«Los proyectos que necesita Sevilla están parados»

El presidente de la patronal sevillana de la construcción, Gaesco, exige a las tres administraciones «que hagan sus deberes» en infraestructuras y una reforma de la Gerencia de Urbanismo, donde las licencias tardan «nueve meses» en tramitarse

14 feb 2017 / 19:58 h - Actualizado: 14 feb 2017 / 20:11 h.
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  • Juan Aguilera, gerente de la Asociación Empresarial Sevillana de Constructores y Promotores. / Manuel Gómez
    Juan Aguilera, gerente de la Asociación Empresarial Sevillana de Constructores y Promotores. / Manuel Gómez

{Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, profesor durante 13 años en Arquitectura y en Ingeniería de gestión urbanística, ciudad sostenible o derecho urbanístico, Juan Aguilera es el gerente de la asociación empresarial decana de Andalucía (data de 1962) y un férreo defensor de una profesión que se ha reinventado.

—El Ayuntamiento hizo balance urbanístico hace unos días y dibujó un panorama de recuperación. ¿Está usted de acuerdo?

—La construcción es obra pública y sector inmobiliario. En lo que se refiere a la obra pública, las infraestructuras que tienen que realizar las tres administraciones están absolutamente paradas, igual que hace tres años. En Sevilla no se ha hecho nada. Los proyectos que necesita Sevilla para su accesibilidad y su movilidad están perfectamente definidos y no se acomete ninguno.

—SE-40, Metro...

—Las líneas del Metro, la SE-40, la SE-35, la conexión de Santa Justa con el aeropuerto, el corredor ferroviario de Cercanías, etcétera. Y en el presupuesto del Ayuntamiento de 2017 no existe ninguna partida para acometer los sistemas generales que requiere la ciudad.

—Los sistemas generales incluidos en el PGOU y pagados por los promotores.

—Efectivamente, desde 2006, desde hace diez años, por no decir veinte porque el Plan empezó a redactarse en 1999. Las infraestructuras que necesita Sevilla ni se están ejecutando, ni se gestionan ni se planifica su ejecución por la falta de recursos.

—¿Es un problema de recursos o de prioridades?

—Nosotros planteamos que haya prioridades y acometer las alternativas que con pocos recursos puedan resolver el problema de la movilidad y accesibilidad de Sevilla. Planteamos que el Estado cierre la circunvalación del Cercanías, que resuelva el nudo de la SE-20 que está pendiente sólo de un informe del Ministerio de Fomento para poder ejecutar el desarrollo de San Nicolás (Ikea), Buen Aire, el Higuerón y toda la fachada norte de Sevilla, planteamos la conexión de Santa Justa con el aeropuerto y también una alternativa a los túneles de la SE-40. No puede ser eterna. El proyecto lleva diez años en proyecto con una tuneladora parada. Proponemos que en lugar de tener dos túneles, tenga uno, así como que la Junta haga la zona oeste de la SE-40 con la opción de unir Huévar con Gerena, aprovechando el trazado que ya existe. Barata, rápida y resolvería el tráfico de Madrid a Huelva sin entrar por la SE-30 ni subir el puente del V Centenario. Y, además, la Junta debe acometer la terminación del tranvía de Dos Hermanas y construir el del Aljarafe.

—¿Y el Ayuntamiento?

—Es necesario que el Ayuntamiento acometa la redacción de los proyectos, la planificación y gestión de los sistemas generales para los cuales no hay ninguna partida en 2017. Es decir, que el Ayuntamiento no hará nada este año pese a que en su día, en 2003, los promotores les dieron ese dinero.

—¿Cuál es el proyecto más avanzado al que le afecte la paralización por la falta de infraestructuras?

—Toda la parte suroeste: Buen Aire, Higuerón y San Nicolás, con empresas importantísimas sevillanas y extranjeras que quieren desarrollar los proyectos.

—¿Ese 16 por ciento más de licencias de obras marca el fin de la crisis?

—Supone que tenemos por delante el reto del despegue y hay que trabajarlo. Es un cambio de tendencia, un crecimiento incipiente porque venimos de números mínimos, de un descenso del 83 por ciento de licencias de obras. Tenemos que aprovechar el momento. Inversores extranjeros estaban interesados y no han invertido por falta de seguridad jurídica y por una lentitud exasperante en la tramitación de los proyectos. Muchos se han ido por ese motivo.

—Como Ikea.

—Como Ikea.

—Urbanismo contrató a 17 personas para desatascar las 3.000 licencias pendientes, ¿cuánto tarda la Gerencia en tramitar una licencia?

—Más de nueve meses. Vemos bien que se contraten a más personas, pero insistimos en que el Ayuntamiento debe reducir los plazos con la declaración responsable de los profesionales y con la aplicación del silencio administrativo positivo, no sólo en las licencias de obras, sino también en las de ocupación. Falta confianza en los profesionales.

—¿Cuál es el problema que tiene la Gerencia? ¿Por qué la burocracia paraliza la ciudad? ¿Hay desidia?

—Es impresentable tener 3.000 pequeñas licencias atascadas. Hay ciudades en las que en un par de días se conceden las licencias. Sevilla siempre fue lenta. Hay que reformar la Gerencia y exigirle unos métodos de trabajo y un chequeo de proyectos con técnicas avanzadas y distintas a las de ahora.

—Entonces, ¿no cree que 2017 vaya a ser buen año?

—En barrios concretos se ven obras puntuales que antes no se veían, pero son proyectos puntuales que han requerido mucho tiempo para culminar un proceso tremendamente largo. Lo importante es que en Sevilla hay una gran demanda y necesidad de primera vivienda. Y es el momento de impulsar el sector por los tipos de interés bajísimos, por la recuperación incipiente del empleo, por los precios razonables y asequibles y porque hay más financiación bancaria. Ahora el sector, gran generador de empleo, puede crecer, pero es una pena...

Stock ya no hay en Sevilla, así que ¿cuántas nuevas viviendas necesitará la ciudad en los próximos años?

—En el registro de demandantes del vivienda de protección oficial hay unas 12.000 solicitudes. Es necesario que el Ayuntamiento haga sus deberes en los sistemas generales. El sector cambia de tendencia por la iniciativa privada, pero necesita la labor de la pública.

—¿Y los planes de la Junta?

—El Plan de Vivienda de la Junta no aborda la vivienda de nueva planta y ha condenado a la gente joven a que no pueda tener una vivienda en propiedad. Se tiene que ir al alquiler, y hay poco. La VPO no existe, ha muerto. La burbuja inmobiliaria arruinó a muchas empresas y se llevó a muchos miles de puestos de trabajo por delante, pero donde dejó una herida y una huella indeleble fue en el joven.

—¿Qué proponen?

—Sevilla está parada en todos los sentidos. La obra pública y la vivienda. El reto es que las administraciones se pongan las pilas y hagan sus deberes. Nosotros hemos propuesto, entre otras cosas, un plan extraordinario de vivienda para jóvenes, inmuebles en suelos reservados ahora para VPO. Ni el comprador ni el promotor quieren ya una VPO. Además, la construcción puede ayudar a paliar un grave problema: el paro juvenil. ~