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Inmobiliaria de Sevilla con carteles de pisos en venta y alquiler en la ciudad. / Jesús Barrera
{La oferta se reduce, sobre todo por el boom de los alojamientos turísticos en ciertos barrios de la ciudad como Centro, Triana y Nervión, y la demanda crece. Así que los precios suben y los impagos, también. El alquiler está viviendo un nuevo proceso especulativo que se traduce ya en más morosidad. El X Estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) indica que en la capital andaluza creció un 13,9 por ciento el pasado año. Un incremento de casi diez puntos por encima del registrado en el conjunto de la comunidad autónoma (5,2 por ciento).
Además, esta nueva burbuja, esta vez en el arrendamiento, ha provocado que los sevillanos, según este estudio, dediquen del total de ingresos mensuales alrededor del 40 por ciento a pagar las rentas del alquiler. En concreto, destinan 600 euros al mes de media a pagar el arrendamiento de su vivienda, según el FIM.
«Tener que destinar un porcentaje tan alto del sueldo hace que en provincias como Sevilla, cualquier gasto inesperado influya en pagar los diferentes costes relacionados con el alquiler», destaca Sergio Cardona, director de Estudios y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos.
Un esfuerzo económico que está directamente relacionado con los casos de morosidad en la provincia de Sevilla. «Al tener que realizar un esfuerzo superior al 30 por ciento de los ingresos, existen probabilidades muy altas para que se produzca un caso de impago», señala Cardona. Una situación que también tiene su influencia en la cuantía que los inquilinos morosos dejan a deber a los propietarios, que en Sevilla se sitúa en los 7.130 euros de media, según este informe.
En dicho documento se explica que sólo hay siete provincias españolas, una de ellas la sevillana, con valores de morosidad superiores a la media nacional (6.032,8 euros), mientras que la hispalense también está dentro de la veintena de provincias españolas con un crecimiento porcentual por encima de la media nacional.
En Andalucía, Sevilla es la provincia donde se registró un aumento de los impagos más alto (13,86 por ciento), seguida por Almería con un 12,91 por ciento. Jaén y Málaga les siguen con mucha diferencia, 6,11 y 5,99 por ciento, respectivamente.
«En Sevilla existe una morosidad latente y una de las primeras obligaciones a las que no hacen frente son los gastos del alquiler», destaca Cardona.
El director de Estudios y Calidad de FIM recomienda «tomar las medidas preventivas necesarias antes de firmar un contrato de alquiler». «Es básico contar con la mayor cantidad de datos objetivos que permitan conocer la solvencia y viabilidad del candidato a inquilino para tomar una decisión fundamentada», apostilla.