Solo cuatro de cada 100 contratos son estables

Del total de contratos realizados en agosto en Sevilla, 15.417 (22%) fueron por siete días o menos

22 sep 2017 / 15:08 h - Actualizado: 25 sep 2017 / 18:59 h.
"Mercado laboral","Empleo","Desempleo","Examen al empleo precario"
  • Imagen de archivo de mujeres que recogen castañas en una finca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. / Antonio de la Cerda
    Imagen de archivo de mujeres que recogen castañas en una finca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. / Antonio de la Cerda
  • El sector Servicios es el que más contratos temporales registra. / Gregorio Barrera
    El sector Servicios es el que más contratos temporales registra. / Gregorio Barrera

Hasta el último informe anual de la Comisión Europea sobre la evolución del mercado laboral avisa de «la creciente preocupación por el hecho de que los jóvenes de hoy y sus hijos acabarán viviendo peor que sus padres», lo que podría relacionarse en parte, según la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, con ciertas corrientes eurófobas, xenófobas o antidemocráticas.

El documento se centra en el impacto en jóvenes y no tan jóvenes (hasta 39 años) de una crisis que ha modificado la estructura laboral y ha agravado los fenómenos de precariedad surgidos a rebufo de los cambios tecnológicos y económicos. Y es que la amenaza de pasar de trabajador precario a pensionista pobre podría materializarse para muchos ciudadanos en apenas 20 años.

Pero, ¿cómo es esa precariedad laboral en Sevilla y su provincia? La tasa de paro –del 24,76 por ciento en agosto 2017 y del 27,01 un año antes– baja poco a poco. Tan lentamente que CCOO avisa: a este ritmo, en el mejor de los casos, serían necesarios al menos siete años más para recuperar los niveles de empleo de antes de la debacle económica. Además, el empleo que se está creando es tremendamente precario y, en muchas ocasiones, no da a una familia para mantenerse.

El tipo de contrato que se firma en Sevilla lo dice todo. Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal y el Observatorio Argos de la Junta, el pasado agosto se registraron en Sevilla 68.862 contratos, de los que 65.706, el 95,41 por ciento fueron temporales y sólo el 4,59 por ciento, indefinidos.

Del total de contratos realizados el pasado mes en Sevilla un total de 15.417, el 22,4 por ciento, fueron de duración igual o inferior a siete días.

Los contratos de un día crecieron un 102 por ciento en los últimos ocho años en el país. Pasaron de 17.700 en el primer trimestre de 2008 a 35.800 en el mismo periodo de 2016, según el INE.

Además, de los 3.156 contratos indefinidos firmados en Sevilla en agosto, 1.157, el 36,66 por ciento, fueron a tiempo parcial. No todo lo indefinido es estable en el tiempo. De hecho, el porcentaje de trabajadores involuntarios a tiempo parcial se dobló en España durante la recesión y todavía suponen más del 60 por ciento de esos contratos, según admite la Comisión Europea.

Camareros, vendedores, artesanos o trabajadores cualificados de industrias manufactureras o de la construcción son los perfiles más demandados en Sevilla, donde la hostelería es la actividad económica que más empleo genera, seguida por la agricultura y la ganadería, la construcción, las actividades administrativas y la industria manufacturera. Y, por supuesto, donde hay más contrarios precarios es en el sector servicios. Camareros, cocineros, camareras de piso de hoteles, vendedores...

Sólo un 5,83 por ciento de los contratos que se firmaron en Sevilla en agosto en el sector servicios fueron indefinidos (2.568 frente a los 41.442 temporales).

En la agricultura los estables representaron un 0,52 por ciento (51 frente a los 9.746 temporales) y en la construcción supusieron un 2,34 por ciento (203 indefinidos y 8.468 temporales).

La polémica en torno a la situación laboral de los aprendices de cocina, iniciada por el chef Jordi Cruz –defensor de que los becarios no cobren–, hizo correr ríos de tinta sobre la precariedad en este sector. Sin embargo, esta situación no es exclusiva de la hostelería. Es un problema social generalizado. Tanto que incluso afecta gravemente al conjunto de profesiones liberales. Para muestra, un botón.

Según datos de la Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ), más de un 20 por ciento de los jóvenes abogados son contratados como falsos autónomos y muchos ni perciben un sueldo, ni les pagan los seguros sociales o las vacaciones, mientras les piden exclusividad.

Más sangrante aún resultan los datos respecto al salario. Un 35,67 por ciento de los jóvenes abogados apunta que no cuenta con ningún tipo de retribución o que ésta es inferior a los 6.000 euros anuales, según la última encuesta de la CEAJ.

