La sequía hipoteca el año agrario

El impulso de las hortalizas, las frutas y el aceite de oliva salvan la renta agraria andaluza

08 ene 2018 / 08:04 h - Actualizado: 07 ene 2018 / 19:26 h.
"Upa","El campo y su agroindustria"
  • Efectos de la sequía en la zona Torre del Águila (Utrera), donde los regantes han tenido problemas para regar. / Jesús Barrera
    Efectos de la sequía en la zona Torre del Águila (Utrera), donde los regantes han tenido problemas para regar. / Jesús Barrera

La sequía ha marcado el año agrario de 2017. Los registros pluviométricos destacan una merma del 18 por ciento en lluvias, por debajo de la media histórica, lo que deja una situación extrema que el campo no vivía desde hace dos décadas. Un escenario especialmente agravado desde hace tres campañas, lo que ha afectado al volumen de agua embalsada, dejando los pantanos al 35,8 por ciento de su capacidad. Esta situación podría provocar hasta pérdidas por valor de 800 millones en el agro andaluz, según el Informe de Balance del Año 2017, publicado por UPA Andalucía.

La escasez de precipitaciones está provocando, según UPA Andalucía, falta de agua de bebida y de pastos para el ganado extensivo, así como el encarecimiento de los forrajes. Otro de sus efectos es la falta de tempero para las siembras y la enorme pérdida de rendimiento en cultivos y producciones de secano, como el olivar (cuya campaña será un 20 por ciento inferior), el almendro o los cereales (que se están sembrado «en campos absolutamente secos» y cuyos rendimientos se sitúan entre las 3 y las 5 toneladas por hectárea). Asimismo, desde la organización agraria advierten de que las circunstancias hidrológicas podrían suponer una pérdida de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), de mantenerse la regulación actual.

Por ello, proponen varias medidas para paliar los efectos de la sequía. Como destinar ayudar directas a los agricultores afectados, rebajas fiscales, excenciones en la Seguridad Social o en las tarifas de riego. Asimismo, instan a que se convoque «urgentemente» la Mesa de la Sequía.

Desde UPA Andalucía reclaman más coherencia por parte de las administraciones. Según el presidente de la organización agraria, Miguel Cobos, a pesar de que la ministra del ramo, Isabel García-Tejerina, defiende la importancia de los seguros agrarios para escudarse de las adversidades meteorológicas, el Ministerio «ha dado continuidad a la reducción de 10 puntos en las ayudas a los seguros agrarios». No obstante, alaba el esfuerzo de la Junta de Andalucía para incrementar la partida destinada a la contratación de este tipo de herramientas hasta los 7,7 millones de euros.

A la sequía que ha azotado los campos andaluces, se le suma el agravante de unos precios insostenibles, «los cuales no cubren tan siquiera en muchos casos los costes de producción», alerta Cobos. Sectores como el cereal, la fruta dulce, las hortalizas, la aceituna de mesa, el vacuno, el caprino o el ovino «observan con impotencia y desánimo» cómo la cuantía que reciben por sus cosechas está por debajo de lo que les cuesta producirlas. Por ello, desde UPA Andalucía recalcan la importancia de la Ley de la Cadena Alimentaria, que establezca la figura del mediador y sanciones a aquellas cadenas de distribución aficionadas a las malas prácticas como la venta a pérdidas.

El balance agrario destaca como hito del año la buena gestión del pago de las ayudas de la PAC por parte de la Junta de Andalucía. Aunque al inicio de la campaña de tramitación hubo problemas informáticos, la comunidad fue la primera en pagar el anticipo (más de 768 millones de euros) y al cierre del ejercicio había abonado el 90 por ciento de las ayudas, que traducido en euros son más de 1.100 millones.

En la presentación del informe anual, Cobos cuestionó los primeros datos de la renta agraria ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, que incrementaría en un 4,9 por ciento respecto a 2016. Este impulso obedece, según los datos oficiales recogidos por COAG, a un incremento de la producción animal, a la subida de precios en el porcino y al descenso de los costes de producción por la caída del precio del pienso, según los datos oficiales. Sin embargo, el secretario general de UPA opina que «se hace difícil pensar, y es incongruente, que el sector ganadero, que padece una sequía prolongada que dura ya cuatro años, sea el que tire del resto de sectores».

UPA Andalucía considera más cerca de la realidad los datos de la Junta de Andalucía, que anunció un repunte de la renta agraria del 1,8 por ciento en la comunidad gracias al buen comportamiento de frutas y hortalizas, así como del aceite de oliva, gracias a las exportaciones.