Sevilla se descarrila de la recuperación laboral y suma parados

La tasa de paro en España ha bajado del 20 por ciento por primera vez desde hace seis años. Se cumple así un segundo hito laboral durante un tercer trimestre; hace justo un año el país bajaba de los cinco millones de parados. En tres meses 253.900 personas abandonaron el desempleo, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año. Esta bajada deja en 4.320.800 el número de personas paradas, su menor nivel desde el cuarto trimestre de 2009.

Durante el tercer trimestre se crearon 226.500 empleos, muy por encima de los 182.200 que se crearon en el mismo periodo de 2015. Más empleo, sí, pero mayor temporalidad y preferencia por los hombres. En el último año, la ocupación ha aumentado en 478.800 personas, situando el número de ocupados en 18.527.500 personas, su mayor nivel desde mediados de 2011 y el incremento más elevado de la ocupación en un tercer trimestre desde 2005.

Menos paro, más empleo y mucha menos mano de obra. El casi exagerado descenso de la tasa de paro se debe a la pérdida de activos, dado que en el último trimestre 27.300 personas abandonaron el circuito laboral. La cifra asciende a 51.200 activos menos en el último año.

De igual manera, Andalucía sigue en la senda de la recuperación laboral y entre julio y septiembre 27.300 personas salieron de la lista del paro y 8.500 encontraron un empleo. Así, la comunidad cifra en 1.133.800 personas su número de parados. Aunque la comunidad ocupa el segundo puesto en el ranking con mayores tasas de paro, solo por detrás de Melilla, Andalucía registró el tercer mayor descenso del número de parados con respecto al trimestre anterior y la primera región con mayor bajada interanual.

Es el cuarto trimestre consecutivo de descenso del paro en Andalucía, aunque desde la Junta de Andalucía no son «triunfalistas» con una tasa de paro del 28,52 por ciento. No obstante, el consejero de Empleo, José Sánchez Maldonado, apuntó que 28 de cada 100 personas que encontraron trabajo durante el último trimestre fueron andaluces.

A excepción del sector agrario, que restó 32.800 ocupados, todos crearon empleo. La industria incorporó a 21.000 personas a sus filas, pero destacan los buenos datos de los servicios, con 15.300 ocupados más, gracias a una campaña turística excepcional por el incremento de visitantes atraídos a la región por los conflictos en países de la cuenca del Mediterráneo.

Las sombras aparecen cuando se enfoca en Sevilla. El tercer trimestre vuelve a ser un lastre para la capital andaluza al sumar 5.200 nuevos parados a la lista negra, así el número de parados asciende a 256.200 sevillanos. Así, la tasa de desempleo se sitúa en el 28,02 por ciento, un punto por encima del segundo trimestre. No obstante, la provincia salva el año, al restar 38.700 parados.

Todos los sectores suman trabajadores en paro, especialmente la industria que incorpora a la lista negra 900 personas en los últimos tres meses. Sin embargo, es el único sector que incrementa la cifra de personas activas en 5.900 personas, mientras que la tendencia de los otros sectores es la de perder esa mano de obra. La única actividad que restó parados a sus listas fue la de la construcción (con 2.100 personas menos desempleadas), de la mano de la recuperación de la vivienda y la obra pública.

En cuanto al empleo se destruyeron 20.100 puestos de trabajo, hasta rebajar el número de ocupados a 658.100 personas. Y es que, como apuntó el secretario general de UGT Sevilla, Juan Bautista Ginés, los síntomas de recuperación vividos en anteriores trimestres «únicamente se produce en términos cuantitativos», dado que el empleo es «totalmente estacional y de precariedad». Bautista apostilló que la población activa en Sevilla «sigue enquistada en la temporalidad y asciende la parcialidad involuntaria».

El fenómeno que sí se puede equiparar a los datos nacional y andaluz es el de la pérdida de activos. Del segundo al tercer trimestre, 14.900 sevillanos salieron del circuito laboral. El descenso es de cerca de 30.000 personas menos si echamos la vista atrás doce meses. Por su parte, 25.700 sevillanos buscan por primera vez empleo.

Mujeres y jóvenes siguen siendo los grandes damnificados del mercado laboral. En Andalucía, la diferencia de parados por sexos es de 20.000 personas y la distancia sigue creciendo. Cae el paro femenino en 2.900 mujeres; sí, pero todos los parámetros tienden a la baja: hay 11.900 menos ocupadas y 14.800 mujeres salieron del mercado laboral. Conclusión, el número de desempleados por género se equipara a costa del abandono de la andaluza, que a día de hoy se cifra en 576.900 paradas, el 50,8 por ciento de los desempleados de Andalucía.

El mismo fenómeno es extrapolable a la provincia de Sevilla donde el 51 por ciento del paro pesa sobre las mujeres. En total 130.700 sevillanas están en paro al cierre del tercer trimestre, 8.400 más que tres meses antes. Al igual que a nivel andaluz, el número de ocupadas descendió, en el caso sevillano en 15.500 mujeres menos trabajando, lo que deja la cifra de actividad en 293.700.

¿Y los jóvenes? ¿Ha llegado ya su momento? El paro juvenil aumentó en la comunidad en 8.900 personas entre 16 y 25 años, por lo que 168.700 jóvenes siguen en situación de desempleo, el 58,25 por ciento este sector en edad y predisposición de trabajar. A pesar del aumento del paro, 10.700 jóvenes encontraron un puesto de trabajo en Andalucía. Sin embargo, este sector de la sociedad sigue representando el 25,54 por ciento del paro andaluz.

HOGARES PARADOS

Aunque todavía son muchos los hogares con todos sus miembros en paro, Andalucía ha conseguido rebajar su cifra en 12.900 familias en las que no entra ningún sueldo. Así, el 16,9 por ciento de los hogares andaluces sigue con todos sus miembros en desempleo, lo que se traduce en valores absolutos en 397.300 familias, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía.

En cambio, Sevilla vuelve a poner el acento negativo al incrementar esta cifra en 800 hogares con sus miembros sin trabajo. En la provincia, 90.700 familias cuentan con todos sus miembros en edad y disposición de trabajar en paro, más de un 16 por ciento del total.