Los 15 minutos del bocadillo atrasan el nuevo convenio del campo

UGT, CCOO y Asaja no llegan a un acuerdo pese al malestar de los agricultores

07 feb 2017 / 17:19 h - Actualizado: 08 feb 2017 / 08:32 h.
"Agricultura","CCOO","UGT","Asaja","Convenio laboral"
  • Antes de entrar a la reunión de mediación en el Sercla, los sindicatos se concentraron en las puertas. / El Correo
    Antes de entrar a la reunión de mediación en el Sercla, los sindicatos se concentraron en las puertas. / El Correo

15 minutos. Ese es el tiempo que separa a los sindicatos UGT y CCOO y a la patronal Asaja para llegar a un acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo del campo sevillano, que están negociando desde octubre. La próxima reunión entre patronal y sindicatos será el próximo 22 de febrero, después de que ayer no llegaran a un consenso ante el Sistema de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla). Un rato antes de la reunión un numeroso grupo de agricultores afines a uno y otro sindicato se concentraron a las puertas del Sercla para reclamar el nuevo convenio.

Por su parte, el asesor laboral de Asaja-Sevilla, Felipe Gayoso, sostiene que no hubo consenso «porque no había acuerdo al que llegar». Desde la patronal muestran su sorpresa por el «circo que han montado los sindicatos».

Según el secretario general de la Federación de Industria y Agricultura de UGT-Sevilla (Fitag), José Berjano, «los empresarios, bajo las directrices de Asaja, están incumpliendo el convenio», al no conceder los 15 minutos de descanso para el bocadillo. Al parecer, dicho tiempo se eliminó «transitoriamente» hace cuatro años con la excusa de mejorar la productividad durante la crisis. «Pero se tenía que recuperar el 1 de enero de este año, pues el tiempo excepcional culminaba el 31 de diciembre de 2016», explica Berjano.

La eliminación de los 15 minutos salió adelante porque UGT no respaldó el anterior convenio, que sí contó con el visto bueno de CCOO, explica Berjano. Sin embargo, ahora CCOO solicita que se reconozca la jornada laboral de seis horas y cuarto «que debía haber sido implantada a partir del 1 de enero de este 2017».

Por su parte, desde Asaja insisten en que reclamar este tiempo de descanso ahora «está fuera de lugar» porque «independientemente del tiempo transcurrido, todo el contenido del convenio estará vigente hasta la firma de uno nuevo».

El tiempo del bocadillo no es la única discrepancia que muestran los sindicatos. UGT denuncia incumplimientos del convenio por parte del empresariado, «que obliga a trabajar a destajo a los jornaleros», señala Berjano. Mientras que el convenio recoge que el jornalero debe cobrar entre 46 y 48 euros –según la campaña y el trabajo a desarrollar– por 6,15 horas de trabajo, «la realidad es que el jornalero cobra según las cajas, los kilos o las espuertas que recoja en una jornada», explica el secretario de Fitag. Los más afectados, según el sindicato, serían los recolectores de la campaña de la naranja, «que han llegado a echar jornadas de hasta 13 horas diarias».

Además, desde UGT reclaman que se establezcan medidas para frenar la externalización de la recogida de las producciones, ya que empresas dedicadas a estos servicios suelen recurrir a este tipo de prácticas, señala Berjano. En este sentido, CCOO pide que se incluya una cláusula en el convenio que responsabilice a los dueños de las fincas de las actividades que lleven a cabo dentro de ellas las empresas subcontratistas que recogen la fruta.

Así, UGT reclama a los empresarios que reflejen en los contratos el aumento de la exportación hortofrutícola y de producción de la que habla la Junta de Andalucía, insiste Berjano.

Critican también la falta de medidas de prevención de riesgos laborales, sobre todo en los almacenes agrarios. Denuncia el portavoz de UGT Sevilla que «las empleadas de los almacenes trabajan sin guantes en unos trabajos delicados para la salud –por el uso de fitosanitarios– y en condiciones de incumplimiento claro de las medidas de prevención de riesgos laborales». Y señalan que «Asaja es cómplice de todo esto ya que observa lo que está pasando y deriva su responsabilidad como si no tuviera nada que ver con ellos», indican desde UGT.

Ante esta acusación, Asaja se defiende y aunque reconoce que «hay empresas piratas», recalca que van «a combatirlas». Pero, para ello, Gayoso insiste en la voluntad de la patronal de acercar posturas y firmar a la menor brevedad posible el nuevo convenio del campo sevillano, «ya que al final los afectados son los agricultores».

Habrá que esperar al próximo día 22 para saber qué pasará con el nuevo convenio del campo sevillano, cuando patronal y sindicatos vuelvan a reunirse. Un par de días antes UGT y CCOO se sentarán para plantear nuevas medidas. En el caso de que no haya consenso, Berjano no descarta movilizaciones e incluso jornadas de huelga.