Trajes personalizados y a medida a un golpe de click

Sastrería ‘on line’ con telas indias es la propuesta de estos jóvenes

04 may 2015 / 12:00 h - Actualizado: 04 may 2015 / 19:14 h.
"Empresas","Emprendedores"
  • Antonio Barrau se ha sumado como socio y director de Desarrollo de Negocio.
    Antonio Barrau se ha sumado como socio y director de Desarrollo de Negocio.
  • Juan Madurga, José Molina y Carles Bel, fundadores del proyecto. / El Correo
    Juan Madurga, José Molina y Carles Bel, fundadores del proyecto. / El Correo

Inquietudes como viajar, conocer y aprender de otras culturas y añadir a la mochila vital experiencia laboral aprendida en el extranjero crean el caldo de cultivo para que broten ideas que aspiran a convertirse en negocio.

Trajesamedida.com es fruto de una conjunción de factores bastante aproximada. El sevillano José Molina tenía en mente poner en marcha un proyecto propio. En el camino –concretamente en Suecia, donde cursaba una beca Erasmus–, conoció a quien le acompañaría en la aventura, Juan Madurga (Madrid), y un poco más tarde, en Canadá, se encontró con Carles Bel (Barcelona), con el que también forjaría la idea que afloró de una forma muy casual. «Fui a Canadá a buscar prácticas pero todos pedían experiencia laboral, allí me surgió la opción de irme a la India a trabajar pero necesitaba un traje que no encontré en Sevilla o por talla o por caro, así que me lo hice en la India».

Quedó «encantado» además de por la calidad de las telas, por las opciones de personalización. Y ahí se les encendió la bombilla. «El resto del mundo tiene que saber lo que se puede hacer aquí, dijo Carles». Manos a la obra.

Tras visitar unos cuantos sastres contactaron con uno, Milind, que se incorporó como socio al proyecto. Era 2009. Durante varios años, los tres han compaginado sus respectivos trabajos en multinacionales con esta sastrería on line de trajes y camisas a medida que se diferencia de otras en «sus múltiples opciones de personalizar» el producto. «Todo lo que esté en tu cabeza lo puedes hacer desde la web, desde elegir el tipo de ojal, cambiar el forro o elegir entre más de veinte telas».

¿Cómo hacer un pedido? Tres son los pasos. Elegir tela, decidir diseño –los hay predefinidos y completamente personalizables al gusto– y tomarse las medidas. «Son unos diez minutos y hay fotos y vídeos explicativos».

Aun así, en la empresa son conscientes de los peros que pueden surgir a la hora de comprar un traje con un click. Primero, cómo enfrentar el miedo a adquirir algo tan personal y que requiere de un importante desembolso a través de internet; cómo romper el recelo de no poder tocar una tela sino verla en una pantalla, y, sobre todo, cómo se asegura el cliente de que el resultado final le va a quedar como un guante.

Empezando por el final, la empresa cuenta con «una garantía de ajuste», explica. «Imagina que te llega el traje pero lo quieres más estrecho o que esté menos entallado; solo tienes que rellenar una hoja de arreglos que llevas a una costurera o sastre de tu barrio y que luego nos envías. Te pagamos el importe del arreglo y actualizamos las medidas en la base de datos».

Para solventar otro punto delicado –para quienes no se fían si no tocan un tejido antes–, la empresa pondrá a disposición de los clientes entre este mes y junio la posibilidad de enviar hasta diez muestras de tela por un precio de 10 euros, que se descuentan si se encarga el traje.

Pero para José Molina si existe un miedo, ése es a medirse uno mismo. «Es nuestra principal barrera». Para superar ese obstáculo, Trajesamedida.com organiza eventos físicos para enseñar a hacerlo y también tomar medidas. En Sevilla estarán el próximo día 15 en el centro cultural La Revuelta y el 17 en el Zoco del Parque de María Luisa.

«En EEUU y Canadá la gente lo hace y aquí cada vez más porque se quiere tener una camisa que nadie más tenga».

Por contra, varias son las ventajas que vende sobre la sastrería tradicional. De un lado, «la comodidad, porque una vez que te tomas las medidas, éstas quedan guardadas y sirven para el resto de pedidos». De otro, el «ahorro de tiempo» para quienes no lo tienen o no quieren perderlo en compras.

«Nuestro público objetivo son personas que vistan de traje a diario, de 25 años en adelante, que trabajen y tengan poco tiempo para ir de compras». No obstante, también se acercan hasta sus productos novios que buscan algo diferente para el día de su boda y chicos que presentan un tallaje más difícil de encontrar en tiendas. «Y es que, según nuestros estudios, las tallas estándares solo les van bien a entre un 20 y 30 por ciento de la población». Y otra curiosidad: «vemos que entre el 35 y 45 por ciento tiene un hombro caído».

Para expandir la actividad a nivel nacional e internacional se acaba de incorporar otro socio sevillano, Antonio Barrau, que ha cambiado el negocio de aceites de Coosur por la moda masculina. Por delante, varios retos, como el lanzamiento de camisas y trajes para chicas, y otra línea de chaqués y vaqueros a medida.

Los precios oscilan desde los 39,95 euros de las camisas a los entre 250 y 350 de los trajes, «tres veces menos de lo que costaría en una sastrería tradicional». Tres semanas después, el pedido llega.

Y para quien se lo pregunte: «Ahora con el euro, nos cuesta más producir en la India que en España al contrario de lo que pueda parecer. Tenemos requisitos estrictos», indica. «En el largo plazo, nuestro sueño sería montar una fábrica en Andalucía, pero ahora mismo eso no es factible».