«Pronto entregaremos drones al Ejército del Aire y la UME»

Cuando los drones apenas despegaban, esta empresa ya había diseñado uno para una televisión francesa. Hoy trabajan para la agricultura, la industria y hasta para el Ejército español. El mercado nacional es su fuerte, pero México es uno de sus mayores clientes

21 oct 2017 / 16:32 h - Actualizado: 21 oct 2017 / 21:59 h.
"Medio ambiente","Empresas","Marcaje al empresario"
  • Nicolás Zapata y Jorge Gutiérrez, con el dron Condor, diseñado para el Ejército, en sus instalaciones de Gelves. / Jesús Barrera
    Nicolás Zapata y Jorge Gutiérrez, con el dron Condor, diseñado para el Ejército, en sus instalaciones de Gelves. / Jesús Barrera

sevilla

{Usted es informático y su socio, ingeniero electrónico, ¿cómo empezaron en el mundo de los drones?

Jorge y yo compartimos una afición por el mundo aeronáutico y nos conocimos a través de un foro de UAV (vehículo aéreo no tripulado, en inglés). Además, como informático trabajaba en el mantenimiento de las redes de empresas relacionadas con este sector. Antes de asociarnos, vendimos equipos para una televisión francesa, pero vimos la oportunidad de negocio y creamos la empresa en julio de 2012.

—¿Qué partes del dron fabrican?

—Nosotros nos dedicamos a los multirrotores. Haciendo un símil el automóvil: Renault diseña la forma del coche pero compra los motores a un fabricante que también provee a otras marcas. Nosotros diseñamos la forma e integramos el motor, las hélices y la electrónica de otros fabricantes para tener un dron lo más eficiente posible. También diseñamos los sistemas para el funcionamiento del dispositivo, que se conoce como gimbal.

—¿Para qué sectores han trabajado?

—Hemos hecho drones para la pulverización de productos fitosanitarios y recientemente hemos vendido varios equipos en el norte para atacar el problema de la avispa asiática, para lo que hemos desarrollado una pértiga extensible que pincha el nido e inocula el veneno. Hay empresas con instalaciones que utilizan drones para transportar muestras de un edificio a otro. También colaboramos con un señor que se dedica a los servicios funerarios y lo utiliza para repartir las cenizas en lugares de difícil acceso. Al final son los clientes los que te aportan nuevas ideas.

—¿Quiénes son sus principales clientes?

—Entre las grandes empresas están Endesa, Red Eléctrica Española, Arcelor Mittal, La Caixa, Samu... También trabajamos para universidades como las politécnicas de Madrid y Valencia o la Universidad de Sevilla. Además hemos hecho drones para Salvamento Marítimo, la Junta de Extremadura o Catec. Entre las pymes están Mercator, Goidrone...

—También trabajan para el Ejército español...

—Tenemos un equipo que se llama Drone Condor que está destinado para el servicio de vigilancia y en catástrofes. Hemos fabricado tres que entregaremos muy pronto: uno al Ejército del Aire y dos a la UME. Este dron indica a las unidades de emergencia hacia donde ir ante un incendio o cuando hay una víctima. También le permite llevar carga y dejarla caer en un punto o servir de luz de alta intensidad.

—Su primer dron era para una televisión francesa, ¿han continuado con la conquistando el extranjero?

—En Europa, vendemos equipos en Portugal y Francia. Fuera, en Perú, Brasil, Argentina, Bolovia y México, donde hacemos más negocio.

—¿Pesa más el mercado internacional?

—La mayor facturación es hoy a nivel nacional, aunque un 30 por ciento corresponde al extranjero.

—¿Cómo ha evolucionado la empresa desde sus inicios?

—El primer año facturamos 35.000 euros, pero al año siguiente dimos un salto y cerramos en 200.000 euros, impulsados por el contrato que cerramos con Endesa. La facturación superó en 2016 los 385.000 euros y este año esperamos llegar a los 450.000.

—¿Y la plantilla?

—Empezamos dos, luego contratamos dos más y ahora somos seis en plantilla fija. Dependiendo de la carga de trabajo, a veces somos más.

—¿La legislación es el mayor problema que tiene el sector para su desarrollo?

—Hay una ley vigente, pero hay operaciones que no se pueden realizar y frenan el sector. Por ejemplo, no se puede volar en zonas pobladas, lo que limita hacer fotos o vídeos, pero también hay edificios históricos con problemas de cornisa a los que es difícil acceder y hay empresas que se dedican a este sector que estarían dispuestas a comprar un dron porque les permitiría actuar de forma rápida, segura y económica. Amazon está planteando hacer repartos, pero en España no sería posible. La tecnología avanza por delante de lo que lo hace por la legislación. También ocurre que cada país de la Unión Europea tiene su ley, aunque está previsto que para finales de 2018 haya una norma europea. En 2014, por ejemplo, muchas empresas querían comprar drones, pero vieron que estaba a punto de salir la ley y algo que era alegal se podía convertir en ilegal, por lo que se pararon las ventas; luego cuando salió se compensó con una subida. Algo similar está ocurriendo ahora. ~