«Las mosquiteras ya evitan que entre polen y contaminación»

Esta firma ecijana es especialista en toldos, que protegen del sol, la lluvia y el viento y que crean espacios, gracias a la aplicación de una tecnología usada en el sector aeronáutico, así como en mosquiteras. Su expansión por todo el mundo no cesa

18 dic 2016 / 08:43 h - Actualizado: 18 dic 2016 / 09:58 h.
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  • Javier Yélamo Martín, gerente de Nevaluz en las instalaciones de esta empresa en Écija. / El Correo
    Javier Yélamo Martín, gerente de Nevaluz en las instalaciones de esta empresa en Écija. / El Correo

¿Cuándo nació Nevaluz?

—En 1987, pero viene de una empresa anterior, así que llevamos más de 30 años en el mercado. La empresa, ya constituida como grupo, mantiene su sede central en Écija, si bien tenemos varias sedes y plantas de producción en el mundo: en Oporto (Portugal), almacén logístico en Valencia, en Vigo, en Veracruz (México), en Lima (Perú) y próximamente tendremos en Sao Paulo (Brasil).

¿Cuándo abrirán en Brasil?

—Probablemente para 2017.

¿Hasta dónde llegan sus productos?

—Vendemos en Portugal, Francia, el Reino Unido, algo en Alemania y Holanda como Nevaluz Sevilla. Y como Nevaluz Valencia también llegamos a Grecia, países árabes del Golfo Pérsico y norteafricanos. Con Nevaluz México y Perú abarcamos casi todo centroamérica y Sudamérica.

¿Qué porcentaje de su facturación es nacional?

—Un 60 por ciento es nacional y el resto, internacional.

¿Desde cuándo venden fuera de España?

—Tenemos área internacional desde 1999. No hemos salido fuera por la crisis. Los socios, la familia Rodríguez, tenían claro que debían operar en un mercado global.

¿Creció el negocio en 2015?

—Sí, crecimos. El pasado año el grupo aumentó un 10 por ciento la facturación. En España desde 2015 notamos ya un punto de inflexión y empezamos a registrar números positivos con un crecimiento del 10 por ciento. Este año vamos a superar la cifra de crecimiento del ejercicio anterior de media general.

¿A qué se dedica exactamente Nevaluz?

—Controlamos desde la materia prima hasta la confección del producto final. Tenemos la verticalidad de la producción. Por un lado nos dedicamos a la protección ambiental con todo lo que son mosquiteras bajo la marca Mosquiluz. Otra división es la de protección solar, donde fabricamos perfilería de toldos y accesorios. En esta división nace la marca Sahara con una nueva generación de toldos y pérgolas porque apostamos por la innovación e introducimos elementos de alta calidad. Representa un salto cualitativo porque producimos con el sistema CNC, tecnología utilizada en aeronáutica y automoción. Ofrecemos un producto con mucha precisión y resistencia. La competencia lo hace todo con inyección de aluminio, una tecnología más antigua y más frágil en todos los aspectos. Y, por último, tenemos otra línea de decoración bajo la firma Nevaluz donde hacemos sistemas y perfiles para cortinas enrollables, plisadas, venecianas... de interior. Con las tres divisiones cubrimos todo lo que va fuera y dentro de la ventana: toldo, mosquitera y cortina. Y también hacemos perfilería de aluminio, incluso industriales porque tenemos una fundición en Oporto, planta de lacado e inyectoras de plástico, entre otros.

¿Encarece el producto la tecnología CNC?

—En función de las prestaciones, no. Damos más. No es más caro en relación calidad-precio. Ya no sólo protegemos del sol, sino también de la lluvia y del viento gracias a la innovación de nuevos productos. Creamos ambientes y espacios dentro de otros.

¿Cuáles son sus principales clientes?

—El distribuidor persianero, almacenes de aluminio, tolderos... Todo es lo que es la cadena de distribución.

¿El objetivo de 2017 es afianzarse y llegar a Brasil?

—Ya vendemos en Brasil, pero nuestro objetivo es crear almacenes de distribución en diferentes países para dar un servicio más cercano con el sello de hecho en España y Europa y seguir internacionalizándonos, bien con la adquisición de nuevos distribuidores para una expansión más rica en Europa y América y también dar el salto a Estados Unidos, donde más mosquiteras se venden y donde también triunfan los toldos de alta gama. Eso sería a medio o largo plazo. A corto, afianzarnos y expandirnos más con distribuidores o con almacenes propios en Nevaluz Sao Paulo.

¿Cuáles son las tendencias de futuro del sector?

—El sector del toldo está en la transformación. Ya no sólo se da sombra, sino que se crean ambientes y espacios. Y también protege de la lluvia y el viento, algo muy importante para establecimientos de hostelería y para hoteles. En cuanto a las mosquiteras, no sólo evita la entrada de insectos, sino también de polen o contaminación. Algo muy importante para los alérgicos ya que sólo así pueden tener las ventanas abiertas. Tenemos mosquiteras cien por cien certificadas por la asociación de alérgicos europeos. Para polen o gramíneas ofrecemos un 98 o 99 por ciento de protección, mientras que para las ortigas es del 96 por ciento. Los efectos de la picadura del mosquito tigre, por ejemplo, hacen muy importante la instalación de mosquiteras.

¿Cuántos trabajadores forman el grupo?

—Más de 200 profesionales. En Écija, en Nevaluz Sevilla, somos unos 140.

¿Qué tipo de organización tiene su empresa?

—La media de edad no sobrepasa los 35 años y tenemos políticas de conciliación de la vida laboral y familiar. La clave es que los empleados tengan buena calidad de vida porque eso se traduce en una buena producción. Hay madres que desde hace cinco años incluso trabajan desde casa, online. Además, apostamos por la sostenibilidad con un plan de reciclaje y uno de consumo de energía verde, así como colaboramos con asociaciones para cumplir con nuestra responsabilidad con la sociedad.