Prohibido regalar bolsas de plástico

Todos los comercios tendrán que cobrar por ellas a partir del 1 de julio (las de alimentos a granel quedan excluidas) y en 2021 se prohíben

25 jun 2018 / 21:11 h - Actualizado: 26 jun 2018 / 09:02 h.
"Medio ambiente","Empresas","Alimentación","Consumo","Medidas contra la contaminación"
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A partir del 1 de julio todas las tiendas –pequeñas o grandes, de ropa, farmacias, supermercados, etcétera– deben cobrar las bolsas de plástico. Nada de regalarlas, salvo las muy ligeras que se usan para alimentos a granel y las gruesas recicladas. España, por fin, asume la directiva europea en una materia en la que siempre va a rebufo.

Cada español consume al año 144 bolsas de plástico. El 90 por ciento sólo se usa una vez —entre 12 y 25 minutos— y luego se tira a la basura. Sin embargo, tardan en descomponerse completamente entre 100 y 500 años, según los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del anterior Gobierno central. Así, la contaminación por plástico se ha convertido en una de las plagas del siglo XXI en tierra y mar.

Ocho millones de toneladas de este derivado del petróleo acaban en los mares cada año. Y las bolsas de plástico son una de las fuentes más comunes de esta contaminación, que afecta a todo el globo, tanto a la playa de Matalascañas como a la isla de Moorea, en la Polinesia francesa.

«Si no cambiamos el modo en que producimos y utilizamos los plásticos, en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar». Esa fue la advertencia que realizó el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, tras la aprobación de la primera estrategia europea sobre plásticos. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente los costes ambientales de los plásticos suponen 15.000 millones de euros a nivel mundial.

Algunas comunidades autónomas y grandes superficies en España ya habían empezado a vetar las bolsas de plástico gratis, pero ahora se extiende a todo el país y todo tipo de comercios. El Gobierno no fijó el precio, pero ofrece en el Real Decreto un anexo con precios orientativos: para las de más de 15 micras se propone 15 céntimos por unidad.

Precisamente porque ya se habían tomado algunas medidas, en España se ha ido reduciendo el uso de bolsas de plástico. En 2007 se consumían 317 por habitante y año y en 2014, 144.

Desde 2008, cuando algunos comercios de forma voluntaria comenzaron a cobrar las bolsas a sus clientes, la reducción de consumo de bolsas ligeras en España ha sido de un 55 por ciento, según la industria del sector. «Algunas superficies comerciales dan valores de reducción de entre el 85 y 90 por ciento en sus establecimientos», apunta un portavoz de la Asociación Española de Industriales de Plástico.

Pero no es suficiente para cumplir las directrices europeas, por eso la prohibición se extiende a toda la cadena de consumo incluyendo el comercio minorista y grandes almacenes, tanto para las tiendas como para los productos que se entreguen en la venta on line o las entregas a domicilio.

A partir de 2021, además, en España se prohíben las bolsas de plástico ligeras y muy ligeras salvo las compostables. Un año antes, las bolsas gruesas deben contener al menos un 50 por ciento de plástico reciclado y se prohíben las de plástico fragmentable, como explicaremos en este reportaje.

El pasado 18 de mayo, el Consejo de Ministros del anterior gobierno del PP aprobó la propuesta del Ministerio, el Real Decreto sobre reducción del consumo de bolsas de plástico y por el que se crea el Registro de Productores, con el objetivo de reducir el consumo de bolsas de plástico ligeras en España, trasponiendo al ordenamiento español la directiva comunitaria. Además, se crea un registro para obtener información sobre las bolsas de plástico puestas en el mercado en el país.

Los fabricantes tendrán que comunicar a la administración qué clase de bolsa han vendido y a quién.

Este Real Decreto, según el anterior Gobierno de Rajoy, convierte a España en uno de los tres países europeos (junto a Francia e Italia) en que se prohíben las bolsas de plástico ligeras y muy ligeras (salvo las compostables), y que hace de España el único país de la UE que establece un contenido mínimo de plástico reciclado para las bolsas gruesas (más de 50 micras). El objetivo es incorporar el plástico reciclado, en la línea de los principios de la economía circular.

La Unión Europea aprobó en 2015 una directiva para reducir el consumo de las bolsas de plástico, poniendo el acento en las de menos de 50 micras de espesor (0,05 milímetros), que son las que se suelen usar sólo una vez. La directiva ofrecía varias opciones a los gobiernos de los 28 para reducir su consumo y en España, tras varios retrasos, el Consejo de Ministros aprobó este Real Decreto por el que el país se adapta a esa norma.

Pero, ¿qué dice la nueva normativa española? A partir del 1 de julio estará prohibido que cualquier comercio —ya sea una gran superficie o una pequeña tienda de ultramarinos o de ropa— regale bolsas de plástico de entre 15 y 50 micras, que son las que más se utilizan ahora.

Según los datos contenidos en el Real Decreto, en 2014 se pusieron en el mercado 67.230 toneladas de bolsas de plástico en España. El 83 por ciento se corresponde con bolsas de entre 15 y 50 micras; el diez por ciento fueron de menos de 15 micras; y el resto (siete por ciento) de más de 50. La prohibición completa de entregarlas gratuitamente es para ese 83 por ciento de bolsas de entre 15 y 50 micras. Las más ligeras —que se suelen emplear para productos a granel— podrán seguir regalándose. Y las de más de 50 también si contienen más de un 70 por ciento de plástico reciclado.

Desde el 1 de enero de 2020 las bolsas de plástico gruesas deberán contener al menos un 50 por ciento de plástico reciclado. Asimismo, se prohíben las bolsas de plástico fragmentable, por su contenido en aditivos que suponen un alto impacto ambiental. Según dijo el Ministerio, estableciendo esta fecha se da margen a los comerciantes para liquidar su stock y a los fabricantes para dejar de producirlas.

