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«Sevilla se parece más a Silicon Valley de lo que la gente se cree»

Este empresario sevillano lidera una de las empresas más innovadoras de su sector gracias al desarrollo de un algoritmo (patente en USA) de predicción de ventas para localizar los futuros ‘best sellers’ editoriales. Lleva tres años doblando su facturación

09 jul 2016 / 21:52 h - Actualizado: 09 jul 2016 / 21:54 h.
"Tecnología","Empresas","Internet","Innovación","Marcaje al empresario"
  • Enrique Parrilla, en la sede de Lantia Publishing en la Cuesta del Rosario, en el centro de Sevilla. / Manuel Gómez
    Enrique Parrilla, en la sede de Lantia Publishing en la Cuesta del Rosario, en el centro de Sevilla. / Manuel Gómez

¿Cómo nació Lantia?

—Nació en 2011 y surge tras ver una oportunidad en la industria editorial y detectar que hay un vacío tecnológico en un sector que llevaba 60 años funcionando de la misma forma.

¿Cuántas personas trabajan en Lantia? ¿Cuánto facturó en 2015 y cómo va 2016?

—Tenemos 38 personas. Nuestra sede está en Sevilla y tenemos una oficina comercial en Madrid y otra en Nueva York. En 2015 fueron 1,5 millones, el año anterior fueron 700.000 euros y el anterior, la mitad. Llevamos tres o cuatro años doblando. 2016 va a ser histórico.

¿En qué países venden?

—Nuestra área de influencia es Europa, Estados Unidos y Sudamérica, con más incidencia en los países hispanoparlantes porque empezamos en español, pero ya el 15 o 18 por ciento de nuestra masa es en inglés y se vende a nivel mundial. Pero el escenario primario es España, con un 50 o 60 por ciento. A Estados Unidos acabamos de llegar este año, pero ya se están doblando los resultados.

¿La mitad de la facturación es en España?

—No, puede ser un 75 o 80 por ciento en España.

¿Cuál es la clave del éxito? ¿Qué ofrecen que no tengan otros?

—No somos una editorial, sino una empresa de tecnología. La clave es que cuando otros necesitan una plantilla de 50 personas nosotros hacemos lo mismo con tres personas gracias al software, a investigación y desarrollo. Agilizamos trabajos que en el pasado eran altamente mecánicos. Y también hemos hecho una oferta muy fuerte por la impresión y distribución digital. Antes, una editorial tenía que invertir 15.000 o 20.000 euros para tirar 5.000, 10.000 o 20.000 ejemplares y esperar un año para ver cómo iba. Nosotros tenemos la habilidad de imprimir los libros uno a uno, no tenemos que hacer una inversión millonaria y eso nos permite abarcar más. Y si se vende como rosquillas tenemos un centro en Sevilla, en Camas, que es puntero a nivel mundial. He ido a Denver, Colorado, para dar una charla sobre cómo hemos montado nuestro centro de producción. Esas innovaciones hacen que seamos más rápidos a la hora de coger un texto de Word y convertirlo en un libro en 30 días. Reduce costes y llegamos a más mercados.

¿Tienen plan de expansión o proyecto nuevo?

—Sí. Vamos a entrar muy fuerte en Estados Unidos. Además, la plataforma de Lantia nos ha dado pie a otras aplicaciones para industrias que no tienen nada que ver con el campo editorial. Como hemos trabajado tanto con algoritmos, por ejemplo, para saber si un libro va a ser un best-seller, podemos aplicar esta tecnología en otras industrias, como la de los viajes o cualquiera relacionada con un consumo.

¿Cómo se sabe si una novela será un éxito antes de que se publique?

—Hemos trabajado en una plataforma de inteligencia artificial que detecta ciertos patrones de un libro. Hay cosas que se pueden medir como la densidad de preposiciones, adverbios, la longitud de las palabras... Si me das un libro de Vargas Llosa y no nos dices de quién es, nuestra plataforma nos puede decir que está escrito por alguien que escribe como Vargas Llosa. Hay una forma de saber si el libro tiene potencial. La máquina lee y nos dice si entra en un patrón de éxito anterior, aunque influyen también otros factores como la historia en sí, las modas... Somos capaces de detectar si el libro es trepidante por el número de verbos de acción, si es aburrido tendrá variedad verbal corta y dos personajes... Ya hemos publicado unos 7.000 libros.

¿Cuáles son sus principales clientes?

—Editoriales y autores. Estos últimos son los que más valor sacan de nosotros porque tenemos una red de distribución muy amplia que permite que un autor de Chile publique en España, en Estados Unidos y Argentina. Pero trabajamos con unas 130 editoriales, algunas muy grandes como McGraw Hill, que se benefician porque pueden externalizar muchos servicios como impresión digital o gestión de catálogos.

¿Qué modelo de organización tiene Lantia?

—No es piramidal. El modelo nuestro de producción es el de fabricación de coches de Toyota. No se malgasta nada, vamos al grano y cuando sale una idea sacamos lo mínimo que funcione, si va bien lo perfeccionamos y si no, se descarta y tira. Nunca nos enzarzamos en un desarrollo de tres o seis meses. Cuando tenemos una idea a los pocos días está implementada y si tiene fondo seguimos por ahí. Esa velocidad de reacción en Europa se ve poco, pero en Estados Unidos es lo único que hay. Estuve viviendo allí catorce años y me traje esa competencia feroz. O te mueves rápido, o el mercado te come.

¿Por qué volvió a Sevilla?

—Porque al nacer nuestra hija nos cambiaron las prioridades por completo. Nos daba miedo que si ella se criaba en Estados Unidos nunca conociese la cultura europea y española. Decidimos que fuese bilingüe y bicultural. Me di cuenta de que Sevilla se parece más a Silicon Valley de lo que la gente se cree. Fuimos capaces de montar en Sevilla un centro de desarrollo tecnológico que no tiene nada que envidiarle a lo que podríamos haber montado en San Francisco. Viajo mucho, pero al volver estoy en un sitio en el que quiero estar. Aquí se puede tener una empresa de desarrollo tecnológico y es un gran secreto que espero que mis competidores tarden mucho en descubrir.