sevilla
{¿Cómo nace esta cervecera artesana?—Durante muchos años, mis socios y yo hemos elaborado cerveza para amigos y familiares, pero en 2013 decidimos emprender y profesionalizarnos. Por entonces, la fabricación de cerveza artesana era un mundo muy desconocido aquí, tuvimos que traernos los ingredientes de los sitios más dispares. Al principio fue complicado pero luego fuimos perfeccionando la técnica.—¿Qué tipo de cerveza es Mond?
—Elaboramos cervezas de fermentación alta, de tipo ale, a partir de cepas de levadura propia. Hacemos una cerveza rubia, que tiene cinco grados que lleva malta pilsen. Tenemos nuestra cerveza tostada, una brown ale, con 4,5 grados con un balanceo muy redondo en cuanto amargor y dulzura. También elaboramos una adaptación de la cerveza de trigo, que tiene cinco grados. No somos puristas, nos gusta innovar.—¿De dónde procede la materia prima?
—Potenciamos las materias primas locales, la conocida como economía de kilómetro 0. Utilizamos malta de base pilsen de la Vega del Guadalquivir. Además, tenemos convenios con las principales malterías de Europa, tanto de malta como de lúpulo. —¿Qué capacidad de producción tiene la fábrica?
—Podemos elaborar hasta 30.000 litros al mes.
—¿Cuáles son sus canales de distribución?
—Principalmente trabajamos con el sector de la hostelería, para nosotros es un canal muy importante en el nivel más próximo, por eso trabajamos con las principales cadenas de bares y restaurantes de Sevilla. También con empresas de distribución. Estamos en el espacio gourmet de El Corte Inglés, en Alcampo, en Aldi y también en Amazon. El objetivo es hacer de la cerveza artesana un producto abierto a todos. También nos interesa crear cultura. Por eso organizamos visitas a nuestra fábrica para que el público vea cómo hacemos con artesanía y mimo nuestro producto. Por lo general se desconoce qué hay detrás del botellín.—¿Es difícil vender cerveza artesana en una ciudad en la que Cruzcampo es la reina de las rubias?
—Somos productos complementarios, pero no sustitutivos. Venimos a cubrir un momento de consumo diferente. La idea es seguir un criterio similar al del vino, igual que uno disfruta de una buena copa de vino en un momento gastronómico. Con la cerveza pasa lo mismo, cuando buscas un momento refrescante, la industrial cumple su función. La cerveza artesana busca un paladar distinto.—¿Está de moda beber cerveza artesana?
—El desarrollo de tantas cadenas gastronómicas ha creado una generación, conocida como foodie, que busca momentos y sensaciones gastronómicas distintas, que está más abierta al cambio. —¿Dónde está su principal mercado?
—Nuestra cuota de mercado se centra a nivel nacional. Ahora hemos empezado con un proyecto de internacionalización, a través de un convenio con el Instituto Español de Comercio Exterior. 2018 será el año de consolidar nuestra presencia a nivel europeo. Más adelante no descartamos posicionarnos en América y Asia, pero primero vamos a tantear lo más próximo, donde más penetración tiene consumo de cerveza artesanal, que son países como Francia, Italia, los Países Bajos, Portugal y Alemania. Teníamos incluido Reino Unido pero con el brexit lo hemos parado.—A pesar de llevar poco tiempo en el mercado la industria hostelera ya ha premiado la labor de Mond.
—En junio nos concedieron en Bruselas un premio al sabor superior, que lo otorga el International Taste & Quality Institute. La cerveza se sometió a una cata a ciegas con 120 chef con Estrella Michelin, que valoran las cualidades organolépticas del producto. —¿Qué previsiones de crecimiento tienen para este año?
—Las previsiones económicas son buenas porque hemos duplicado la facturación y esperamos que el próximo año sea mucho mejor.
—Hacen una fuerte apuesta por la innovación...
—Colaboramos con universidades y entidades económicas para impulsar la innovación y el desarrollo. Llevamos a cabo un proyecto sobre levadura con el master de Microbiología para la reutilización de levaduras. Además de tener acuerdos con otras universidades europeas para la formación y capacitación de personal.