¿Y cuáles son las bolsas de plástico fragmentables? Las fabricadas con materiales plásticos que incluyen aditivos que catalizan la fragmentación del material. Esta descomposición en microfragmentos es muy dañina también para el medioambiente.

Además, a partir del 1 de enero de 2021 se prohibirán todas las bolsas de hasta 50 micras, las ligeras y muy ligeras. Sólo se permitirá la entrega en los comercios de las bolsas compostables, que son las que cumplen con unos requisitos fijados por la UE para que puedan acabar en el futuro contenedor para biorresiduos o desechos orgánicos que los ayuntamientos tendrán que empezar a implantar para cumplir con las directivas comunitarias. Se quiere evitar que acaben con el cubo de los envases de plástico.

Más campañas y nuevo Registro de Productores

La nueva norma prevé otras medidas, como la realización de campañas de sensibilización que informen sobre el contenedor en el que deben depositarse los residuos de las bolsas de plástico, compostables y no compostables, y sobre los efectos nocivos que supone el abandono de los plásticos.

En cuanto al Registro de Productores, con el anterior Gobierno estaba previsto su adscripción al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y contaría con una sección dedicada a los fabricantes e importadores de bolsas de plástico, para cumplir con la obligación de remitir anualmente la información sobre bolsas puestas en el mercado por los fabricantes a la Comisión Europea y saber lo que circula y su evolución, y así poder conocer la efectividad de las medidas puestas en marcha y, en su caso, plantear nuevas soluciones.

Además, el Ministerio subrayó que este Real Decreto supone el primer paso de la futura hoja de ruta para los plásticos en España, que está recogida en el borrador de la Estrategia Española de Economía Circular que ya tendrá que desarrollar el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Hasta ahora se estudiaban las alegaciones recibidas en el proceso de información pública. El anterior Ejecutivo tenía previsto llevar el texto al Consejo de Ministros este verano.

Pajitas y menaje de plástico, en el objetivo

La Estrategia Europea de Plásticos, aprobada en enero de 2018, indica un camino a seguir. Así, la futura hoja de ruta de plásticos en España deberá centrarse en una serie de aspectos prioritarios como la reducción de productos de plástico de un solo uso, como el menaje y las pajitas, o el adecuado tratamiento de los residuos de toallitas húmedas; la gestión eficaz de los plásticos de uso agrícola una vez utilizados o la restricción de los plásticos fragmentables, y la adición intencionada de microplásticos en productos que acaban en el medio ambiente.

¿Y qué dice la industria? Entre otras cosas, que del plástico viven 50.000 empresas y 1,6 millones de trabajadores en Europa, que forman un sector que generó en 2016 un volumen de negocio de casi 350.000 millones de euros y aportó a las finanzas públicas cerca de 30.000 millones. Y, sobre todo, la industria remarca que no hay que demonizar el material, el plástico, sino su mal uso. Para la industria sólo queda un camino: apostar por un consumo responsable, por la reutilización y el reciclaje.

No evitan el despilfarro

En el caso del envasado de alimentos con plásticos, se argumenta su utilidad para conservarlos y se le atribuye el beneficio de reducir el despilfarro alimentario. Sin embargo, el reciente estudio publicado por Amigos de la Tierra y Residuo Cero Europa Al desnudo, los envases de plástico no evitan el despilfarro alimentario. El informe señala que tanto los residuos de envases como los alimentarios han aumentado de forma alarmante en la última década.

Para Alodia Pérez, responsable del Área de Recursos Naturales y Residuos de Amigos de la Tierra, «los envases plásticos lejos de solucionar el despilfarro alimentario lo fomentan». Según explicó a este periódico, la Unión Europea marca que en 2018 cada ciudadano debería consumir 90 bolsas de plástico al año y que en 2022 deben ser 40 por persona y año. «Sin embargo, este dato en España se eleva a 144 bolsas por año y habitante, un dato que es extrapolable a Sevilla», indica Pérez.

Alternativas en los súper

Las grandes cadenas empiezan a ofrecer alternativas. Lidl dejará de vender bolsas de plástico a lo largo de 2018 –no concretó cuándo– y apuesta por alternativas más sostenibles para transportar la compra, con el objetivo de fomentar la reutilización.

Con esta medida, Lidl dejará de comercializar más de 100 millones de bolsas cada año y prevé dejar de ingresar 1,5 millones de euros anualmente.

Lidl lleva tiempo probando alternativas más sostenibles para llevar la compra a casa. De hecho, en 2010 introdujo la bolsa de rafia en su surtido. En septiembre de 2017 comenzó a probar las bolsas de papel de origen sostenible y desde principios de 2018 las ofrece en todos sus establecimientos de España.

Además, la decisión de Lidl de dejar de vender bolsas de plástico está avalada por sus clientes. Según un estudio realizado por IWD2, más del 90 por ciento de los clientes de Lidl quieren prescindir de este tipo de bolsas y optar por alternativas más sostenibles.

La cadena sacará de la circulación 100 millones de bolsas cada año, ahorrando al medio ambiente más de 1.300 toneladas de plástico, el equivalente a la superficie de 2.500 campos de fútbol.

Mercadona, por su parte, puso en marcha un laboratorio de prueba en 11 tiendas de Valencia, Islas Baleares, Barcelona y Bizkaia, en las que dio a los clientes la posibilidad de utilizar envases alternativos al plástico. En estos establecimientos fue posible llevarse la compra en bolsas de papel por 0,10 euros o en cestas de rafia por 0,50. Con esta iniciativa, la compañía presidida por Juan Roig trata de adelantarse a las medidas establecidas por la Unión Europea.