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Foto: José Luis Montero
La Zona Franca empieza a tomar cuerpo, por fin. El presidente del Puerto de Sevilla, Manuel Gracia; el delegado especial del Gobierno en la Zona Franca de Sevilla, Javier Landa, y la delegada municipal de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Sevilla, Carmen Castreño, visitaron ayer los terrenos de este recinto para anunciar que las obras del vallado se encuentran a la mitad, que estarán acabadas a mediados de agosto y que, por tanto, a partir del 30 de agosto entrará en funcionamiento este espacio con beneficios fiscales.
En cuanto a las posibles empresas interesadas en instalarse junto a Janone, Servitrade, Hispalense de Líquidos, Transformados Huévar (TRH), Inabensa y Terminal Portuaria Esclusa, Javier Landa informó de que recibió entre seis y siete propuestas y que el próximo día 26 se reunirá el comité ejecutivo de la Zona Franca para establecer los criterios objetivos para la admisión de las empresas en el caso de que haya competencia entre ellas.
El perfil que se busca, evidentemente, es el de compañías establecidas fuera de la Unión Europea para que, según Landa, aporten un incremento de la producción, más empleo y una subida del PIB en la zona. No obstante, de las empresas interesadas por ahora, todas del sector industrial, al menos una de ellas tiene oficinas ya en Sevilla, si bien “fabrica fuera de Sevilla y de la Unión Europea”, añadió el delegado especial.
Hay que recordar que en ese espacio se pueden instalar empresas de distintos sectores productivos, tanto nacionales como internacionales, que reciben mercancías de países no comunitarios y la almacenan y transforman sin tener que pagar esos aranceles ni impuestos de ningún tipo, que sólo se abonan en el momento de vender el producto.
En cuanto a la obra del vallado de la Zona Franca (con 72 hectáreas en total, de las que 35 ya están urbanizadas), se están instalando dos tipos de cerramiento: 1.620 metros lineales (650 ya ejecutados) con una valla móvil formada por una barrera New Jersey y tubos de acero galvanizado (como las vallas de la Expo’92) que rodearán la zona ya urbanizada y que se irá abriendo conforme se instalen nuevas empresas y otros 1.800 metros lineales de un vallado más liviano que aún no se empezó a colocar pero cuyo terreno ya fue desbrozado.
Según la Autoridad Portuaria, ya se hay ejecutado la mitad de toda la obra. El coste de ésta será de un millón de euros, la ejecuta el Puerto de Sevilla, pero la pagará el Ayuntamiento tras el acuerdo firmado para aligerar los plazos. Y es que todo tiene que estar listo el 30 de agosto por orden ministerial. Si no, la Zona Franca no podrá arrancar.
Con todo, el recinto no estará totalmente listo hasta que no haya acuerdos cerrados para la implantación de empresas. Ni la carretera que rodeará todo el perímetro está presupuestada ni proyectada, ni tampoco la urbanización de toda la zona. De todas formas, el presidente del Puerto recordó que la concesión administrativa tarda unos dos meses, por lo que la llegada de nuevos inquilinos será lenta y, en todo caso, en el área ya urbanizada hay un 30 por ciento del terreno aún libre. Por tanto, es posible la instalación a corto plazo de algunas empresas.
La Guardia Civil será la encargada de controlar el acceso y salida de las mercancías de este recinto, el quinto de España, pues ya existen espacios similares en Barcelona, Cádiz, Vigo y Las Palmas de Gran Canaria.