Un año de pesadilla para las cotizadas andaluzas

Abengoa vive su particular infierno en bolsa, con un hundimiento titánico del 87% de su valor y la expulsión del Íbex. La cara, por contra, para Insur

06 ene 2016 / 22:38 h - Actualizado: 07 ene 2016 / 08:54 h.
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  • Solo dos de las once empresas andaluzas cotizadas consiguieron cerrar el ejercicio con revalorizaciones en el parqué. / Efe
    Solo dos de las once empresas andaluzas cotizadas consiguieron cerrar el ejercicio con revalorizaciones en el parqué. / Efe

El 27 de noviembre de 2015 Andalucía perdía la única empresa radicada en esta tierra que ha conseguido codearse de tú a tú con las 34 mayores empresas cotizadas del país. La salida por la puerta de atrás de la multinacional sevillana Abengoa, excluida del Íbex 35 dos días después de presentar la solicitud de preconcurso de acreedores, ha representado también el mayor batacazo bursátil del puñado de empresas que, con sede social en la comunidad andaluza, cotizan en la bolsa española, ya sea en el Mercado Continuo o en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).

Abengoa, que regresó al selectivo en junio de 2014, concluyó ese ejercicio con un susto en bolsa que se convirtió en pesadilla ya en la segunda mitad de 2015. En 2014, el valor en su conjunto –sus acciones se dividen en dos tipos, clase A y clase B, con cotizaciones diferentes– perdió en el parqué un 13,9 por ciento, hasta dejar su capitalización en 1.562,96 millones de euros. Pocos podían imaginar que, apenas un año después, su valor en bolsa podía menguar hasta la cota alcanzada a cierre de diciembre pasado: 201,54 millones de euros, con una depreciación anual del 87,1 por ciento.

Así, las acciones de tipo B, que tienen el mismo derecho de dividendo que las de clase A, se diferencian en que cuentan con menos derechos de voto (uno por acción frente a los cien de las segundas) y en que son más líquidas, se negocian más y, por tanto, también son más volátiles. Pues bien, en el primer caso, los títulos B pasaron de sumar una capitalización de 1.384,12 millones al cierre de 2014 a los 167,32 millones con los que ha cerrado 2015, lo que implica una pérdida de valor en el parqué del 87,91 por ciento. Al cierre de la última sesión del año, la acción cotizaba a un precio de 0,19 euros, muy lejos de los 3,41 euros que registró a primeros de abril, antes de que se desatara la tormenta por las dudas sobre su elevado endeudamiento, sus problemas de financiación y la necesidad de ampliar capital, cuya operación con la entrada de Gestamp como socio industrial resultó finalmente fallida.

En apenas unos días, antes de que finalice enero, deberá presentar un plan de viabilidad a sus bancos acreedores que recogerá la política de desinversiones y un duro ajuste laboral que ya ha iniciado, para tratar de garantizar la supervivencia. El 28 de marzo expira el plazo para que esta negociación culmine en un acuerdo. De no ser así, Abengoa pasaría a formar parte de la historia del país como la mayor quiebra empresarial desbancando a Martinsa Fadesa.

Si Abengoa fue la cruz, la cara en el parqué le correspondió a Inmobiliaria del Sur (Insur). La compañía comandada por la familia Pumar cosechó una revalorización bursátil del 30,32 por ciento, hasta los 134,93 millones de euros. Remonta así en parte el descalabro registrado en 2014, ejercicio en el que su capitalización se depreció casi un 62 por ciento. Y, si bien se mantiene lejos de los 271,55 millones de 2013, mejora y con creces los registros alcanzados en los ejercicios 2011 y 2012. La inmobiliaria sevillana ha aprobado un dividendo bruto de 0,06 euros por acción a cuenta de los resultados de 2015 que se repartirá el próximo 18 de este mes. La retribución neta al accionista tras la correspondiente retención fiscal queda en 0,0486 euros por título.

No le fue igual de bien a la segunda inmobiliaria andaluza cotizada, Sotogrande, con sede en San Roque (Cádiz), que se dejó un 38,7 por ciento. Su valor al concluir el año era de 121,71 millones.

De rojo volvió a teñirse la evolución del grupo de servicios de telecomunicaciones, electricidad y agua Ezentis, que perdió un 28,07 por ciento de su valor en bolsa, situando su capitalización en 118,06 millones frente a los 164,13 millones del cierre del ejercicio anterior. Esta compañía, que cuenta con participación accionarial de la Junta de Andalucía, suma este descalabro al 23 por ciento que ya retrocedió el año anterior.

La almeriense Funespaña, especializada en servicios funerarios, mantuvo un comportamiento bursátil muy estable, como demuestra el hecho de que apenas se depreciase un 1,64 por ciento en el balance anual, hasta los 132,46 millones.

Por su parte, la granadina Biosearch, fue junto con Insur, la única en revalorizarse en bolsa. Lo hizo un 22,1 por ciento, lo que se traduce en 4,9 millones de euros, hasta alcanzar los 27,12.

Las dos compañías que en 2014 decidieron trasladar su sede social a Andalucía, aunque los domicilios que aparecen en los registros oficiales reseñan Madrid, Deoleo y Acerinox, terminaron el ejercicio en rojo. Las pérdidas en el caso de la envasadora de aceite de oliva de las marcas Bertolli, Koipe y Carbonell se tradujeron en una depreciación del 38,67 por ciento de su valor en bolsa, que quedó en 265,58 millones. Por su parte, Acerinox, se dejó en el parqué en 2015 un 23,25 por ciento de su capitalización, que cerró en 2.511,58 millones de euros.

Aunque el infierno bursátil del año lo protagonizó sin duda Abengoa, en otra escala, la del mercado en el que cotizan las pymes para conseguir financiación alternativa a la bancaria, esto es, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), el calvario lo vivió Carbures, que en el conjunto del año ha retrocedido un 81,6 por ciento. La compañía, radicada en El Puerto de Santa María, acaba de reestructurar su cúpula con el nombramiento de Roberto Rey como consejero delegado en lugar de José María Tarragó, así como de un nuevo director financiero y la ampliación del número de consejeros para abordar una nueva etapa de crecimiento.

La jerezana de biotecnología y productos farmacéuticos Bionaturis se dejó un 54,43 por ciento (casi 20 millones), mientras que la biotecnológica granadina (de Armilla) Neuron Bio perdió un 29 por ciento de su valor, hasta los 11,32 millones.