Sánchez Haro reclama invertir en regadíos para combatir el despoblamiento

El consejero de Agricultura reitera el rechazo al recorte del 16% en la PAC. Ha reivindicado la «eficacia demostrada» de las políticas sostenibles de agua en la lucha contra el despoblamiento

14 jun 2018 / 18:32 h - Actualizado: 14 jun 2018 / 18:43 h.
  • El ministro de Agricultura, Luis Planas, y el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Rodrigo Sánchez Haro, hoy en Madrid. / Efe
    El ministro de Agricultura, Luis Planas, y el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Rodrigo Sánchez Haro, hoy en Madrid. / Efe

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha reiterado su «no rotundo» al recorte del 16 por ciento del presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC) que plantea la Comisión Europea (CE) y ha reclamado que se realicen más inversiones en regadíos para combatir el despoblamiento en zonas rurales.

Para el consejero es un «tijeretazo inadmisible» de 26 por ciento que Bruselas pretende dar al Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader) que viene acompañado, además, por una mayor cofinanciación por parte de los Estados miembros. Así lo ha puesto de manifiesto el responsable del Gobierno andaluz en Madrid durante su intervención en el Consultivo de Política Agrícola para asuntos comunitarios, donde, frente a la posible restricción a la inversión en regadíos, ha reivindicado la «eficacia demostrada» de las políticas sostenibles de agua en la lucha contra el despoblamiento.

Sánchez Haro, ante el periodo de negociación que queda por delante, ha incidido en la importancia de unir esfuerzos para conseguir, «entre todos», una PAC «fuerte, buena para España y que se adapte a la diversidad de nuestra agricultura». El reto, según ha continuado, es que el sector agroalimentario «no deje de avanzar en sostenibilidad y competitividad» y, con ello, «mantener vivos a nuestros pueblos». En este punto, ha puesto el foco en la necesidad de ahondar en la eficiencia en el uso del agua a través de ayudas a la mejora de infraestructuras y elementos de riego.

A su juicio, «es incoherente que se pongan límites, al contemplar subvenciones sólo para las masas de agua en mal estado», cuando se trata de una actuaciones que, en su conjunto, «van enfocadas al ahorro de recursos». Para el consejero, que aboga también por «nuevos pasos» hacia una mayor reducción del gasto energético, «hay que intervenir no sólo donde el recurso sea escaso y haya que mejorarlo, sino también allí donde está disponible». El titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, por otro lado, ha mostrado su «preocupación» por unas propuestas de la CE que «van en contra de una simplificación real», en la medida en que, como ha explicado, «añade más complejidad a los pagos directos, amplía las exigencias a los agricultores y aumenta la carga administrativa».

El régimen de pequeños agricultores, si se confirmara este escenario, tendría los mismos controles y exigencias que el general, lo que, en la práctica, «certificaría su desaparición». Tampoco tendría, según ha apostillado, «ninguna ventaja», al eliminarse la excepción del cumplimiento de la condicionalidad. Rodrigo Sánchez Haro considera, además, que los planes estratégicos se deben diseñar y desarrollar a nivel regional. El consejero ha expuesto como «razones de peso» para ello la diversidad agraria y la propia estructura política y administrativa del país, sin olvidar la mayor vinculación y compatibilidad que se prevé entre los dos pilares de la Política Agrícola Común, las ayudas directas y el desarrollo rural.

La perspectiva de género es otro de los caballos de batalla anotados por Sánchez Haro. «Se echa en falta en la propuesta de Bruselas pese a que es una materia estratégica», ha valorado. Desde su punto de vista, «la ausencia de este enfoque en el diseño de la futura PAC puede perpetuar las desigualdades». El consejero ha defendido que el fomento de la participación de las mujeres en la actividad agraria debe ser considerado en las ayudas como «una línea transversal, con un reflejo explícito en la priorización en las medidas de inversión del segundo pilar». La Política Agrícola Común ha de impulsar, de igual modo, bajo sus palabras, una mayor presencia de ellas en todos los órganos de decisión, desde las explotaciones hasta las entidades asociativas.