La Junta regula la venta directa de alimentos en granjas y explotaciones

La norma afectará a 183.000 pequeñas explotaciones, y 8.000 productores ecológicos, y se centra en 22 productos como huevos, miel, aceitunas o setas

18 oct 2016 / 13:46 h - Actualizado: 18 oct 2016 / 14:35 h.
"Agricultura","Producción ecológica","María del Carmen Ortiz"
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La venta directa de productos primarios como huevos, setas, miel, legumbres, castañas, cereales, legumbres, frutas, espárragos o aceitunas es «una realidad tradicional en muchos municipios de Andalucía» y una importante vía de ingresos para las pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas que representan el 75 por ciento del sector en la comunidad, además del interés que en los últimos años ha despertado en los consumidores la compra de productos ecológicos y de proximidad sin intermediarios. Para garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores y dar viabilidad económica a unas 183.000 explotaciones y unos 8.000 productores ecológicos, el Consejo de Gobierno aprobó este martes un decreto que regula esta práctica.

Según explicó la consejera de Agricultura, Carmen Ortiz, en concreto se regula la venta de los 22 productos primarios -sin ninguna transformación no natural– más proclives a esta venta sin intermediarios en la comunidad y se fija como límite que las explotaciones no pueden destinar a esta venta directa más del 10 por ciento de su producción anual (el anexo del decreto establece exactamente las cantidades para cada producto). Además, sólo se podrán vender directamente en las explotaciones, en los mercados de abastos municipales, en pequeños comercios de proximidad o en los establecimientos de restauración del municipio (los huevos sólo se podrán vender en las granjas o en los mercados) y los productores deberán etiquetarlos identificando al productor (agricultor o recolector en el caso de setas o espárragos) o al vendedor.

Para poder ejercer la venta directa, los productores deberán inscribirse en un registro de la Consejería de Agricultura y llevar un «apunte diario de qué venden y quién lo venden». El decreto establece un sistema de inspecciones y sanciones «de acuerdo con las distintas normativas aplicables en materias de calidad, consumo, regulación forestal y sanidad e higiene».

La consejera defendió que se trata de una demanda tradicional del sector, sobre todo por parte de quienes se dedican a productos ecológicos, ya que permite «establecer una relación comercial directa y al no haber intermediarios da viabilidad económica a muchas pequeñas explotaciones de vital importancia en la conservación del medio ambiente y de razas autóctonas» dándoles una cobertura legal. En cuanto al consumidor, su ventaja es que «accede a productos frescos y de calidad de variedades locales que no llegan a los grandes distribuidores».