«Quienes se hipotequen hoy, que piensen en el largo plazo»

El presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito constata la buena salud de la financiación al consumo, pero advierte de que los tipos tan bajos no se prolongarán y pide al nuevo Gobierno que no haya cambios «radicales»

01 jun 2018 / 17:31 h - Actualizado: 01 jun 2018 / 23:16 h.
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  • Fernando Casero, presidente de ASNEF, ayer antes de la clausura de la 58 Asamblea, que se ha celebrado en el hotel Gran Meliá Colón. / Manuel Gómez
    Fernando Casero, presidente de ASNEF, ayer antes de la clausura de la 58 Asamblea, que se ha celebrado en el hotel Gran Meliá Colón. / Manuel Gómez

La Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF), que representa a 50 entidades asociadas y 362 adheridas especializadas en la financiación de automóvil y bienes de consumo, ha celebrado en Sevilla su 58 Asamblea General. La entrevista con su presidente, Fernando Casero, coincide casi en tiempo real con la votación que cambiará al Gobierno.

—El consumo está muy influido por la confianza. ¿Cómo interpreta el sector el cambio de Gobierno? ¿Cree que puede afectar de forma negativa a su actividad?

—Yo entiendo que la actividad en estos momentos tiene un ritmo de crucero que va a ser difícil que las circunstancias políticas lo modifiquen. Lo que sí es cierto es que cualquier cambio sustancial de política general sí afecta a la actividad económica. Nosotros dependemos de que haya tranquilidad, confianza y de que el consumidor tenga estabilidad a medio y largo plazo. Los cambios políticos radicales nunca son especialmente buenos.

—¿Eso es lo que se espera, un cambio radical?

—No me atrevo a decir nada, para eso están los políticos. Nosotros nos dedicamos a nuestra actividad.

—¿Cómo les fue en 2017?

—El año pasado fue muy buen año para el sector. Se han conseguido tasas de crecimiento de casi el 15 por ciento, hasta los 31.025 millones, lo que supone la consolidación de los ejercicios anteriores y estamos ya casi a niveles anteriores a la crisis, lo cual es un síntoma estupendo de que la economía, también doméstica, está mejor.

—¿Cuándo comenzó a reactivarse el crédito al consumo después de la crisis?

—Tras el bajonazo de 2007, 2008 y 2009 comenzamos a levantar cabeza a partir de 2010. Las cifras que manejamos del primer trimestre consolidan las del ejercicio pasado. Para nosotros es muy importante la inversión crediticia nueva, pero también el número de contratos. El año pasado se hicieron más de diez millones. En el momento álgido antes de la crisis se llegaron a firmar algo más de ocho millones. Así se diversifica mucho más el riesgo, alcanzamos más familias. Baja el importe medio por contrato pero aumenta el número de contratos.

—¿Cómo valora ese cambio?

—Yo creo que los consumidores tienen más confianza que en el pasado; cuando uno pierde la incertidumbre de lo que puede pasar a medio plazo es cuando empieza a consumir.

—El hecho de que las familias hayan mejorado su tasa de ahorro en estos últimos años, ¿cómo les ha afectado?

—Afortunadamente desde 2010 hemos notado ese crecimiento. Para nosotros es fundamental que el empleo se desarrolle. En la crisis la gente se retrajo, con lo cual había mucha demanda escondida que necesitaba un cambio de equipamiento de hogar.

—¿Cómo ha cambiado el escenario del crédito al consumo?

—Casi todos somos los mismos. Ha habido un proceso de concentración de 2010 para acá motivado fundamentalmente porque nuestro sector está regulado y supervisado. El nivel regulatorio que tenemos es muy importante y eso solo permite que una serie determinada de entidades muy tecnificadas y profesionalizadas puedan estar.

—¿Y las fintech?

—Lo que están haciendo es que intentemos adaptarnos a los nuevos tiempos. Son actores que sí están dinamizando el sector con nuevas ideas. Lo que sí demandamos desde la asociación es que todos tengamos las mismas reglas del juego. No puede ser que unos tengamos un control regulatorio y supervisor importantísimo y otros no tengan nada. Eso es un problema para el consumidor final.

—¿En Andalucía se repite el mismo comportamiento que a nivel nacional?

—Andalucía representa el 15,7 por ciento de la financiación total, con 4.877 millones, y ha crecido un 13,25 por ciento, algo por debajo de la media nacional.

—¿Cómo se distribuyen las operaciones?

—A nivel nacional, en automóviles, 11.520 millones y un crecimiento del 16,8 por ciento, de ellos turismos nuevos casi 8.800 millones, el 13 por ciento más. En usados, la cifra es de 2.440 millones, el 31,5 por ciento más. Y en consumo, 19.506 millones, el 13,5 por ciento más.

—¿Cómo ven la situación de los tipos de interés?

—No los hemos visto tan bajos nunca. Esto ha permitido consumir con una financiación extremadamente barata. Dependerá de cómo el Banco Central Europeo (BCE) vea la evolución de la inflación. Se prevé para el ejercicio próximo una pequeña subida cuando se eliminen parte de las ayudas del BCE a las entidades. El que quiera una hipoteca ahora creo que no lo ha visto nunca igual. La primera que yo tuve era al 16,5 por ciento.

—¿Temen que a las familias les pille esta subida con el pie cambiado y se traduzca en un repunte de la morosidad?

—Es un problema que la gente tiene que valorar a medio plazo. Para los bienes de consumo no es tan importante porque las operaciones son a corto plazo. El que quiera endeudarse en una hipoteca tiene que evaluar no solo lo que paga actualmente sino lo que va a tener que pagar en el futuro. Tiene que adecuar su nivel de ingresos y además tener un colchón de seguridad para que en el futuro no le pueda coger desprevenido una posible subida de tipos. No van a ser los tipos que vimos hace 15-20 años. Quien quiera un crédito hipotecario que no se fije en lo que cuesta ahora sino que haga una proyección más a largo plazo.

—¿En qué nivel se encuentra la morosidad?

—No hay cifras desagregadas, pero puede estar en coches en torno al 6-7 por ciento y en consumo un poco más alta.