Las cooperativas tienen su gran reto en la innovación

La Fundación Cajasol debate sobre la competitividad de las cooperativas

22 ene 2017 / 19:10 h - Actualizado: 22 ene 2017 / 21:39 h.
"Agricultura"
  • Los participantes en las jornadas durante una de las sesiones celebradas. / El Correo
    Los participantes en las jornadas durante una de las sesiones celebradas. / El Correo

La unión hace la fuerza, y el cooperativismo empresarial aumenta la competitividad en los mercados. Así lo han expuesto los expertos en las jornadas técnicas que ha celebrado recientemente el Instituto de Estudios Cajasol. Bajo el epígrafe de Cooperativismo agroalimentario: dimensión y competitividad, la propia organización explicaba que el objeto del encuentro era «debatir y analizar en profundidad aspectos relevantes de un sector clave para la economía andaluza». Además, apostaban por la creación de «un marco idóneo» en el que estudiar la «situación presente y las perspectivas del sector agroalimentario».

José Luis García Palacios, en representación de la Fundación de Caja Rural del Sur, indicó que el sector debe «estar convencido» de que el futuro pasa por la «mejora de la dimensión de las cooperativas» ya que así se podrá conseguir una mejor competitividad de las empresas agrarias. Y así abogó para que todos los agentes sociales implicados «trabajen en la misma línea y así armonizar estrategias y mensajes» dado que la «atomización del sector es muy elevada». «El insuficiente tamaño de nuestras cooperativas es hoy ya un freno para la expansión de sus productos, para ser más competitivos y llegar más lejos con nuestros productos», lamentó García Palacios a la hora de valorar el resultado del foro al tiempo que insistió en la necesidad de las «economías de escala para atraer inversión y ser competitivos».

Este último aspecto, el de la competitividad, fue el tema central de la ponencia que ofreció Pedro Astals Coma, experto alimentario y expresidente de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). Para él, la competividdad es «el conjunto de condiciones con las que una empresa se dota para posicionarse como la mejor y superar a los restantes concurrentes en un determinado espacio». Este experto sí quiso dejar claro que la competitividad de una empresa debe ir directamente ligada a tres factores: calidad, coste y precio. Con ellos, tendrán la capacidad de «crear valor de forma sostenida a largo plazo», puntualizó Astals. Sí lamentó que para lograr altos niveles de competitividad las empresas del sector agroalimentaria están sometidas a una excesiva regulación administrativa ya que deben pasar importantes filtros y controles de los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente, Sanidad, Economía, Industria, Energía o Hacienda, entre otros, que en ocasiones «dan lugar a diferentes criterios interpretativos». Además de los controles del Gobierno, las empresas deben someterse a las normas de su comunidad autónoma, las cuales en muchos casos tienen procedimientos distintos y las empresas que operen en varias de ellas deberán adaptarse a varios marcos normativos. Toda esta burocracia, al final, hace perder demasiado tiempo y dinero en tareas burocráticas que sólo logran restar competitividad a la hora de elaborar un buen producto para poner en el mercado, lamentó Astals Comas ante los asistentes al foro de expertos del sector agroalimentario