La sequía no amarga la cosecha de la remolacha

A pesar de la pérdida de suelo, la entrada de 82 agricultores palia la caída de superficie hasta las 7.400 hectáreas

25 jun 2018 / 07:25 h - Actualizado: 25 jun 2018 / 07:25 h.
"El campo y su agroindustria"
  • Remolacha amontonada en una de las parcelas andaluzas. / Alberto Calderón
    Remolacha amontonada en una de las parcelas andaluzas. / Alberto Calderón

La campaña de molturación de la remolacha ha arrancado con mejores resultados de los previstos. A pesar de la pérdida de hectáreas por el miedo de los productores a no poder regar, a la hora de la recolección, la remolacha tiene «una buena cosecha»: la madurez de la raíz es la óptima y las condiciones meteorológicas son las idóneas para iniciar la campaña, que durará en torno a 65 días.

Tras un otoño marcado por la falta de agua, muchos agricultores dieron un paso atrás en el momento de la siembra y no apostaron por el cultivo «al no tener garantías de riego», explica Miguel San Román, responsable agrícola de Azucarera en la fábrica de Guadalete, ubicada en Jerez de la Frontera, donde llega la remolacha que se cultiva en las provincias de Sevilla y Cádiz, y la última superviviente en territorio andaluz. Sin embargo, la incorporación de nuevos remolacheros ha permitido alcanzar una superficie total de siembra de 7.400 hectáreas, de las que se espera obtener 640.000 toneladas líquidas de remolacha. Gran parte de las hectáreas cultivadas (el 73,3 por ciento) se ubica en Sevilla, principalmente en la comarca del Bajo Guadalquivir.

Tras una semana de recolección, las previsiones de rendimiento son más que optimistas, por lo que a pesar de perder terreno la producción se va a mantener. De media se estiman 93 toneladas (normalizadas) por hectárea, mientras que el año pasado fue de 85 toneladas. No obstante, en las primeras parcelas cosechadas se han llegado a alcanzar producciones que superan las 100 toneladas por hectárea, según apunta el responsable del sector en COAG Andalucía, José Antonio García. Un resultado que se debe a que el tiempo ha acompañado –la anterior campaña se vio azotada por dos olas de calor– y al «buen estado sanitario del cultivo», matiza el responsable agrícola de Azucarera, quien recalca que la remolacha está «granada» y tiene «un buen contenido en azúcar».

A este óptimo desarrollo también contribuye el alto grado de «tecnificación» del cultivo, apunta García. Desde Azucarera apuestan por la agricultura de precisión a través de la empresa Agroteo –participada a medias por la industria y los agricultores–. Por ello, han impulsado un servicio de análisis mediante imagen a través del cual semanalmente «el agricultor conoce el estado hídrico del cultivo, lo que le ayuda a determinar cuando regar, o la vigorosidad de la planta», explica San Román.

Esta es la primera campaña sin cuotas de producción, por lo que la industria propuso algunas novedades con objeto de asegurar una superficie de producción estable para su fábrica de Jerez, según explican desde COAG. El punto de partida es un precio garantizado mínimo de 25,45 euros por tonelada, cantidad a la que se suman conceptos como compensación por pulpa, suplemento de remolacha sostenible o complementos en base al modelo de contrato suscrito. No obstante, e independientemente del tipo de contrato firmado, los agricultores percibirán de media entre 40 y 42 euros por tonelada, según los cálculos de COAG.

Nuevos remolacheros

Un total de 82 agricultores han apostado por este cultivo y han sumado 857 nuevas hectáreas en la actual campaña. Una entrada que ha permitido compensar la pérdida de un millar de hectáreas por el miedo a la escasez hídrica. Sin esta limitación, el portavoz de Azucarera asegura que «se hubieran superado las 8.000 hectáreas». De cara a próximas campañas, las previsiones son positivas: «los embalses están en buena situación y para el año que viene la superficie será mayor».

Ante el riesgo de quedarse sin productores y con tal de promocionar el cultivo, Azucarera, en colaboración con CaixaBank, impulsó hace tres años el concurso al Mejor remolachero de Andalucía, un reconocimiento que celebra su tercera edición y que recompensará, con un viaje para dos personas a Tailandia, a aquel agricultor que aplique las mejores prácticas en el cultivo