Líderes competitivos e íntegros

Estrategia empresarial. Los expertos abogan por invertir más en la formación y el talento de los trabajadores y por fomentar un liderazgo basado en valores éticos

12 nov 2016 / 18:39 h - Actualizado: 13 nov 2016 / 17:47 h.
"Ganar el futuro desde Sevilla"
  • Líderes competitivos e íntegros
  • Vista del auditorio, que congregó a más de 3.000 participantes. / El Correo
    Vista del auditorio, que congregó a más de 3.000 participantes. / El Correo

Responder preguntas que aún no tienen respuestas. Ese es uno de los objetivos de la Asamblea de la Agrupación de Miembros de Antiguos Alumnos del Instituto Internacional San Telmo, así como dar buenos consejos para los muchos empresarios y ejecutivos presentes. Entre ellos, que hay que «llegar al corazón y a la mente del empleado» y que «no son los políticos los que transforman la sociedad, sino los profesionales» cuyo liderazgo hoy día debe basarse en «la ética».

Estas fueron algunas de las píldoras que se dieron en la jornada en la que Carl Horst, presidente emérito de Volkswagen; José López, expresidente mundial de Operaciones de Nestlé y profesor de la Universidad de Cambridge, y Anton Colella, presidente de Global Accounting Alliance, chequearon las tendencias que configuran un nuevo mundo, título de su mesa redonda.

López explicó que la competitividad no es ganar al otro, sino la capacidad de crear valor a largo plazo, y que para acercar sociedad y empresa hay que fomentarla tanto entre los individuos como en las compañías. Sin embargo, indicó que España está en competitividad, según estudios internacionales, en el puesto número 34 de 61 países porque hay cosas que no van bien. ¿Cuáles? Los valores corporativos, donde el país ocupa la posición 54; en calidad de los ejecutivos, donde los españoles están en el número 57 y en formación de los empleados, donde España cierra la lista de 61 países. Por eso López reclamó que se invierta en el desarrollo del talento de las personas.

En su opinión, las empresas son una «fuerza del bien, pero también pueden ser del demonio», así que recomendó que las compañías estén junto a la sociedad. Recordando a Confucio, incluso dijo que «si amas tu trabajo nunca tendrás que trabajar».

Colella centró su discurso en dos palabras: integridad y profesión. En la primera porque asegura que los ciudadanos no confían en los empresarios ni ejecutivos, por lo que la integridad es un «activo» de compañías y CEO. Y en la segunda porque defiende que los líderes actuales son los profesionales con «liderazgo ético» que tienen como propósito cambiar el mundo. «Les invito a liderar con ética, con coraje, siendo íntegros y morales», sentenció tras recordar las palabras del Rey Felipe VI pronunciadas unas horas antes en el Auditorio de Fibes –«las empresas éticas son también más competitivas»–.

Por su parte, Carl Horst sostuvo que los cambios en la industria automovilística ya están en marcha, que serán una «revolución» y que en pocos años no se conocerá al sector, que el coche sin conductor será una realidad antes de lo que pensamos y que los automóviles serán más pequeños que el Golf, pero con más espacio interior porque muchos de los elementos que hoy usamos ya no servirán para nada. Su fotografía a medio plazo incluye ciudades inteligentes con coches automatizados que alargarán su vida «un 95 por ciento».