«El principal escollo que tenemos es la falta de apoyo de los bancos»

Galardonada como mejor pyme industrial andaluza, Feniks se ha especializado en carrozar vehículos para mover agua. Son líderes mundiales en el sector de limpieza de plantas termosolares y están cogiendo fuerza en la limpieza viaria y el contraincendios

María Montiel marmondua /
10 sep 2017 / 08:15 h - Actualizado: 10 sep 2017 / 08:15 h.
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  • Los fundadores de Feniks, Juan José Castro y Manuel Novales, en sus oficinas ubicadas en Arahal. / M. M.
    Los fundadores de Feniks, Juan José Castro y Manuel Novales, en sus oficinas ubicadas en Arahal. / M. M.

Feniks se fundó en 2014, ¿Por qué decidieron emprender?

—Manolo y yo salimos de una empresa donde nos dedicábamos al carrozado de vehículos. Con una mano delante y otra detrás y, gracias al conocimiento que teníamos, comenzamos con pequeños pedidos hasta que recibimos una llamada de Abengoa para fabricar vehículos de limpieza para plantas termosolares. Nos tuvieron que esperar a tener el CIF para generar el pedido e incluso firmamos sin tener recursos ni personal. Había un compromiso de contratación e instalaciones y comenzamos con esos primeros vehículos. La empresa la montamos con el pago único del Inem y al dinero del Fogasa. Con eso fuimos tirando porque no teníamos nada.

—¿Cómo fueron los principios?

—Fueron duros porque cuando teníamos pedidos y capacidad de producir, la financiación no llegaba. Y teníamos que decir a conocidos que pagaran por anticipado. Estuvimos a punto de perder un proyecto en Marruecos contra un competidor que nunca había hecho un camión porque pedíamos un 30 por ciento por adelantado, ya que ningún banco nos lo daba.

—¿Cómo fue la evolución?

—A partir de ahí vinieron el resto de las líneas y sectores que conocíamos: limpieza viaria y contraincendios a nivel nacional. El trabajo para termosolares está muy basado en el mercado internacional por el cambio de normativa que hubo en España, pero la limpieza viaria y contraincendios están más localizados, aunque contraincendios tiene proyección internacional. Las tres tienen en común que movemos agua y esa es nuestra especialidad, nuestro fuerte. Además, al final hay sinergias, porque un Ayuntamiento compra camiones de bomberos y limpieza viaria o una planta solar camión de bomberos y de limpieza.

—¿Cuál es el producto estrella de la compañía?

—En termosolar somos líderes a nivel mundial con el vehículo Drako-15, que es el que nos ha dado más facturación. Nos llaman de China, Arabia Saudí o Kuwait sin hacer nada allí. Por su lado, al Bulkano se le ha dado mucha relevancia pero como avanzado tecnológicamente el Drako, que es un vehículo de limpieza para termosolares.

—El Bulkano ha revolucionado el sector por ser el camión de bomberos más estrecho del mercado.

—Es una demanda que siempre habíamos tenido. Encontramos el chasis y lo primero que se nos vino a la cabeza es carrozar el vehículo para intervenciones en cascos históricos. Antes se tenía la opción de ir con gente o llevar agua pero no las dos cosas. Hicimos una ronda de reuniones con jefes de bomberos sobre lo que necesitaría para cascos históricos y salió el Bulkano, que es un vehículo de 1,70 de ancho con un depósito de 1.000 litros de agua. En lugares donde hemos hecho la demostración, que no tienen tanta estrechez en el casco antiguo, al final la reflexión es: me estás ofreciendo algo más estrecho pero con las mismas prestaciones que uno mayor. Se presentó en la feria internacional contraincendios de Madrid y desde entonces ha tenido mucha repercusión y se habla mucho de él. Es el único prototipo que hemos realizado sin pedido y nos ha servido para enseñar en todos sitios nuestra potencial en carrozado.

—¿Cuál es el volumen de facturación de la empresa?

—El primer año facturamos 20.000 euros y en 2015 pasamos a 2,8 millones. En 2016 nos mantuvimos. Este año creemos que vamos a terminar por encima de los cinco millones por la cartera de pedidos y las fechas de entrega.

—Comenzaron dos socios, ¿cuántas personas tenéis en plantilla?

—En plantilla somos 3.8, aunque empleamos hasta a medio centenar de personas. Hay mucho perfil técnico, contamos con nueve ingenieros.

—¿Dónde exportan?

—Vamos detrás de donde hay plantas solares. Hemos exportado a Argelia, Sudáfrica, Arabia Saudí, Chile, Marruecos, China y Abu Dabi. En España solo se ha hecho postventa en solares.

—¿Qué volumen supone la exportación?

—Estas ventas suponen el 80 por ciento, aunque esperamos que se reduzca por el crecimiento de las otras líneas de negocio.

—¿Por dónde pasa el futuro de la empresa?

—La postventa es nuestra apuesta para los próximos años. En cuanto a la línea de negocio, en limpieza viaria mantenernos en una cuota de mercado importante en España. Con bomberos pueden salir contratos internacionales, primero indirectamente a través de alianzas con otras empresas y, a medio plazo, con presencia propia. En termosolares vamos a remolque de donde van saliendo los proyectos.

—¿Qué ha supuesto para ustedes levantar Feniks en tiempos de crisis?

Mucha entrega y sacrificio sin esperar un crecimiento tan rápido. Sabíamos en qué sectores queríamos entrar pero no sabíamos cuando lo íbamos a hacer. El que hayamos podido hacer mucho en termosolar, donde se necesita menos requisitos financieros, nos ha permitido tener capacidad para entrar con fuerza en otros sectores. Nadie dijo que fuera fácil porque no te cuentan todo. Montar una empresa supone buscar financiación, instalaciones y medios, además de cumplir normativas. Cada paso es difícil y el principal escollo que tuvimos al principio, y seguimos teniendo, es la parte financiera por la falta de apoyo de bancos.