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Responsables de las empresas y organizaciones que conforman el grupo operativo. / El Correo
España es autosuficiente en trigo duro, en cuanto a producción. De hecho, el 70 por ciento de ésta es de origen andaluz, y principalmente sevillano, pues de los campos de la provincia sale cerca de la mitad del trigo de Andalucía. El año pasado la producción de trigo duro sevillano superó las 382.000 toneladas, el 48 por ciento del total andaluza. A pesar de esta ventaja, las empresas nacionales continúan importando trigos procedentes de otros países como Canadá, Estados Unidos o Francia, por ser un grano de elevada proteína, mejor color y calidad de gluten superior.
Por ello, en el marco de los proyectos de la Asociación Europa de Innovación (AEI), cuyo objetivo es incrementar la productividad y sostenibilidad agrícolas, a través del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2014-2020, Cooperativas Agro-Alimentarias, la empresa obtentora de semillas Agrovegetal y la compañía líder Pastas Gallo han creado un grupo operativo para investigar y producir trigo duro de alta calidad en Andalucía. Los trabajos de este grupo contarán, además, con el apoyo del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa).
El propósito de esta investigación es revertir la dinámica del mercado. Para ello, las organizaciones que integran el grupo operativo trabajarán para producir trigo duro de la mejor calidad en Andalucía, en base a variedades adaptadas a los ambientes cambiantes causados por el cambio climático, según explica en una nota Cooperativas Agro-Alimentarias.
El grupo operativo ya ha realizado estudios previos de recopilación de información y ha iniciado la siembra de ensayos estadísticos de valor agronómico. En siete puntos geográficos diferentes de la región, testará diez variedades tanto en secano como en regadío. En cinco de esos puntos o ambientes, Agrovegetal llevará a cabo los ensayos de secano en colaboración con sus cooperativas asociadas: Campo de Tejada (Escacena del Campo), Coesagro (Écija), San Dionisio (Jerez de la Frontera), Cerealista de Conil (Conil de la Frontera) y SAT Córdoba (Córdoba). Las otras siembras experimentales serán en riego y las realizará el Ifapa en Santaella (Córdoba) y Lebrija.
Se medirá la productividad, resistencia a enfermedades y plagas, así como la calidad semolera y pastera del trigo duro obtenido, como paso previo a la producción de partidas uniformes con características idóneas para la producción de pastas de la más alta calidad.
En la actualidad, los socios de Agrovegetal comercializan 200.000 toneladas de trigo duro, es decir, un tercio de toda la producción de Andalucía. Una vez se concluya este proyecto, el objetivo es que el 20 por ciento de esa cantidad, unas 40.000 toneladas, se cosechen y clasifiquen como de alto color amarillo o de calidad de gluten superior, lo que supondrá un valor añadido de, al menos, un 10 por ciento para el sector y una monetización en torno al millón de euros.
El grupo operativo aspira a que esta investigación sirva de modelo al resto de productores de trigo duro andaluces. De este modo el impacto económico podría multiplicarse por tres e incluso cuatro. Asimismo, el grupo de investigación trabajará en común para clasificar y comercializar estas partidas, con el fin de concentrar la oferta y suministrar a la industria española de forma estable el trigo duro de alta calidad necesario para la producción de pastas.