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Carlos Carrión, al frente, y Carlos Tabasco, el último de la derecha, con parte de su equipo. / El Club del Parque
Cuando a Carlos Carrión le regalaron una perrita se dio cuenta de lo complicado y las responsabilidades que acarreaba cuidar de una mascota. «Pese a que la quería como a un miembro más de la familia, no sabía cuál era el mejor alimento para su nutrición o cuando era el momento de la vacuna». Así que aquel desconocimiento le hizo pensar que habría muchos dueños de mascotas como él. Aprovechó su experiencia en el mundo de los estudios de mercado y salió a los parques para entrevistar a otros propietarios. El resultado: 400 encuestas sobre los temores de los dueños, que le sirvieron como radiografía sobre el poco conocimiento que tenían sobre las necesidades de sus mascotas.
A partir de ese momento, y en compañía de su socio Carlos Tabasco, quien se encarga de la parte informática, empezó a gestarse El Club del Parque, que ofrece un servicio integral a domicilio para perros y gatos. Sin embargo, no fue hasta su aterrizaje en la aceleradora de empresas El Cubo cuando esta idea empezó a crecer como negocio.
Un proyecto que se asienta en el concepto de club con unos socios muy peculiares: las propias mascotas. Aunque son los propietarios los que pagan las cuotas, el miembro del club es el perro o el gato «ya que son ellos los que figurarán en la ficha y los que se beneficiarán de los servicios». La idea es que el propietario disfrute de su mascota mientras que ellos se hacen cargo de las responsabilidades, según Carrión, quien recuerda que su lema es «disfruta de tu mascota». Por eso, a través de su propia cuenta, «el dueño puede hacer un seguimiento del calendario de vacunación y de todas los servicios de los que ha hecho uso su mascota».
Y es que El Club del Parque se encarga de recordar la visita anual y a domicilio del veterinario, de enviarle a casa el servicio de peluquería, el adiestrador, si fuese necesario, e incluso dan la oportunidad, previo asesoramiento personalizado, de hacer la compra de comida y productos –desde antiparásitos hasta de limpieza– a través de su tienda online, cuyos pedidos los acercan hasta la puerta de su casa. Asimismo, con ese afán de hacer de su club un lugar «de pertenencia» donde el dueño está en todo momento acompañado, tienen un acuerdo con una clínica veterinaria por si la mascota precisase de una operación, «donde estarán atendidos con elevados estándares de calidad» y siempre de la mano del club.
Pese a que al principio solo estaban Carrión y Tabasco, conforme fue creciendo la idea empezaron a sumarse personas. Ahora ya son ocho los que viven de este club: los dos impulsores, el veterinario, el adiestrador, el peluquero, un cuidador, el repartidor y hasta una persona que controla la comunicación.
Aunque llevan trabajando más de un año en este negocio, el servicio al completo arrancó hace dos semanas. Desde entonces, cuenta con 76 socios, «muchos de los cuales migraron del servicio inicial», según Carrión. Clientes que fueron y son captados en los parques donde se acercan y les presentan de tú a tú la filosofía de El Club del Parque. Pero la idea no es quedarse en Sevilla, sino salir al resto del territorio nacional como franquicia a partir del segundo semestre del año que viene.