóleo A más barato de la comunidad, junto con Almería, y sólo por detrás de Granada (1,052 euros).

Pero, ¿cuáles son las estaciones de servicio más rentables para repostar en la provincia? Según los datos del Geoportal del Ministerio de Energía, consultados el día 13 de enero, Carmona tiene la gasolina más barata a 1,147 euros en dos gasolineras (ubicadas en los polígonos El Pinero y de Brenes). Por otro lado, la estación de servicio con la gasolina 95 más cara está en las Navas de la Concepción, donde el litro está a 1,325 euros. Hay que tener en cuenta que los precios de las más de 360 gasolineras de la provincia no están actualizados el mismo día, hasta haber una diferencia de diez días.

En el caso del gasóleo, sólo una gasolinera en los 105 pueblos de Sevilla tiene el litro por debajo de un euro. Se trata de la Cepsa ubicada en La Puebla del Río, donde el litro está a 0,99 euros. Por contra, la más cara se encuentra en El Pedroso, a 1,199 el litro.

De las 58 estaciones de la capital, la más barata para poner gasolina 95 es la que está en Ronda Tamarguillo, donde el litro sale a 1,18 euros. También están entre las más baratas las estaciones Petroprix de la calle Parsi y la avenida Jerez, con el litro a 1,189. En el extremo opuesto, las gasolineras que se enfrentan en la calle Granil tienen el litro más caro de gasolina 95, a 1,301 euros.

El diesel más barato de la capital se encuentra en la estación de servicio del kilómetro 535 de la N-IV (todavía dentro de la ciudad), donde el litro cuesta 1,068 euros. La más cara está en un surtidor ubicado en una de las vértebras de la capital, en la avenida Kansas City, donde el litro está a 1,193.

Con los precios actuales, llenar un depósito medio de 50 litros de gasolina en la provincia costaría de media 61,8 euros. Si el vehículo es diesel, 54,92 euros.

La elección del surtidor puede llegar a suponer más de 10 euros de ahorro. En el caso de la gasolina 95 la diferencia es de 8,9 euros, mientras que en gasóleo la diferencia es de 10,05 euros. En el caso de Sevilla capital, acudir a una gasolinera u otra puede suponer un ahorro de 5,65 euros en gasolina y algo más de 6,61 en gasóleo.

Además de ser la más económica a nivel andaluz, los carburantes sevillanos también lo son a nivel nacional. En base al informe mensual de Supervisión de la Distribución de Carburantes en estaciones de servicio, que elabora la Dirección de Energía de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la gasolina y el gasoil antes de impuestos está incluso por debajo de la media española, a 0,50 céntimos el litro. Sin embargo, tras aplicarle las tasas nacionales y autonómica se sitúa por encima de la media, con 1,17 euros el litro de gasolina 95 y 1,06 el de diesel.

Las provincias más caras, tras aplicar impuestos, fueron Ponteveda y Ourense, con el litro de gasolina 95 por encima de 1,20 euros y el de gasoil, en más de 1,10 euros. Las más baratas fueron Salamanca y Soria, en la horquilla del 1,12 euros en gasolina y 1,02 euros en diesel.

Evolución del mercado

Los precios de los carburantes registraron esta semana sus máximos desde agosto de 2015, llegando a acumular un repunte de hasta el 9 por ciento desde mediados de noviembre, cuando se inició una espiral de incrementos en el precio del barril de crudo al calor de la decisión de la OPEP de reducir su producción.

Según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio del litro de gasolina se situó esta semana en 1,246 euros, un 0,72 por ciento más que en el arranque del año (día 2 de enero).

Este carburante, en su nivel máximo desde la tercera semana de agosto de 2015, acumula así un encarecimiento del 7,3 por ciento desde mediados de noviembre y es un 10 por ciento más caro que en las mismas fechas del año pasado.

En cuanto al gasóleo, cuesta de media esta semana 1,136 euros, un 0,8 por ciento más que hace siete días y un 18 por ciento superior al de la misma semana de 2016. Así, el diesel acumula una subida del 9 por ciento desde mediados de noviembre.

Estos precios suponen el inicio de año más caro desde 2014, cuando la gasolina y el gasóleo costaban 1,4 y 1,3 euros por litro, respectivamente.

La decisión de finales de noviembre de la OPEP de reducir su producción de barril, que se hizo efectiva el 1 de enero, ha llevado al crudo a consolidarse por encima de los 50 dólares el barril. Actualmente, el Brent, de referencia en Europa, cotiza a 55,58 dólares por barril; el Texas americano se cambia a 52,53 dólares.

Con los precios actuales, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta 68,53 euros, 70 céntimos más que hace una semana, mientras que en el caso del gasóleo el llenado asciende a 62,48 euros, casi 30 céntimos más.

España comercializa una de las gasolinas más caras de la Unión Europea y la zona euros, donde el precio de venta al público del litro de súper 95 se sitúa en 1,378 euros y en 1,423 euros, respectivamente. En cuanto al litro de diesel, la diferencia es 13 céntimos inferior a la media, ya que en la UE cuesta en torno a 1,251 euros y en la eurozona es de 1,245 euros.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general que la media comunitaria.