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El Gobierno de Malasia recibió ayer su cuarto A400M de Airbus durante la celebración de la feria LIMA’17. / Airbus -
Fernando Alonso y el ministro de Defensa de Malasia, ayer. -
Tres A400M de Airbus en la exhibición de LIMA’17. / Airbus -
Pilotos de la fuerza aérea del Ejército de Malasia junto al A400M. / Airbus
Las entregas de A400M vuelan
Malasia recibe de Airbus otro de estos aviones militares, el cuarto entregado en lo que va de año
The Langkawi International Maritime & Aerospace Exhibition (LIMA), o lo que es lo mismo, la feria aeronáutica más importante de Asia Pacífico, fue el escenario ayer de la entrega del cuarto A400M por parte de Airbus al Gobierno de Malasia. Un avión que, precisamente, también es el cuarto que la compañía europea entrega en lo que va de año.
Según fuentes de Airbus, por ahora 42 unidades de este avión militar que se ensambla en Sevilla ya están en manos de sus compradores. Desde enero, de hecho, se han entregado cuatro aparatos: a Francia, Inglaterra, Alemania y, ayer, a Malasia, que ya tiene en sus fuerzas aéreas los cuatro aparatos que encargó tras el contrato firmado en 2005.
Airbus pretende elevar la cadencia de entregas del A400M a más de 20 unidades este año y, al mismo tiempo, renegociar con los países clientes porque considera «inapropiadas» las penalizaciones financieras que le aplican varios de ellos.
De hecho, las entregas aumentaron a 17 aviones en 2016 (frente a las 11 de 2015), si bien dos de ellos se suministraron en enero de 2017. No se alcanzaron las 20 unidades previstas. Por ello, el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, dijo en la presentación de resultados de la compañía que la eliminación de riesgos en este programa y el fortalecimiento de su ejecución son las «prioridades máximas» para 2017.
Airbus admitió un nuevo cargo extra en 2016 de 2.210 millones de euros por los problemas industriales y comerciales del A400M, lo que provocó, entre otros factores, que el pasado año la multinacional tuviera 995 millones de euros de beneficio, frente a los 2.696 millones de euros de 2015 (un 63 por ciento menos). Lo cierto es que el avión de transporte militar sigue siendo un problema para la compañía porque aún no está clara su rentabilidad.
El pasado año se estimó que el A400M acumulaba desde su nacimiento casi 5.000 millones de fondos adicionales (290 millones en 2015 y 551 en 2014), por lo que con este nuevo extra el impacto negativo se eleva a 7.000 millones de euros. ¿Y habrá nuevos sobrecostes en 2017? El director financiero de Airbus, Harald Wilhelm, indicó que no prevé una nueva provisión en 2017, pero admitió que «claramente, el riesgo persiste».