«Recogeremos el interés de la industria por la colza en la Lonja»

Además de presidir la Comisión de Asuntos Marítimos de la Cámara de Comercio, Filomeno de Aspe está al frente de la Lonja de Cereales de Sevilla, que está a punto de cumplir su primer año de vida

28 dic 2015 / 08:34 h - Actualizado: 28 dic 2015 / 08:36 h.
"Agricultura"
  • Filomeno de Aspe, presidente de la Lonja de Cereales de Sevilla, en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla, en la plaza de la Contratación. / Fotos: Manuel Gómez
    Filomeno de Aspe, presidente de la Lonja de Cereales de Sevilla, en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla, en la plaza de la Contratación. / Fotos: Manuel Gómez

{La Lonja de Cereales de Sevilla arrancó el pasado 9 de enero ¿Qué balance hace de este casi primer ejercicio en funcionamiento?

—El balance es muy positivo. Desde el 9 de enero llevamos realizadas 25 sesiones de la comisión de precios. El número de miembros de la Lonja es de 114 y cada día hay más interés por pertenecer a ella. Y, por otro lado, la Lonja es un referente en el mercado de cereales en todo tipo de plantaciones, y ya el mercado de futuros se está referenciando a precio de Lonja en distintos productos.

—¿Cómo ha evolucionado en estos primeros meses?

—La comisión de precios está abierta a cualquier propuesta de productos que se crea conveniente o necesaria respecto a que tengan suficiente peso específico comercial en el mundo del cereal. Hemos incluido recientemente el sorgo, un producto que en principio no contemplábamos, y ahora, cuando llegue la campaña de semillas oleaginosas, incluiremos la colza. De hecho ya hay varias compañías que están contratando con agricultores con referencia al precio de cotización de la Lonja de Cereales de Sevilla.

—¿Cómo se distribuye la representación?

—La Lonja está abierta a todas las personas relacionadas con el sector agrario. Donde hemos sido más escrupulosos ha sido en la constitución de la comisión de precios, que es la que mantiene reuniones periódicas quincenales, salvo en los meses de campaña, que son semanales. En esa comisión, con 16 miembros, hay una representación equitativa del proceso productivo, comercial e industrial. Están representados agricultores, cooperativistas, comerciantes, agentes mediadores e industriales transformadores de productos. En la lonja, los agricultores tienen una representación del 35 por ciento, el 20 por ciento son comerciantes, el 17 por ciento industriales y el 7 por ciento agentes mediadores.

—Una Lonja no puede fijar precios porque no es una bolsa. ¿Cuál es su misión?

—Hacemos una ronda de consulta a todos los representantes cuando analizamos un producto, y un análisis de las operaciones que tenemos constancia que se han realizado tanto por la parte compradora como vendedora. Si hay algún tipo de discrepancia hacemos un análisis de mercado y, hasta ahora, siempre hemos llegado a un consenso. Casi siempre hablamos de una horquilla de un variable de dos o tres euros.

—¿Es complicado aunar los distintos intereses?

—El objetivo que nos marcamos desde la Cámara de Comercio al constituir la Lonja era que fuera una herramienta que facilitara todo el proceso de comercialización de esos productos. Hasta ahora no ha resultado complicado consensuar. No ha habido grandes discrepancias, sí distintas valoraciones de mercado y algunos hechos concretos que tuvimos que puntualizar y unificar criterios respecto al precio de los productos: que siempre era de salida de almacén. En la mayoría de productos existe una cotización independiente sobre almacén del Puerto de Sevilla por su importancia. Se dan dos precios, de los cereales que se producen aquí y los de importación.

—¿Por qué una provincia como Sevilla, con tanto peso cerealista, ha tardado tanto en tener su propia Lonja?

