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Obreros colocan la nueva valla que delimita la Zona Franca de Sevilla, el pasado agosto. / Pepo Herrera
La puesta en marcha de la Zona Franca de Sevilla es una realidad desde que el 31 de agosto terminaron las obras del vallado del recinto. Sin embargo, para que sea atractiva para las empresas y se consolide necesita cerrar su modelo de financiación. Por eso el delegado especial del Gobierno en la Zona Franca de Sevilla, Javier Landa, presentará esta semana su propuesta al comité ejecutivo del consorcio.
Por ahora, Landa presentará un presupuesto plurianual condicionado a la aprobación del estatal –y por tanto a la formación del Gobierno central– en el que se incluyen tres partidas de 1.650.000 euros para 2017, 2018 y 2019. Al tiempo, el delegado especial de la Zona Franca solicita el llamado «recurso financiero», esto es, que el nuevo recinto fiscal se autofinancie con el Impuesto de Sociedades.
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, anunció el pasado 30 de noviembre en Sevilla que las empresas que tengan actividad en la Zona Franca podrán beneficiarse del Impuesto de Sociedades devengado de esa actividad, de forma que esa cantidad se invertirá para reforzar la financiación de dicho espacio, algo que ya se lleva a cabo en las zonas francas de Vigo o Cádiz.
«Pero esto se tiene que zanjar y plasmarse en los Presupuestos Generales del Estado», aseguró Landa en declaraciones a este periódico tras explicar que llevará su propuesta al comité ejecutivo del consorcio de la Zona Franca para que después vaya al pleno del mismo y en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) «se tome nota».
Por ahora, las cuentas estatales, tras las enmiendas del PP aprobadas, destinan 1,6 millones de euros para infraestructuras de la Zona Franca, una cifra que se quiere mantener hasta que el recinto pueda autofinanciarse con el Impuesto de Sociedades de las empresas que se instalen. «Es una partida pequeña porque no hay todavía actividad, pero es necesario crear y afianzar el modelo de financiación porque la Zona Franca no tiene bienes y, por tanto, no posee capacidad de endeudamiento».
Los suelos del nuevo recinto fiscal son propiedad del Puerto de Sevilla, por lo que la vía del Impuesto de Sociedades es, por ahora, la única posible para su autofinanciación. Y, mientras no haya más actividad e ingresos, la aportación del Estado es «clave» para el arranque y la futura consolidación de este recinto fiscal, el quinto del país.
El delegado especial asegura que su objetivo es proteger los intereses del Estado y que su petición de financiación se justifica porque sólo así la Zona Franca, «una apuesta del Estado», tendrá futuro. En cuanto a si el Ayuntamiento debería aportar fondos, Landa es claro: «Estaría bien, pero el responsable final es el Estado y, hasta que pase un tiempo razonable, es importante que tenga sus propios recursos».
Lo cierto es que una vía de financiación alternativa sería que el Estado se haga con los suelos de la Autoridad Portuaria y las tasas que ahora cobra el Puerto las ingrese la Zona Franca, pero «es más complicado y ahora no es una solución», concretó Landa.
Por ahora, en los terrenos de la Zona Franca –72 hectáreas –ya están ubicadas seis empresas: Jannone, Sevitrade, Hispalense de Líquidos, Transformados Huévar (TRH), CIL Torrecuéllar (Inabensa de Abengoa) y Terminal Portuaria Esclusa.
Objetivo: la captación de empresas
La estrategia de comercialización es uno de los puntos que más preocupa ahora tanto al Puerto como al Ayuntamiento, que esperan la pronta llegada de nuevas empresas. La concejal delegada de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento, Carmen Castreño, apostó la pasada semana por impulsar esta comercialización a partir de la próxima reunión y el propio delegado especial del Estado en la Zona Franca de Sevilla, Javier Landa, se encargará de presentar la estrategia para atraer a las empresas. Por ahora, además de las seis ya instaladas en el recinto, no se conocen más nombres, si bien Landa aseguró en julio que media docena de firmas están interesadas.