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Acto de entrega del primer avión de transporte militar A400M para las fuerzas armadas españolas en Sevilla. / José Manuel Vidal (Efe)
Sevilla tiene un sector aeronáutico «potente» y «casi centenario», pero tiene problemas, aunque se pueden solucionar para que no lleguen a ser como los que tuvo el Apolo 13 en aquel accidentado viaje de la famosa frase del astronauta Jack Swigert.
Un informe encargado por el Ayuntamiento de Sevilla a Deloitte señala las amenazas, las fortalezas y debilidades, así como las oportunidades del sector aeronáutico sevillano para concluir que está sustentado en su mayoría por pymes, «con importantes limitaciones para el desarrollo a futuro (escasos recursos financieros, personal, poca inversión en I+D+i) con una fuerte dependencia de Airbus y con escasa diversificación», ya que el 80 por ciento está destinado a aeroestructuras.
Además, el estudio –Análisis y diagnóstico del sector aeronáutico de la ciudad de Sevilla y su área metropolitana– indica que es imprescindible una apuesta clara por la I+D+i y las nuevas tecnologías del sector, «el cual no tiene aún interiorizado esta necesidad, sin el que será imposible competir en un mercado global».
Además, subraya que si bien existen importantes avances en el proceso de internacionalización, «aún queda un importante camino por recorrer». Esto permitirá tanto apostar por nuevas oportunidades de mercado como pérdida de dependencia de Airbus, que si bien es un elemento tractor del sector también es en ocasiones un limitante a la diversificación del mismo, explican los técnicos.
Dicho informe, presentado ayer a agentes económicos y sociales de la ciudad por la concejal de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento, Carmen Castreño, forma parte de los primeros estudios del Plan Estratégico Sevilla 2020-2030 e incluyen un análisis también del sector logístico e industrial de la ciudad. En el caso del aeronáutico, Deloitte explica en sus conclusiones que existen «importantes amenazas», como la deslocalización o el cambio de estrategia de las grandes empresas. Eso sí, marca que aún son más importantes las oportunidades a aprovechar: sistemas aeroespaciales tanto de tierra como los sistemas embarcados; los vehículos aéreos no tripulados UAV/RPAS, el Espacio y una internacionalización de la economía que permitirá además generar mayor riqueza para el territorio.
Y una advertencia: el desarrollo del sector «no puede abordarse de forma aislada desde el ámbito privado, debiendo implicarse las administraciones públicas tanto en ayudas como en la aportación de recursos especializados en un sector clave como indicó la RIS3 de Andalucía».
Además, el informe recomienda el desarrollo de un Plan Estratégico del Sector Aeronáutico andaluz en el que se consoliden líneas de trabajo, estrategia a futuro con administraciones y centros de investigación y procesos de internacionalización, entre otros aspectos.
Volviendo a las amenazas, se apunta que existen países emergentes con menores costes laborales y una industria aeronáutica tradicional, tales como Marruecos o Rusia y los países de su entorno. Así como se avisa del proteccionismo de su producción por parte de países europeos como Francia, Alemania e Inglaterra.
El mercado asiático, por su potencial como cliente, está atrayendo inversiones de los grandes fabricantes y la asignación de paquetes de trabajo.
Además, alerta de las necesidades financieras crecientes en el sector aeronáutico por los nuevos sistemas de contratación y los largos periodos de retorno y del retraso en la puesta en marcha de la Orden de incentivos a la innovación y el desarrollo empresarial de Andalucía.
Fortalezas a conservar
Evidentemente, no todo es malo. El tejido industrial centenario y el crecimiento en facturación y en empleo en los últimos 10 años hace pensar en altos vuelos, así como que en Andalucía existen cabeceras integradoras y tractoras de primer orden. La presencia en Sevilla de empresas colaboradoras de primer nivel (tier-ones), la disponibilidad de la única planta de ensamblaje final y el ramp-up de grandes proyectos: A400M y A350, así como la participación en programas propios e internacionales como los del CN235, C295 o A320 juegan a favor de Sevilla, con un parque tecnológico, Aerópolis, e «infraestructuras de primer nivel». Incluso se valora positivamente la disposición de recursos institucionales.
Sin embargo, la lista de debilidades también es larga. Según el informe, el perfil tecnológico de las empresas auxiliares es mejorable y hay que acabar con la reducida dimensión del sector, así como con el bajo nivel de alianzas y fusiones.
La poca diversificación de clientes, la excesiva focalización en aeroestructuras, sin que aporte alto valor añadido y con bajos márgenes operativos, y la escasa presencia comercial internacional son otros aspectos a mejorar, según un informe que detecta una escasa integración de las empresas para presentar ofertas conjuntas y participar de forma integrada a programas de I+D+i nacionales y europeos.
Y todo eso adobado con una «escasa inversión privada en I+D», una oferta formativa heterogénea «y no adecuada a las demandas del sector para perfiles de baja cualificación».
Además, los técnicos indican en su informe que las empresas auxiliares son pymes en su mayoría, lo que dificulta la financiación de nuevas inversiones y las garantías a la financiación. Y más. Se critica la «escasa o nula presencia» de las actividades del sector espacial, helicópteros y motores; la pérdida de talento del territorio por falta de atractivo de proyectos y por los bajos sueldos y que los suelos para instalar empresas son caros.