‘Oliveleaks’ o el misterio detrás de la Ley Seca y el símbolo hippie

Una campaña de Aceites de Oliva de España invita al consumidor americano a conocer el origen del oro líquido

20 ago 2018 / 07:34 h - Actualizado: 20 ago 2018 / 07:34 h.
"Industria","Exportaciones","Aceite de oliva","El campo y su agroindustria"
  • Uno de los fotogramas del documental ‘Oliveleaks’ donde aparece el investigador que trata de desvelar la verdad sobre el aceite de oliva en los Estados Unidos./ El Correo
    Uno de los fotogramas del documental ‘Oliveleaks’ donde aparece el investigador que trata de desvelar la verdad sobre el aceite de oliva en los Estados Unidos./ El Correo
  • Pedro Barato. / El Correo
    Pedro Barato. / El Correo

¿Por qué Estados Unidos nunca ha sabido que el mejor aceite de oliva virgen extra procede de España? Es el misterio que trata de desvelar la asociación de Aceites de Oliva de España en el (falso) documental Oliveleaks. Según la campaña, este desconocimiento se debe a un complot –ficticio–, que trata de desenmascarar el hombre en la sombra, un investigador que se recorre la geografía estadounidense tratando de encontrar la verdad. Así, descubre que la Ley Seca no tenía como objetivo la prohibición de alcohol, sino paralizar la entrada de aceite de oliva virgen extra procedente de España. Y si pensaban que el Triángulo de las Bermudas tenía algo de cierto, tampoco: los barcos podían pasar sin sufrir fenómeno paranormal alguno. Todos a excepción de los españoles que transportaban productos nacionales, entre ellos el famoso oro verde. Tampoco el archiconocido símbolo de la paz del movimiento hippie se salva de su vínculo con el aceite de oliva. Según una de las asistentes a Woodstock (uno de los grandes festivales de los 60), este venía a decir que querían dos botellas de aceite.

La campaña «tiene mucho de provocación», reconoce el presidente de la interprofesional del aceite de oliva español, Pedro Barato. Pero, tratándose de un mercado como el estadounidense, donde el consumidor «aprecia las campañas rupturistas», desde la asociación esperan «cumplir el objetivo» que se marcaron: «Que el consumidor norteamericano descubra en España el origen y referente de aceites de oliva de calidad». Esta iniciativa, puramente online, está costeada a pulmón por la asociación con una inversión de cuatro millones de euros.

La estrategia se desarrollará en dos fases a lo largo de cinco meses. La primera está basada en el citado documental. La segunda, bautizada como Taste the truth, lanza cinco mensajes respaldados por expertos en el mundo de la alimentación y la gastronomía estadounidense. Con estas aportaciones y datos tratan de mostrar al consumidor norteamericano por qué España es líder mundial en calidad, sostenibilidad y versatilidad.

Estados Unidos es un mercado clave para el oro líquido andaluz. Se sitúa como el segundo destino de las exportaciones, sólo por detrás de Italia. De las más de 104.590 toneladas que España vendió al país el año pasado, el 83 por ciento procedía de Andalucía, principalmente de Sevilla, que exportó más de 27.241 toneladas, a pesar de no ser la principal provincia productora, según datos provisionales de Aduanas. El valor de aceites de oliva exportado por Andalucía ascendió a los 366 millones de euros. Un tercio de este negocio se corresponde a las ventas realizadas desde Sevilla. Con estos datos, Estados Unidos se sitúa como el tercer consumidor de aceite de oliva a nivel mundial, tras Italia y España.

Y «todo hace indicar que Estados Unidos afianzará su posición entre los primeros consumidores mundiales de aceite de oliva». Barato se remite a las cifras. Las ventas de aceite de oliva en el país se han multiplicado por siete en casi tres décadas: pasando de las 16.500 toneladas a las 124.000 del año pasado. En este mercado, los españoles son líderes en importación, con un 40 por ciento de cuota. De hecho, desde 1990, la entrada de oro verde español se ha triplicado.

Pero el recorrido de este producto en el mercado estadounidense es aún mayor. Barato apunta a que hay dos factores que juegan a favor del sector. Por un lado, el bajo consumo per cápita, que no llega al kilo por habitante y año. Además, está muy concentrado en dos puntos concretos del país: la Costa Este y la Costa Oeste. Por otro, la tendencia a comer más sano. «Esto puede conllevar el cambio en el consumo de otros aceites vegetales o grasas en favor de los aceites de oliva», predice Barato.

La importancia del mercado estadounidense para los productores españoles es tal que Oliveleaks coincide en el tiempo con el Olive Oil World Tour, otra campaña de promoción respaldada por la Unión Europea. A lo largo de tres años, los productores van a difundir las virtudes culinarias, nutricionales y saludables» del oro verde entre los viajeros de Estados Unidos, Europa y Asia. Para ello, están realizando acciones en aeropuertos y estaciones de trenes de nueve país.

¿Miedo a los aranceles?

En plena batalla arancelaria con la aceituna negra, los productores de aceite de oliva respiran con cierta tranquilidad pues parten de «realidades muy distintas», asegura el presidente de la interprofesional. «Estados Unidos cuenta con una industria bien desarrollada de aceituna negra», explica Barato. Pero, en el caso del oro líquido, el país es «totalmente dependiente de las importaciones provenientes de Europa». Mientras que la producción de aceite de oliva norteamericano roza las 16.000 toneladas, su consumo anual supera las 300.000 toneladas.

No obstante, ante la feroz política arancelaria desarrollada por el Ejecutivo Trump, desde la interprofesional son conscientes de que las cifras sean una excusa para que el aceite de oliva se libre de una guerra de aranceles si la administración estadounidense «insiste en la deriva proteccionista». Mientras tanto, Estados Unidos sigue figurando como el segundo cliente de los aceites de oliva españoles, razón de más para «no dejar de trabajar en ese mercado».