—Tiene su justificación. Desde la Cámara de Comercio hace ya algunos años propusimos la constitución de la Lonja, pero justo en ese momento se estaba constituyendo otra en una provincia próxima aunque no teníamos constancia de ello, y nos pidieron que lo paralizáramos. Tenemos un Puerto de interior con un volumen muy importante de cereales, que este año va a rondar las 800.000 toneladas. Ha habido años que se han movido hasta 1,2 millones de toneladas, así que ya de por sí tendría sentido una Lonja referenciada únicamente a lo que es el Puerto. Si a eso le añadimos la producción agraria de la provincia de Sevilla, la mayor productora de trigo duro de Andalucía, y que es un referente en logística de exportación a terceros países, tiene peso específico para tener su Lonja. Nunca es tarde si la dicha es buena.

—¿Cómo ha sido este año la cotización?

—Hablo de la experiencia de la Lonja. En esta campaña ha habido unas fluctuaciones muy grandes, sobre todo, en la cotización del trigo duro. Llegó a niveles muy altos, de 362 euros la tonelada, debido a tensiones de mercado, demandas puntuales de exportación... y ahora está e entre 259 y 261 euros. Nuestra función no es un análisis exhaustivo del mercado de futuros, aunque a partir de este año contaremos con datos estadísticos para ver la evolución. En picos de campaña, en junio y julio, hemos tenido 15.000 visitas en la página web.

—¿A quién beneficia más contar con esta herramienta?

—Beneficia a todos. No me atrevería a decir que más al productor que al comercial o al industrial. Tienen una información de primera mano de mercado que antes tenía que buscar a nivel personal o a través de otros organismos e instituciones. Hemos dado un paso muy importante en información de mercado, que era de lo que se trataba.

—¿Y ese interés de la colza?

—Me consta que los industriales Sovena y Grupo Migasa han incluido dentro de su programa de siembra para este año la colza. Al ser un producto nuevo, con desconocimiento de valores de mercado, se incluirá en los valores de cotización de la comisión de precios y se están analizando ya los contratos con los agricultores para, llegado el momento de la comercialización, referenciar su venta al precio de cotización de la Lonja.

—¿Se ha puesto de moda?

—Se consume mucho el aceite de colza en Europa. Cuando las empresas industriales quieren fomentar la producción, lógicamente tendrá una demanda concreta. También me consta que el subproducto de la colza es una harina que es muy alta en proteína para el consumo animal.

—¿Cómo funciona la comisión de precios?

—Somos 16 miembros, nos reunimos los martes a las 9.30 horas. Empezamos con un análisis producto por producto. Las partes compradora y vendedora hacen sus análisis de cómo está el mercado. Hacemos una ronda de consultas y de forma consensuada –nunca se ha dado el caso contrario– siempre hemos llegado a una fácil conclusión. Nosotros hacemos de fedatarios, notarios de que el proceso se haga con la máxima transparencia y equidad. Se realiza a puerta cerrada, aunque tenemos un turno de visitas. A las dos horas la hoja de cotización de los productos está colgada en la web, una información gratuita y de acceso público, gracias al patrocinio de Caja Rural del Sur. Hay otras lonjas que cobran por ella.

—¿Objetivos?

—La consolidación. Estamos abiertos a que cada vez sean más los actores que intervengan. El sector agrícola es muy conformista, y dice para qué me voy a adherir si ya tengo la información que necesito. No hay ningún coste, es totalmente gratuito. Además, le queremos dar un contenido de difusión, a través de jornadas y encuentros. La última de ellas la celebramos en la Autoridad Portuaria y me sorprendió el desconocimiento de actores muy importantes de los pormenores y ventajas de un Puerto interior como Sevilla.

—¿Cómo ha sido el año?

—No ha sido año bueno de exportación y la cosecha ha sido media. Ahora hay una gran preocupación por la sequía, porque hay una parte importante de cereal sembrada y otra no nacida, que habrá que resembrar, con el coste que eso supone.

—¿El Puerto pertenece a la Lonja?

—El Puerto pertenece y quiere estrechar cada vez más los lazos de colaboración y eso es muy im portante. Una de las decisiones que hemos tomado es la constitución de una mesa de trabajo que el Puerto quiere implantar y en la que estaremos presentes algunos miembros de la comisión para la mejora de procesos comerciales inherentes al mundo del cereal. ~