«Debemos salir del récord de visitantes e ir más a la calidad»

Past View. Con una decena de premios y una nominación de la Luxury Travel Guide, esta empresa creada por Jorge Robles y Elena Luque ha revolucionado el turismo con sus gafas de realidad aumentada que trasladan al usuario al pasado. Están presentes en tres países y pronto desembarcarán en nuevos mercados

19 nov 2017 / 07:56 h - Actualizado: 19 nov 2017 / 13:23 h.
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  • Jorge Robles, cofundador de la empresa sevillana Past View. / El Correo
    Jorge Robles, cofundador de la empresa sevillana Past View. / El Correo

¿Cómo nació la empresa?

—Mi socia, Elena Luque, y yo somos empresarios desde muy jóvenes. Creamos Alminar Servicios Culturales y Past View surge a raíz de esa empresa. La experiencia que teníamos con Alminar era en el mundo de los contenidos, del turismo y la museografía, y con ese conocimiento decidimos innovar y dar un paso más en la interpretación del patrimonio. De ahí surge la idea de esta empresa, que si hoy sigue siendo innovadora, en 2010, cuando empezamos a diseñar los primeros prototipos sonaba a ciencia ficción pura y dura. En un principio pretendimos hablar con los principales museos, pero estábamos en plena crisis y eso nos hizo replantearnos el enfoque y sacar nosotros el proyecto en una ciudad de prueba como Sevilla a finales de 2012.

—¿En qué consiste Past View?

—Nos gusta definirlo como una máquina para viajar en el tiempo. Lo hacemos a través de la realidad aumentada, con unas gafas inteligentes, que el usuario utiliza como herramienta para poder hacer este viaje. El usuario se pone las gafas y va a visualizar cómo era ese mismo entorno en el pasado, con un detalle importante: no te quita la visión que tienes alrededor, no te aísla, son gafas translúcidas, lo que te permite hacer una comparativa continua del presente y el pasado.

—¿El desarrollo de las gafas también corrió de su cuenta?

—La idea surgió de nosotros, pero nos faltaba la parte de técnica, por lo que contratamos a un ingeniero. Incorporamos también a especialistas en 3D, que son los que levantan esa arquitectura virtual para que el usuario se sumerja con el mayor reflejo de la realidad posible. Fabricamos el primer modelo íntegramente nosotros y lo patentamos. Ya vamos por la tercera versión de hardware y la cuarta de software, con lo cual estamos en continua innovación para que el producto sea siempre vanguardista.

—¿Están trabajando en otros dispositivos para mejorar la experiencia del turista?

—Estamos combinando estas gafas con otros servicios que completan la experiencia sensorial. Por ejemplo con experiencias gastronómicas. Tenemos alianzas para que la ruta se complete con sabores del pasado.

—Son buenos momentos para el sector turístico...

—Es cierto. Vivimos un buen momento, favorecido por las crisis internacionales. Son vientos de cola que hay que aprovechar, pero creo que hay que salir del discurso de la cantidad y el récord de número de visitantes e irnos más a la calidad. Lo tenemos muy bien marcado en otros mercados como Barcelona o las Islas Baleares donde la saturación de un turismo de baja calidad no ha repercutido en conservar ciertos establecimientos tradicionales. Tenemos que invertir en atraer un segmento de turistas que consumen y que tiene un poder adquisitivo alto y preparar esa oferta para atenderlos. No hay otra manera que sea la innovación y la adaptación, anticiparnos a la demanda del turista. No se trata solo de captar.

—¿Qué tipo de turista consume Past View?

—Nuestros clientes vienen principalmente de Francia, Inglaterra y Alemania, pero no podemos olvidarnos de los clientes nacionales. Es un producto turístico, pero tiene un matiz, también es un producto cultural, por lo que los ciudadanos locales consumen nuestro servicio porque es muy atractivo ver tu propia ciudad en el pasado. Puedes conocer la historia pero nunca he visto como era el puente de Barcas en el siglo XVII, por ejemplo.

—Además de estar en Sevilla, están presentes en Barcelona, Éfeso y Atenas. ¿Cómo sucede esa expansión?

—Son los touroperadores internacionales los que también se muestran interesados en tener este producto llave en mano para poderlo operar, así se diferencian de la inmensa competencia que hay en el mundo del turismo. Todas las excursiones son idénticas, pero este producto te permite ver lo mismo de una manera diferente, por lo que para el touroperador es muy atractivo.

—¿Tienen previsto desembarcar en otras ciudades?

—Tenemos unos planes de expansión, pero luego las oportunidades surgen donde menos te lo esperas. Tenemos en mente seguir ampliando en algunos países europeos que tienen un patrimonio y un turismo importante, como Francia, Italia o Inglaterra, y después en países latinoamericanos como México o Perú. También nos ha salido una oportunidad en Costa Rica. En España tenemos trazadas ciudades como Madrid y Málaga.

—¿Es más fácil vender este producto en el extranjero?

—Quizá sí sea más fácil. Pero también hay diferencia con Barcelona, donde hay una mayor predisposición a consumir productos asociados a la innovación.

—¿Cuántas personas trabajan en Past View?

—Somos diez personas, sin contar los momentos en los que se hace la grabación y producción con actores y cámaras, que no son plantilla fija.

—¿Han tenido ofertas de compra?

—Sí hemos tenido alguna, pero no era el momento de plantearnos una venta porque vino muy al principio, cuando sólo estábamos en Sevilla. Creíamos que teníamos que dar margen al proyecto para que creciera de manera natural.

—¿Cómo ha sido el crecimiento de la empresa?

—El crecimiento año tras año está en torno al 20 por ciento. En 2015 empezamos a crecer en torno al 50-60 por ciento respecto al anterior, que fue cuando entramos en Turquía.