Falsos autónomos y más

El informe Coyuntura socioeconómica de la provincia de Sevilla: análisis por sectores de CCOO refleja que la tasa de paro de los jóvenes menores de 25 años es 8,74 puntos superior a la general y sólo el 17,1 por ciento de los contratos firmados en agosto fueron a menores de 25 años. El salario medio de la juventud sevillana es de 697,3 euros al mes en 14 pagas, así que en Sevilla un joven gana 2.184 euros al año menos que en el resto del Estado porque el salario de la juventud sevillana ha caído en 2.454 euros al año desde el comienzo de la crisis, según el sindicato.

Este informe indica que la caída de la población que cobra entre uno y tres salarios mínimos es de 82.404, mayor incluso que la total. Los sevillanos que podrían incluirse en la llamada clase media, por tanto, han sido los más perjudicados por la crisis, según CCOO.

El único grupo salarial que sube durante la crisis es el más precario, el que trabaja esporádicamente o en condiciones extremadamente precarias y gana entre 0,5 y un salario mínimo al mes.

En cuanto al número de empresas, el informe de CCOO asegura que en Sevilla existen 115.932 empresas, es decir, 2.279 empresas más que en 2016. Sin embargo, el 54,42 por ciento de ellas no crean empleo. «Son autónomos que, en muchos casos se han visto obligados a darse de alta para trabajar para otras empresas. Es lo que llamamos el fraude de los falsos autónomos o el espejismo de los emprendedores», denuncia el sindicato.

Además, la precariedad y la falta de control ha producido un aumento escandaloso de los accidentes laborales: 13 personas han perdido la vida en los primeros siete meses del año en Sevilla, tres más que el pasado año.

Desde enero a junio de 2017 se registraron 10.573 accidentes de trabajo en jornada laboral en Sevilla, 694 más que en el mismo periodo del pasado año. Esto supone un incremento del siete por ciento y, lamentablemente, crece el número de accidentes mortales (+20 por ciento) y los graves (+11 por ciento), frente a la subida del siete por ciento de los leves.

Los sectores, donde más aumentan los accidentes laborales es en la agricultura (24 por ciento) y la construcción (23 por ciento), sectores donde los accidentes mortales suben de forma exponencial, 200 y 100 por ciento respectivamente.

Las camareras de piso, en guerra

Empezaron una guerra y aún siguen librando batallas. Las camareras de piso de los hoteles, con el apoyo sindical, empezaron una fuerte campaña el pasado año para luchar contra unos contratos leoninos que estaban provocando incluso que estas mujeres cayeran enfermas. Bajos sueldos, sobrecarga de tareas y enfermedades laborales no reconocidas. En definitiva, estas 1.250 trabajadoras de Sevilla –15.000 en toda Andalucía– denuncian «abusos» y «explotación». «El 90 por ciento de las camareras de piso vamos al trabajo medicadas», lamentaba una de ellas en una entrevista a este periódico. «Se están aprovechando de la precaria situación laboral de madres de familia con mucha presión», critica Josefa Cuaresma, secretaria general de Servicios en CCOO en la provincia de Sevilla, quien asegura que la reforma laboral propició que los hoteles contratasen a empresas de multiservicios para la limpieza de las habitaciones, por lo que ellas ya no están bajo el paraguas del convenio de la hostelería.

Las recetas de los sindicatos

¿Y qué hacer ante esta precariedad que impera en el mercado laboral? Los sindicatos reiteran sus propuestas: la derogación de las reformas laborales, así como un refuerzo de la actividad de la Inspección de Trabajo en su lucha contra el fraude y explotación laboral y una mejora de las políticas activas de empleo. «Urge la puesta en marcha de un plan de choque por el empleo. En el ámbito de la protección social y ante la cada vez menor protección de los desempleados exigimos una prestación de ingresos mínimos», asegura María Iglesias, secretaria de comunicación de UGT Sevilla. A su juicio, este plan de choque debe centrarse en los colectivos más vulnerables: jóvenes, mujeres y mayores de 55 años. La consolidación de un mercado de trabajo «frágil, precario y muy desigual» y un crecimiento del empleo, «provocado por la sustitución de empleo indefinido por temporal» es una situación «insostenible», para los sindicalistas, que exigen el inicio de la recuperación salarial.

La mujer, a distancia

La tasa de paro en mujeres es 9,95 puntos superior a la de los hombres. En el último año la brecha de género ha crecido un 0,7 por ciento en Sevilla, según los sindicatos. Y los datos no mienten. En agosto se registraron en la provincia sevillana un total de 67.122 contratos iniciales o nuevos, de los que un 59,35 por ciento correspondieron a hombres y un 40,6 por ciento a mujeres. Para la secretaria de Comunicación y portavoz de la ejecutiva de UGT Sevilla, María Iglesias, la brecha salarial entre hombres y mujeres es, además, alarmante. «Hasta en el campo sevillano hay más precariedad entre las mujeres», denuncia. De los 3.156 contratos indefinidos firmados en Sevilla en agosto, 1.475 lo rubricaron mujeres y 1.681, hombres, según datos del Observatorio Argos de la Junta.