«Las empresas españolas deben cambiar el chip cuando salen a EEUU»

Con 25 oficinas repartidas por el mundo, que cubren más de 120 países, CaixaBank es el séptimo banco en el globo en número de oficinas de representación y unidades operativas. La oficina de Nueva York es una de las últimas apuestas de la entidad

18 oct 2016 / 20:53 h - Actualizado: 19 oct 2016 / 08:00 h.
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  • Karolina Milaszewska, ayer en la sede de la Fundación Tres Culturas, ubicada en la Isla de la Cartuja. / CaixaBank
    Karolina Milaszewska, ayer en la sede de la Fundación Tres Culturas, ubicada en la Isla de la Cartuja. / CaixaBank

El 8 de mayo de 2015, CaixaBank desembarcaba en Nueva York con una oficina de representación, una de sus fórmulas para introducirse en mercados extranjeros. Tras año y medio, la directora de esta oficina, Karolina Milaszewska, hace balance del trabajo realizado y de las oportunidades que tienen las empresas españolas y, sobre todo, el sector agroalimentario andaluz en el país estadounidense.

—¿En qué consiste el trabajo de la oficina de representación?

—Al ser una oficina de representación no podemos realizar depósitos, prestar ni hacer transferencias, como sí pueden hacer las unidades operativas. Pero nuestro valor añadido es que somos el primer guía de la empresa en el país. Nuestro equipo –formado por cinco personas– trabaja desde el comercio exterior, las financiaciones estructuradas o la normativa. Además de cubrir Estados Unidos, en ciertas áreas operamos también para Canadá, Centroamérica y Latinoamérica.

—Una vez conocido el mercado estadounidense, ¿qué retos se plantean?

—Desarrollar y establecer relaciones con las empresas españolas que tienen sus filiales en Estados Unidos. Para nosotros es muy importante asistir a las empresas dentro de su viaje de internacionalización y darle todo el soporte y servicio, sea cliente o no. Trabajamos mucho en este sentido con las cámaras de comercio regionales, así como con las cinco oficinas del ICEX en Estados Unidos.

—¿Qué resultados ha obtenido la oficina desde que está en marcha?

—Desde el área de financiaciones estructuradas estamos solicitando negocios para sectores como el energético o infraestructuras. Hacemos de intermediarios entre la banca local y las empresas para que obtengan los avales y puedan presentarse a los concursos de nuevos proyectos. Podemos decir que tenemos una previsión positiva para el futuro.

—¿Cuáles son las principales barreras?

—Estados Unidos es un país muy atractivo y complicado a la vez. Llama la atención para establecer el negocio y exportar por el tamaño del mercado, su población y los incentivos. Pero, por otro lado, al estar fuera de la Unión Europea, entran en juego los aranceles y certificados de homologación, que dependiendo de la industria exigen más trabajo e inversión financiera, como ocurre con la agroindustria. Además hay que tener en cuenta que Estados Unidos es un país muy interesante para invertir y exportar, por lo que hay mucha competencia. No son barreras como tal, solo hay que hacer los deberes y ser conscientes de lo que hay que hacer para invertir en el país.

—¿Qué diferencias hay a la hora de hacer negocios?

—Estados Unidos es un país de negocios pero hay que cambiar el chip, no solo salimos de España, también de la Unión Europea. Hay que abrirse a otras formas de hacer negocio. Los estadounidenses son más directos, son muy puntuales. No dedican mucho tiempo a establecer lazos personales. Las reuniones duran 30 minutos, y solo se alargan salvo necesidad. Son muy eficientes en este sentido. En España hay un toque personal y una voluntad de crear lazos personales, que a mí me encanta. En Estados Unidos estos lazos se afianzan más adelante. Cuando llegué al país me dijeron una frase que explica muy bien su forma de hacer negocio: yo te ayudo, tú me ayudas. Estados Unidos es un país de networking y nunca sabes qué contacto te puede proporcionar otro. Además, tenemos que pensar en el país como lo hacemos en la UE, hay muchas leyes que son a nivel federal, pero luego hay mucha normativa estatal y municipales. Cada estado tiene su propia política de incentivos y sus propios impuestos.

—¿Qué sectores tienen más oportunidades?

—Las infraestructuras son una de las debilidades de Estados Unidos, esto supone una oportunidad para las constructoras españolas que tienen muy buena fama. También hay en el sector energético, tanto en renovables como convencional. Y el sector agroalimentario tiene muchas oportunidades en las grandes cadenas como Walmart o Costco. Las firmas andaluzas son muy atractivas por sus productos vinícolas y sus frutos secos.