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Los visitantes pudieron contemplar las reses de ganado que, como ya es costumbre, ocupan el recinto ferial carmonense. / Pons -
José Luis García Palacios recibe un obsequio de manos del alcalde. / El Correo
Carmona lleva siglos y siglos labrando su porvenir. Tierras de olivar, para cítricos y hasta frutales campan sobre su vasta extensión, de las mayores de Andalucía. Una tradición que decidió mostrar al mundo hace 14 años a través de una feria que hace sólo cuatro emergió con inusitada fuerza gracias a raíces más que firmes. La feria agroganadera Agroporc, después de resucitar en 2012 cuando «todos la daban por muerta» –palabra de Juan Ávila, su alcalde–, afloró ayer en su octava edición con un 50 por ciento más de expositores, el «regreso» del ganado porcino, más apoyos, tanto institucionales como empresariales; y, sobre todo, retos renovados. La nueva siembra la lanzó el alcalde en la inauguración, no sólo como deseo sino como compromiso: intentar que la feria sea la voz del campo sevillano y lugar donde todo el sector «se haga fuerte» para plantear sus reivindicaciones ante la Diputación, la Junta, el Estado e incluso ante las instituciones europeas.
«¿Por qué no damos cabida a todos los municipios sevillanos en Agroporc?», se preguntó Ávila, tendiendo la mano a otros alcaldes de pueblos en el que su porvenir se labra de sol a sol en el campo. El Viso del Alcor, Mairena del Alcor, La Campana, Lora del Río... Es más, el guante se lanzó tras ver cómo el alcalde de este último municipio, Antonio Enamorado, había solicitado espacio en Agroporc para «destinarlo a las empresas agrícolas y ganaderas de Lora del Río». Un gesto que el Ayuntamiento loreño hizo con conocimiento de causa, ya que Enamorado fue el que, a principios de siglo, promovió la exitosa Agrovega, la feria de desarrollo rural de Andalucía, de la que recogió el testigo Agroporc.
El reto se lanzó a viva voz, pero no sin obviar los años de vacas flacas de Agroporc. Y, como es de bien nacidos ser agradecidos, el Ayuntamiento brindó un regalo a la persona que sí apostó por la feria cuando estaba en la cuerda floja: un cuadro obra del pintor carmonense Manuel Fernández en el que se reproducen pictóricamente el paisaje de la Vega para el presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios. Una entidad y una persona que siempre han llevado a gala eso de apoyar la labor agraria y ganadera. Y en su discurso, tras recibir el obsequio, se mostró feliz de que se emprenda el camino que él siempre ha defendido de que la agricultura sea «un destino feliz y mejor» y se mostró encantado de los mensajes de unidad y entendimiento pregonados no sólo por el alcalde, sino por el director general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, Manuel García.
Como colofón, tocó paseo por un espacio, el recinto ferial de Carmona, plagado de tractores, reses de ganado porcino, caprino y bovino; ejemplares de caballo –sí, también acoge la Semana del Caballo y un campeonato de doma– y hasta las últimas tecnologías, como la incineradora de animales inteligente IPECA, diseñada para erradicar la propagación de enfermedades en las granjas.